Beyonce y Megan Thee Stallion recogiendo el premio a la mejor canción rap Kevin WinterHANDOUT
Taylor Swift, Dua Lipa, Megan Thee Stallion, Billie Eilish y Beyoncé se reparten los premios principales en una edición que se llevó a cabo sin público y que no tuvo una protagonista clara
La noche más extraña de los Grammy tuvo nombre de mujer. O, más bien, de mujeres. A priori se presentaba la duda de si Dua Lipa iba a consagrarse como la gran estrella pop del momento, posando en la foto final de la gala con varios gramófonos en su regazo. O si, por contra, Taylor Swift terminaría almacenando otra jornada más para el recuerdo en su currículo. Al final, ni lo uno ni lo otro. Mientras los Grammy del 2017 se quedaron para la posteridad como los de Adele y los del 2020, los de Billie Eilish, este año se produjo una dispersión tal del éxito que hace imposible concretizar los premios en una sola figura.
Fue un triunfo en femenino plural. El mejor disco del año cayó en manos del intimista Folklore, con el que Taylor Swift dio un inesperado giro a su carrera. El premio a la grabación señaló al Everything I Wanted, que permitió exorcizar las pesadillas a Billie Eilish. Y el de la canción correspondió al I Can’t Breathe de H.E.R., pieza inspirada en el caso de George Floyd y una de las grandes sorpresas de la noche.
Billie Eilish KEVIN MAZURHANDOUT
Si el criterio para elegir una figura que sobresalga sobre las demás lo rige la cantidad, se puede colocar en la cima a Megan Thee Stallion, con tres galardones su haber: mejor artista nuevo, mejor actuación rap y también canción rap, gracias a Savage. Este último premio, compartido. Se trata de una pieza grabada grabado junto a su adorada Beyoncé.