Los cambios en la cúpula no frenan el goteo de bajas en Ciudadanos

María Eugenia Alonso MADRID / COLPISA

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Arrimadas posa con la nueva ejecutiva de Ciudadanos
Arrimadas posa con la nueva ejecutiva de Ciudadanos Ciudadanos

Dos diputados autonómicos en Madrid anuncian su marcha del partido naranja, mientras el PP insiste en acoger a los desencantados con Arrimadas

16 mar 2021 . Actualizado a las 19:57 h.

Después de la tormenta tampoco llega la calma a Ciudadanos. Inés Arrimadas no ha conseguido aplacar el malestar interno tras la carambola de Murcia, que dejó a los liberales fuera de dos Gobiernos autonómicos en apenas 24 horas, y la desbandada en sus filas ya ha comenzado. Si ayer era el líder de la Comunidad Valenciana, Toni Cantó, quien abandonaba el barco naranja antes de su hundimiento, este martes eran dos diputados de la Asamblea de Madrid los que seguían sus pasos. Sergio Brabezo y Marta Marbán anunciaron su marcha entre duras críticas al partido y tras denunciar presiones de la dirección para firmar una moción de censura contra Isabel Díaz Ayuso.

Las supuestas coacciones se produjeron el pasado miércoles, después de que la presidenta regional firmara el decreto para la celebración de comicios anticipados el 4 de mayo. «Ciudadanos no solo intentó frenar la convocatoria de elecciones de manera torticera aliándose con el sanchismo, sino que a los diputados naranjas se nos presionó para firmar una moción de censura contra la presidenta Isabel Díaz Ayuso que proponía a Ignacio Aguado como su sustituto», aseguró en Twitter el que fuera portavoz adjunto de los liberales en la Cámara autonómica. La existencia de presiones fue desmentida por Edmundo Bal.

Marbán, que acompañó a Francisco Igea en el proceso de primarias que enfrentó al vicepresidente de Castilla y León con la actual líder liberal, dijo no sentirse identificada «con lo que está pasando en Ciudadanos». A pesar del clamor interno que exigía cambios de calado tanto organizativos como estratégicos, Arrimadas se ha limitado a remodelar su cúpula para diluir el peso de sus dos alfiles, Carlos Cuadrado y José María Espejo, responsables de la mala gestión de la operación murciana y con los que sigue contando. Cambios superficiales e insuficientes que propiciarán un goteo de bajas entre los más críticos.

Opa del PP

La propia Arrimadas advirtió el lunes de que habría nuevas fugas entre sus filas. «Hay personas que están y estaban en Ciudadanos —dijo—, pero que no son de Ciudadanos». En la cúpula naranja aseguran que a Cantó «se le ofreció formar parte de la ejecutiva y se negó a todo» porque «venía con la idea de dimitir». En el partido liberal desconfían de sus intenciones y descuentan que será cuestión de tiempo su alistamiento en el PP.

El anuncio del ex secretario de organización, Fran Hervías, de dejar el partido y sumarse al PP ha sido un jarro de agua fría para Cs. Si alguien sabe de las fortalezas y debilidades de sus dirigentes, de arriba a abajo, es Hervías. Él fue el encargado de dirigir con mano de hierro la afiliación y la organización territorial, y en la cúpula naranja temen que se convierta en el enlace de los populares para acceder a los cargos críticos o afines a Albert Rivera que buscan saltar al partido de Pablo Casado.

Ya hacía tiempo que el PP quería absorber a Cs. Tras el revés de Murcia, ha aprovechado el momento de debilidad para lanzar una opa que podría contribuir a la desaparición de los liberales del tablero político. En Génova no descartan que concejales, diputados e incluso cargos nacionales defraudados con el giro de Arrimadas puedan recorrer el camino andado por Hervías, y en su día por Lorena Roldán. «La unión de los constitucionalistas -insisten- es la única opción para ganar a Pedro Sánchez».