La crisis en la frontera mexicana empaña el debut de Joe Biden

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Joe Biden
Joe Biden TOM BRENNER | REUTERS

La ola de inmigrantes va camino de convertirse en la mayor en dos décadas tras la llegada de 100.000 inmigrantes en febrero

17 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La nueva política migratoria del presidente Joe Biden ha sonado como la flauta de Hamelín para miles de personas que huyen de la pobreza con la esperanza de una vida mejor en Estados Unidos. La frontera sur con México vive una ola de inmigrantes que va camino de convertirse en la mayor en 20 años. Es la advertencia que lanzó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorca, ante la reciente llegada de 4.200 menores no acompañados que se encuentran bajo custodia de la Patrulla Fronteriza.

La Administración Biden se resiste a calificar la situación de «crisis», solo reconoce que el panorama es «difícil» y que supone un «desafío», pero la avalancha se ha convertido en una emergencia humanitaria para el nuevo presidente en plena gira de promoción del paquete de estímulo económico contra los daños provocados por la pandemia.

Los decretos firmados por el demócrata para desmantelar la política de tolerancia cero de Donald Trump han dado credibilidad a las falsas promesas de los carteles de tráfico de personas, que cobran hasta 8.000 dólares por cruzar. Aunque la Casa Blanca trate ahora de cambiar el mensaje con advertencias en español de que la frontera está cerrada, las cifras dejan clara la magnitud del problema. En diciembre, 71.000 personas fueron detenidas tratando de cruzar. Ese número aumentó a 75.000 en enero y a casi 100.000 en febrero, el nivel más alto en 14 años. Durante la primera semana de marzo, las detenciones llegaron a casi 5.000 por día, según las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. El efecto llamada ha ofrecido una oportunidad a los republicanos para acusar a Biden de provocar una crisis humanitaria con sus políticas blandas en materia de inmigración. Pero también ha aumentado la presión interna con las reclamaciones de los demócratas del estado limítrofe de Texas que le piden que se haga cargo de la situación.

Nuevas leyes

Todo esto la misma semana que el Congreso comienza a tramitar los primeros proyectos de ley de inmigración de Biden, uno que proporciona una ruta hacia la ciudadanía para los indocumentados llegados cuando eran niños y otro que da protección legal a los trabajadores agrícolas. Con el Senado partido 50-50, se hace improbable que salgan adelante. Las polémicas medidas de Trump, como la separación de las familias en la frontera o la construcción del muro, son ya parte del pasado. Sin embargo, la Administración Biden se prepara ahora para una potencial tragedia humanitaria con la llegada del buen tiempo. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) se hará cargo de los niños no acompañados y transformará el Centro de Convenciones de Dallas en un espacio de acogida para 3.000 adolescentes de entre 15 y 17 años. La mayoría de estos menores ha sobrepasado ya el límite legal de 72 horas bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, antes de pasar a manos del Departamento de Salud y Servicios Humanos. El problema no tiende a resolverse. En la frontera de México la situación se agrava. Se estima que cerca de 400.000 personas esperan para poder cruzar a Estados Unidos. Por su parte, el mandatario de la Casa Blanca descartó en la jornada de ayer una visita a la frontera «por ahora».