Ángel Garrido, el fichaje estrella de Ciudadanos hace dos años, dejará la política tras el 4M

A. Azpiroz COLPISA | MADRID

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Ángel Garrido, en una imagen del 11 de marzo, después de haber sido cesado como consejero por Ayuso
Ángel Garrido, en una imagen del 11 de marzo, después de haber sido cesado como consejero por Ayuso Rodrigo Jiménez | Efe

Fue presidente de la Comunidad de Madrid con el PP y en Génova nunca se le perdonó su salto al partido naranja

19 mar 2021 . Actualizado a las 21:28 h.

Nueva baja de impacto en Ciudadanos. Ángel Garrido ha anunciado que abandona la política. El de Garrido no es un nombre cualquiera en la Comunidad de Madrid. En su carrera ha ejercido altas responsabilidades, primero con el PP y después con la formación liberal. Asegura que la decisión ya estaba tomada hace tiempo, pero el anuncio se encuadra en el momento en el que la formación de Inés Arrimadas se encuentra en una indiscutible descomposición y justo un día después de que su aliado y amigo Ignacio Aguado fuese sustituido como cabeza de lista en Madrid por el hombre de confianza de Arrimadas y diputado Edmundo Bal. Tras una larga etapa como concejal en el municipio de Pinto y en la capital, dio el salto a la alta política de la mano de Cristina Cifuentes, quien lo designó en el 2015 consejero de Presidencia y Justicia.

Ejerció como mano derecha de la presidenta hasta la caída de esta y Génova lo eligió como el sucesor natural. Pero meses antes de las elecciones autonómicas del 2019 Pablo Casado decidió apartarlo como candidato en favor de una por entonces desconocida Isabel Díaz Ayuso.

Garrido aceptó en principio la decisión de su partido, que a modo de compensación iba aparejada de un exilio dorado en Estrasburgo como diputado del Parlamento Europeo. No obstante, pocos meses después, el expresidente madrileño abandonó el PP y su oferta en la Eurocámara para pasarse a Ciudadanos. Ironías de la vida, por entonces los liberales soñaban con el sorpasso en la derecha y abrían sus puertas a cuantos dirigentes populares quisieran abandonar un barco a la deriva.

De la mano de Ciudadanos volvió a la política madrileña. Pese al rencor que se le guardaba en el PP, los liberales impusieron su nombre como consejero de Transportes en la coalición para hacer presidenta a Isabel Díaz Ayuso. Resultó extraño que un expresidente accediera a rebajarse al cargo de consejero, pero Garrido lo hizo.

«Radicalismo y crispación»

En Génova nunca se le perdonó su traición, y su cese fue, con deleite, uno de los primeros que firmó la líder del PP madrileño tras anunciar hace una semana la convocatoria electoral y la ruptura con sus hasta entonces socios de gobierno. Con Ciudadanos en caída libre y con el riesgo de no alcanzar el 5 % de los votos que se exigen para obtener representación en la Asamblea de Madrid, Garrido ha preferido dar un paso al lado.

A través de un comunicado, ha manifestado que «la política ha cambiado» y que en estos tiempos existe una «política de bloques, radicalismo y en buena medida crispación». «Reconozco —ha añadido— mi incapacidad de adaptación a este nuevo escenario, lo que no es culpa de la política, sino mía».