Sanidad y las comunidades mantendrán finalmente las restricciones previstas para Semana Santa

María Viñas Sanmartín
María Viñas LA VOZ

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Tras haber sondeado a las comunidades sobre adelantar a las ocho el cierre de la actividad no esencial y limitar los movimientos a las provincias, el tema ni siquiera se planteó en el Interterritorial. Aún así, Darias insiste en que el plan de medidas es un acuerdo de mínimos que las autonomías pueden endurecer

25 mar 2021 . Actualizado a las 10:14 h.

Inquieta por el repunte de contagios que están registrando algunas comunidades, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, estuvo sondeando estos días a los responsables autonómicos de salud para conocer su postura ante la posibilidad de endurecer las restricciones acordadas en el Consejo Interterritorial del 10 de marzo de cara al puente de San José y la Semana Santa. Lo que se planteaba desde Moncloa, sin propuesta formal sobre la mesa, era adelantar el cierre de toda actividad no esencial a las ocho de la tarde, confirmaron fuentes de la Consellería de Sanidade, y limitar la movilidad a la propia provincia. La propuesta no cuajó. Al menos seis autonomías -Madrid, Andalucía, Cataluña, Asturias, Murcia y Castilla-La Mancha- se mostraron reticentes a cerrar antes bares y comercios. La Xunta de Galicia, por su parte, se posicionó en contra de perimetrar las provincias. 

«A nosotros nos parece que no se puede improvisar, las medidas tienen que basarse en criterios epidemiológicos y sanitarios. No todas las comunidades tienen la misma incidencia, ni el mismo porcentaje de ocupación de uci, ni de hospitalización; cada una tiene una especial situación sanitaria que debe prevalecer a la hora de tomar medidas -consideró este miércoles el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo-. Nos sorprende que el Gobierno esté planteando el cierre de provincias cuando no es capaz de hacer cumplir el de las comunidades». También el conselleiro Julio García Comesaña confirmó la intención del Ejecutivo central. «Creo que pouco axuste nos queda. Estamos preto da proposta do ministerio», opinó en referencia al cierre de la hostelería, aquí fijado en las nueve de la noche.

Finalmente en el Interterritorial de este miércoles ni siquiera se abordó el tema. Las medidas de Semana Santa se mantendrán, por tanto, tal y como se acordaron en el plan de hace dos semanas, es decir, como norma general hasta el próximo 9 de abril los movimientos estarán limitados a la propia comunidad; la movilidad nocturna, prohibida al menos entre las 23.00 y las 6.00 horas (en Galicia, a partir de las 22.00); y las reuniones, restringidas en domicilios a solo convivientes. La ministra de Sanidad insistió, sin embargo, en que este es «un acuerdo de mínimos» que establece un marco común de obligado cumplimiento para toda España, pero que cada comunidad tiene en su mano hacer más duras las restricciones. «Queda a su albur endurecerlas, como algunas han hecho ya fijando cierres provinciales o adelantando el cierre del comercio», recordó Darias.

«Por un lado tenemos las posibilidades que nos otorga el estado de alarma; por otro, este documento de medidas coordinadas -señaló la ministra-, además de todas las competencias autonómicas que da la ley. Cada comunidad toma sus medidas y, por eso, hay medidas tan distintas, porque las situaciones son diferentes». Recalcó que desde Sanidad siempre están dispuestos a apoyar limitaciones para evitar la propagación del virus y, preguntada sobre el citado tanteo a los Gobiernos regionales, se limitó a observar que habla a diario con los consejeros autonómicos y que lo que este miércoles se llevó al Consejo Interterritorial tuvo que ver con cómo hacer efectivas las medidas adoptadas el pasado 10 de marzo. «Fuimos uno de los primeros países europeos en tomar medidas en relación a la Semana Santa y el puente, y lo hicimos cuando estábamos descendiendo en contagios y a buen ritmo -destacó-. Sabíamos la importancia que tienen en estas fechas la movilidad y los encuentros sociales».

En cuanto a la movilidad hay otro controvertido escollo. La reunión de este miércoles coincidió con la polémica generada por el veto a los desplazamientos entre comunidades cuando sí están permitidos los viajes internacionales y la llegada de turistas extranjeros, algo que desde el Gobierno justifican con el principio de «reciprocidad». El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, volvió a explicar tras el Interterritorial que dentro de la Unión Europea deben seguirse las recomendaciones comunes, y que la recomendación en estos momentos es evitar limitar los movimientos estableciendo otras medidas. Al respecto, se exige PCR, recordó. «Se considera suficiente exigir la PCR negativa y el cumplimiento de la normativa del territorio español al que lleguen los extranjeros», señaló.

Marlaska comentó que se han desplegado los dispositivos necesarios y precisos para garantizar el cumplimiento de las limitaciones acordadas para proteger la salud pública, «el objetivo prioritario de los poderes públicos, salvar vidas». El pasado fin de semana se desplegaron 162.000 controles sobre personas y vehículos, informó, y se levantaron 9.539 propuestas de sanción ante incumplimientos detectados en estos controles por la Policía Nacional y la Guardia Civil. En Semana Santa se desplegarán 64.200 efectivos para velar por el cumplimiento de la normativa, avanzó. Advirtió, además, el ministro que no es el momento de moverse: «Debemos permanecer en casa y reducir la movilidad al máximo. No cabe todavía planificar desplazamientos de largo recorrido».

Galicia está en un momento «crítico» para evitar la cuarta ola

La tónica general es todavía de estabilidad, pero localidades turísticas como Sanxenxo y Baiona han incrementado su transmisión una semana después del puente de San José

Galicia está ya completamente inmersa en una fase de meseta en la transmisión del coronavirus, con la incidencia a 14 días en el entorno de los 74 casos por cien mil habitantes y la tasa a siete días en 35, con los hospitales en fase 1 de los planes de contingencia y con la presión asistencial descendiendo aunque cada vez más lentamente. Y sin embargo, el momento es crítico. Es la palabra que ha utilizado Pedro Rascado, intensivista del CHUS y miembro del comité clínico que asesora a la Xunta sobre la pandemia: cualquier paso en falso, y más en las fechas que se acercan, puede hacer cambiar la tendencia y llevar a Galicia a una cuarta ola.

El llamamiento a la prudencia ha sido de nuevo la tónica en la comparecencia posterior a la reunión del comité clínico que ha actualizado el mapa de restricciones, que deja dos concellos en nivel máximo (Maside y Beade) y otros siete en nivel alto de restricciones, incluyendo dos localidades turísticas como Sanxenxo y Baiona. La evolución de ambos municipios ha sido el ejemplo que ha puesto la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, para incidir en que la responsabilidad tiene que ser total durante estas vacaciones.

En solo una semana, con el puente de San José incluido, Sanxenxo ha pasado de tener ocho casos en siete días a 24, es decir, su incidencia acumulada ha pasado de 45 casos por cien mil a 138.

Lo mismo ha ocurrido con Baiona. En la semana del 15 de marzo, la incidencia a tres y siete días era cero, y en los 14 días previos solo se habían registrado dos contagios. El 22 de marzo, a 3 días ya había 13 casos, y 18 a siete días. Se ha pasado de una incidencia de cero casos a más de 148 por cien mil habitantes en siete días y a las puertas de Semana Santa

El conselleiro de Sanidade ha vuelto a insistir en la necesidad de limitar al máximo la movilidad que no sea inaplazable para evitar un nuevo repunte de contagios. De momento, solo se puede hablar de estabilidad general. El 45 % de los concellos no han notificado casos en los últimos 14 días y 184 llevan libres de covid durante la última semana.

Las tasa de incidencia en la siete ciudades van de los 150 casos por cien mil a 14 días de A Coruña, que ha registrado 76 casos por cien mil habitantes durante los últimos siete, a los 16 y 10 casos por cien mil de Lugo y Ourense en una semana.

Lo mismo ocurre con las áreas sanitarias. A Coruña sigue siendo la que mayor tasa de transmisión presenta, todavía con incidencias de 120 casos por cien mil habitantes, mientras que el área compostelana es la que tiene las tasas más bajas, de 38 casos por cien mil habitantes en las últimas dos semanas.

La tasa de positividad se ha mantenido en la última semana en la mitad de lo que la OMS recomienda para tener un brote bajo control. El 2,54 % de las pruebas diagnósticas han tenido resultado positivo y Galicia sigue siendo una de las comunidades con mayor tasa de pruebas por cien mil habitantes. Mientras la media de España no llega a las 1.500, Galicia está en el entorno de las 1.900 pruebas por cada cien mil habitantes.

La política de cribados intensivos continuará esta semana en aquellos municipios que tienen mayores tasas de transmisión, como Beade. La semana pasada, más de 25.000 gallegos fueron citado para participar en los screenings, y el 75 % acudió a hacerse la prueba, lo que es una tasa de adherencia alta. De las más de 20.000 pruebas realizadas, unas 16.000 fueron PCR en saliva.

El descenso de la transmisión se ha ralentizado en el conjunto de Galicia, con una caída diaria del 1,3 % (frente al 7 % que llegó a registrar tras el pico de la tercera ola) y esa fotografía se repite también en la presión asistencial. La curva se aplana y de hecho, el 7,16 % de las camas de críticos son pacientes covid, con un descenso del 35 % en la última semana. En las plantas, la ocupación es del 2,6 % de pacientes con coronavirus y el descenso semanal es del 17 %.

Los circuitos de urgencias también respiran. El 11 % de los pacientes llegan con sospecha de covid-19 (en lo peor de la tercera ola llegó a superarse el 50 %) y el nivel de atención es, en líneas generales, el mismo a estas alturas del año si no hubiese pandemia. Hay dos excepciones, aunque el incremento de afluencia no es preocupante: A Coruña y Ferrol. El 061 recibe unas 2.700 llamadas diarias y menos del 10 % se codifican como consultas relacionadas con covid

Los planes de contingencia siguen activos y todas las áreas están en fase 1 tanto en planta como en críticos. La recuperación de la actividad quirúrgica es plena e incluso se inicia la recuperación de la cirugía reprogramada. «A evolución é boa» y un reflejo de la situación de la pandemia a día de hoy en Galicia, resumía José Flores, gerente del Sergas.