Cerdeña resiste frente a la preocupante explosión del covid-19 en casi toda Italia

valentina saini ROMA / E. LA VOZ

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Test rápidos en el aeropuerto de Cálgari, en Cerdeña
Test rápidos en el aeropuerto de Cálgari, en Cerdeña FABIO MURRU

Los sardos mantienen bajos índices de incidencia pese a la llegada de sus vecinos de la península a pasar las vacaciones

28 mar 2021 . Actualizado a las 10:53 h.

De las veinte regiones que componen la República de Italia, Cerdeña es la que está más cerca de acabar con el covid-19. En el último mapa del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, la isla del mar Tirreno es la única región italiana que no aparece roja ni roja oscura, sino naranja. De hecho, el Gobierno de Roma la había clasificado como la única zona blanca de Italia. Hasta el domingo 21 de marzo.

«Estamos en la zona naranja ahora, pero se ha tomado esta medida sobre todo para proteger a Cerdeña de la embestida de los italianos del norte que tienen aquí una casa en la playa», explica a La Voz un funcionario del gobierno regional sardo. «Se acerca la Semana Santa y hay que defender la isla de quienes no respetan los sacrificios de los sardos para vencer el virus», explica.

Según una ordenanza del Ministerio de Sanidad, Cerdeña tiene «un nivel de riesgo moderado» y una incidencia semanal de contagios inferior a 50 casos por cien mil habitantes. La isla sería aún más segura, si no fuera por los residentes de otras regiones que tienen allí su casa para las vacaciones, y que en los últimos días han viajado a Cerdeña para vivir como si el covid-19 no existiera.

Resultados ineficaces

«Estas últimas semanas ha habido un flujo repentino de personas que querían huir del confinamiento y pasar la Semana Santa en Cerdeña» explica Michele Carrus, secretario regional del sindicato CGIL. «El presidente de Cerdeña, Christian Solinas, intentó introducir sistemas de control en puertos y aeropuertos, pero han resultado ineficaces». Hace días, añade Carrus, «emitió una ordenanza más restrictiva, pero muchos de los 300 mil italianos del norte propietarios de casas en la playa han venido, a un ritmo de casi mil al día. Muchos de ellos eludieron los controles y luego resultaron positivos cuando la policía los controló por casualidad, algunos días después».

Giampiero Muggiano, responsable de sanidad hospitalaria del partido liberal Sardegna in Azione, confirma: «Hemos visto a italianos del norte llegar, hacer el test, y luego desaparecer antes de que se les comunicara el resultado. Lamentablemente, algunos de ellos ya se habían alejado un centenar de kilómetros cuando sus tests resultaron positivos».

«La defensa de la zona blanca se había convertido casi en una bandera, un motivo de orgullo para la región» afirma Eugenia Tognotti, profesora de Historia de la medicina en la Universidad de Sassari. «Muchos sardos se indignaron profundamente por los contagios provocados por los propietarios de casas de vacaciones, interpretándolos como una de las muchas injusticias sufridas por la isla».

Hoy solo se puede acceder a Cerdeña por comprobadas necesidades laborales, situaciones de necesidad o motivos de salud; los milaneses o veroneses propietarios de casas de vacaciones en el exclusivo norte de Cerdeña ya no pueden pisar la isla.

Test y aislamiento

Si Cerdeña está menos afectada por el covid-19, es también porque el presidente de la región pidió la colaboración de Andrea Crisanti, profesor de microbiología originario de Roma, y héroe de la lucha al c ovid-19. «La estrategia que adoptamos fue analizar sistemáticamente comunidades enteras con tests de antígenos, y aislando a todas las comunidades con brotes activos. Esto ha llevado a una fuerte reducción del número de casos» dice a La Voz. Para el profesor, «Cerdeña es ahora una zona naranja, pero viendo a los datos disponibles creo que la semana que viene volverá a ser zona blanca».

Crisanti también opina que bloquear a los que quieran pasar sus vacaciones de Semana Santa en Cerdeña es lo correcto. «No puede ser que se haga un esfuerzo inmenso, y luego no se establezcan criterios para proteger la isla». Pero, por supuesto, Cerdeña necesita a los turistas de Italia, vitales para la economía local. Patrizia tiene un B&B en Olbia, en el norte de la isla. «Hemos tenido cero reservas desde el otoño» dice. «Es duro».

Edoardo Cigni es el director de un portal de alquiler de casas de vacaciones en Cerdeña. Cuenta que «el 2020 fue muy difícil. En verano hubo una pequeña recuperación del turismo y de los alquileres, pero todo se interrumpió bruscamente hacia finales de agosto, cuando volvieron a subir los contagios, también debido a la apertura de las discotecas». Por eso los sardos esperan que las cosas mejoren en el resto de Italia. Para poder recibir a los turistas este verano, pero no como hasta ahora, sino con mucha más seguridad.