El atacante del Capitolio era un joven con problemas mentales y seguidor de la Nación del Islam

La Voz REDACCIÓN

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Agentes recogen pruebas en el zona donde el atacante estampó el vehículo contra una barrera que defiende el Capitolio
Agentes recogen pruebas en el zona donde el atacante estampó el vehículo contra una barrera que defiende el Capitolio ERIN SCOTT | Reuters

La Policía descarta que se trate de un atentado terrorista

03 abr 2021 . Actualizado a las 22:55 h.

Apenas tres meses después del asalto de los seguidores de Donald Trump al Capitolio, y a unos días del repliegue del grueso de la Guardia Nacional, Noah Green estampó el viernes su coche contra una barrera de seguridad vigilada por dos agentes y los atacó con un cuchillo, dejando a uno de ellos muerto y al otro herido, antes de ser abatido mortalmente a tiros.

El atacante no era conocido por la policía de Washington, que elude calificar el suceso como atentado terrorista, según confirmó el jefe de la Policía Metropolitana de Washington DC, Robert J. Contee III. «No parece estar relacionado con el terrorismo, pero obviamente continuaremos investigando», indicó.

Pero ¿Quién es Noah Green y qué motivo su ataque? De 25 años y raza negra, era un joven en paro con problemas de salud mental y pensamientos suicidas. Se graduó con una licenciatura en finanzas de la Universidad Christopher Newport (Virginia), en el 2019, e incluso formó parte de su equipo de fútbol americano, antes de convertirse en un devoto musulmán y desarrollar tendencias paranoicas. En su cuenta en Facebook, se describe como un seguidor del movimiento islámico negro de EE.UU. Nación del Islam y de su fundador, Louis Farrakhan. Confiesa que los últimos años habían sido «duros» y los últimos meses «más duros», y que la fe era su único apoyo. 

Ideas paranoides

Después de perder su trabajo hace unos días, había publicado varios mensajes en las redes sociales en los que aseguraba sentirse vigilado por el Gobierno y la CIA, además de divagar sobre el «fin de los tiempos» y el anticristo. Su familia estaba preocupada por su salud mental desde sus tiempos en la universidad, en los que coqueteó con las drogas. Su hermano, Brendan Green, contó a The Washington Post que el jueves, un día antes del ataque, había estado muy enfermo en el apartamento que comparten en Covington (Virginia). Esa misma noche, después de irse, le envió un mensaje desconcertante: : «Lo siento, pero me voy a ir, viviré y me quedaré sin hogar... Gracias por todo lo que has hecho. Te admiraba cuando era niño. Me inspiraste mucho». 

Según la CNN, en Instagram escribió que creía que el Gobierno federal lo estaba atacando con «control mental» y subtituló un vídeo: «¡El Gobierno de es el enemigo número uno de los negros!». Hace varios meses, Green voló a Botsuana, en donde comentó a su hermano que había intentado saltar frente a un coche.

El presidente Biden y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ordenaron que las banderas en la Casa Blanca y en el Congreso ondearan a media asta por el agente fallecido Billy Evans, el sexto miembro de la fuerza policial del Capitolio que muere en cumplimiento del deber en pocos meses.