Podemos incurrió en gastos irregulares por 248.868 euros en la campaña electoral del 2019

La Voz REDACCIÓN

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Urnas de las elecciones generales del 10 de noviembre del 2019 en Burela
Urnas de las elecciones generales del 10 de noviembre del 2019 en Burela PEPA LOSADA

El PP reseñó 90.592 euros de operaciones ordinarias como partida electoral y el PSOE destinó más de 70.000 euros en medios de comunicación antes del tiempo establecido, según el Tribunal de Cuentas

05 abr 2021 . Actualizado a las 19:06 h.

El Tribunal de Cuentas considera que Unidas Podemos incurrió en «gastos irregulares» en la campaña de las elecciones generales del 2019, una pequeña parte de los cuales, 9.406 euros, corresponden a gastos con «justificación insuficiente» y otros 239.462 a gastos publicitarios previos a la campaña electoral.

Estos datos figuran en el informe que el órgano fiscalizador acaba de publicar sobre la contabilidad de las formaciones políticas derivada de los comicios del 2019, y de cara a las subvenciones públicas a las que tienen derecho para costear los diversos aspectos de la campaña electoral, según informa Efe.

En el caso de Unidas Podemos, el Tribunal constata que sus gastos electorales ordinarios justificados ascendieron a 2.376.086 euros y advierte que para considerar las subvenciones la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) no se pueden computar los anteriores al inicio de la campaña, de modo que excluye los casi 250.000 euros considerados irregulares de las ayudas públicas.

Además, la formación morada computó 24.390 euros como gastos electorales cuando obedecían a operaciones ordinarias no subvencionables y consignó 128.368 euros como gastos de propaganda electoral cuando en realidad correspondían a ordinarios, por lo que el Tribunal de Cuentas ha procedido a su «reclasificación» para calcular cuál es el importe sujeto a subvenciones.

El informe recoge las alegaciones de Unidas Podemos, que sí entiende que la publicidad en redes sociales debe considerarse como incluida en los gastos subvencionables, a lo que el Tribunal de Cuentas responde que no presentaba candidatos ni programa sino que pretendía dar a conocer posiciones políticas y captar voto.

En su contabilidad, la coalición incluyó los «servicios de estilismo a los candidatos» como dentro de la campaña, pero el órgano fiscalizador apunta que «dicha categoría de gasto no se entiende incluida en ninguno de los conceptos» recogidos en la Loreg.

Por otro lado, el documento detecta pagos de tesorería fuera de plazo por 10.222 euros, reseña que cuando presentó sus cuentas tenía pendiente de pago 194.821 euros e identifica a tres proveedores de prestación de servicios o adquisición de bienes, como Ifema o Facebook, que facturaron 832.867 euros y no informaron al Tribunal de Cuentas, algo que también incumple la normativa electoral.

En su conjunto, el informe destapa 531.912 euros sin naturaleza electoral, pese a que los 22 partidos analizados los declararon como tales; la mayoría corresponden a las formaciones que obtuvieron mayor representación parlamentaria en las elecciones de 2019.

Así, el PP reseñó 90.592 euros de operaciones ordinarias como gastos electorales, sin que según el Tribunal de Cuentas tuvieran esa consideración. Y al revisar los envíos de propaganda electoral deduce que 82.812 euros correspondían también a operaciones ordinarias y 59.320 no eran gastos electorales.

En el caso del PSOE, el Tribunal observa que 71.195 euros dedicados a publicidad en medios de comunicación lo fueron antes de la campaña, por lo que no son subvencionables, siguiendo el mismo criterio aplicado a Unidas Podemos. Otros 39.845 euros pertenecen a un exceso en la estimación de los intereses de gastos financieros para costear la campaña y por tanto quedan fuera de esta consideración, como sucede con otros 33.457 euros y con operaciones ordinarias por valor de 12.199 euros.

La contabilidad del PSC, independiente del PSOE, también revela, siempre según el informe, que 112.745 euros en operaciones ordinaria que no son gastos electorales.

En cuanto a Ciudadanos, sus gastos ordinarios rechazados como electorales por el Tribunal de Cuentas ascienden a 74.366 euros, a los que se suman 42.450 consignados como envíos de propaganda electoral que no tienen tal consideración.

También desestima computar como gastos subvencionables 66.503 euros de Vox por publicidad en medios previa a la campaña y en televisiones privadas; además, no computa como gastos electorales otros 52.431 euros de operaciones ordinarias.

Vox es el único partido para el que el Tribunal de Cuentas propone reducir su subvención electoral en el doble de los gastos declarados irregulares, esto es, en 72.600 euros. Esta cantidad resulta de duplicar los 36.300 euros que el partido contrató en emisoras de televisión privada, algo que no está permitido por la normativa, según subraya el informe.

En total, los partidos políticos que concurrieron a las últimas elecciones generales, celebradas en noviembre del 2019, se gastaron 49 millones de euros en campaña electoral, de los que 38,3 millones procedían de aportaciones privadas y 21,5 millones de créditos bancarios.