Sócrates será juzgado por blanqueo y falsedad documental pero queda libre de cargos de corrupción

Begoña Íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

ANTONIO COTRIM | EFE

La Fiscalía atribuía al ex primer ministro luso un total de 31 delitos

10 abr 2021 . Actualizado a las 10:05 h.

Tras seis años y medio de investigación, el ex primer ministro luso José Sócrates ha sido absuelto de 25 de los 31 delitos que le imputaban. El político socialista fue detenido por sorpresa en el aeropuerto de Lisboa el 22 de noviembre del 2014 por sospechas de corrupción por valor de 34 millones de euros, abuso de poder, blanqueo de capitales y falsificación de documentos. Pasó nueve meses en prisión preventiva y finalmente fue imputado por 31 ilícitos penales, por el primer juez del caso, Carlos Alexandre.

Sócrates fue exonerado este viernes de responsabilidad, junto a su testaferro y amigo, Carlos Santos Silva, de la mayoría de esos cargos, entre ellos todos los de corrupción, algunos ya prescritos, y solo será juzgado por tres de blanqueo de capitales y tres de falsificación de documentos, junto a Santos Silva.

De los otros 16 imputados y 9 empresas en el denominado macrocaso Marques, tan solo se juzgará al expresidente del Banco Espírito Santo (BES) Ricardo Salgado, por tres crímenes de abuso de confianza; al exadministrador de la Caixa Geral de Depósitos Armando Vara, por blanqueo de capitales; y al conductor João Perna por posesión ilegal de armas. Salgado no será juzgado por corrupción, al haber prescrito el plazo de la acusación.

La decisión, hecha pública por el juez instructor del macroproceso, Ivo Rosa, en una larga sesión, ha caído como un jarro de agua fría en la opinión pública lusa. La investigación partía, según la Fiscalía lusa y el primer instructor, de una supuesta red de corrupción y de blanqueo de capitales activa entre el 2005 y el 2011, cuando Sócrates gobernaba, para favorecerle a cambio de concesiones de contratos a importantes grupos empresariales para la construcción del tramo del AVE de Poceirão hasta la frontera con Badajoz; para beneficiar al grupo Lena, de Armando Vara, con varios contratos sustanciosos con el Gobierno venezolano; y a Portugal Telecom y al Banco Espirito Santo, que se encargaría de transferir importantes cantidades de dinero a las cuentas que el empresario, amigo y testaferro de Sócrates, Santos Silva, tenía en Suiza y a través de las cuales entregaría a Sócrates importantes cantidades de dinero.

El juez Rosa no ha encontrado indicios de corrupción en los contratos con el Gobierno venezolano, en la adjudicación del concurso para construir el tramo del AVE, ni abuso de poder por parte de Sócrates en la OPA de Sonae a PT; aunque ha dudado en las transferencias millonarias que salieron del BES hacia las cuentas de Santos Silva en Suiza, pero el delito, como reconoció, prescribió en el 2015. Rosa también tiene sospechas sobre los 1,7 millones de euros que Santos Silva transfirió a José Sócrates, que no fueron declarados a la Hacienda lusa, pero no lo considera delito de fraude fiscal.

El instructor ha criticado duramente la investigación inicial, llevada a cabo por el juez Carlos Alexandre, y por la Fiscalía. Tras conocer la decisión del juez Rosa, el fiscal Rosário Teixeira ha confirmado que la Fiscalía lusa recurrirá el fallo en el Tribunal de Relación de Lisboa, de segunda instancia, lo que puede hacer retrasarse la celebración del juicio.

Sócrates, que estuvo presente en la sala, denunció al término de la sesión «la gran injusticia» cometida con él: «La decisión del juez instructor demuestra que mi Gobierno no fue corrupto y que no hay ninguna red de corrupción». Y añadió: «Soy inocente y he sufrido una manipulación política y periodística sin precedentes en Portugal». El ex primer ministro ha insistido en su inocencia, también en los seis crímenes que aún se le imputan por blanqueo de capitales y falsificación de documentos.