Añez cumple un mes en la cárcel mientras Evo Morales evalúa su derrota en las regionales

Héctor Estepa LIMA / E. LA VOZ

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Carolina Ribera (derecha) participó en la manifestación en La Paz para exigir la libertad de su madre, Jeanine Áñez
Carolina Ribera (derecha) participó en la manifestación en La Paz para exigir la libertad de su madre, Jeanine Áñez Martin Alipaz | Efe

El partido del expresidente boliviano, obligado a una reestructuración interna

15 abr 2021 . Actualizado a las 08:52 h.

Se cumple un mes del encarcelamiento de Jeanine Áñez en Bolivia, mientras el partido de Evo Morales digiere su derrota en las elecciones regionales del pasado domingo. La expresidenta interina distribuyó el martes una carta manuscrita desde el penal de Miraflores, donde permanece, después de ser detenida el pasado 13 de marzo, tras ser acusada de dar un golpe de Estado al Gobierno del líder indígena, durante las fallidas elecciones del 2019.

«Hace un mes que estoy presa, en manos de la dictadura, por un delito que no cometí y que nunca ocurrió, un mes en el que la dictadura ha demostrado ser muy buena en la persecución política y muy mala en la vacunación contra el virus», escribió Áñez, en una carta que fue difundida en una manifestación en la que sus seguidores exigieron su puesta en libertad y la de dos de sus exministros, también detenidos.

Pero los cargos contra Áñez podrían incluso aumentar, y no parece cercana su salida de prisión, en un momento, además, en el que el oficialismo se encuentra presionado por sus recientes resultados electorales.

El Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Morales y del actual líder del país Luis Arce, perdió la segunda vuelta celebrados el domingo en los departamentos de La Paz, Tarija, Pando y Chuquisaca. Gobernará tan solo en tres de las nueve regiones del país, un resultado muy por debajo del esperado de una formación que sí consiguió ganar por mayoría absoluta en las presidenciales de finales del 2020 y que consiguió el 70 % de las alcaldías, aunque solo una de las diez capitales del país.

Morales admitió que «los resultados dejan mucho que desear» y llamó a una reunión de emergencia para evaluar los próximos pasos de su partido. Parte de la dirigencia ya ha filtrado a los medios que se aproxima una etapa de reestructuración interna.

Parte de las bases del MAS y de los analistas achacan la derrota al «dedazo» de Morales a la hora de elegir a los candidatos a las gobernaciones, sustituyendo a candidatos muy populares por sus propias opciones personales.

De hecho, en parte de las regiones perdidas por el MAS, se impusieron candidatos muy cercanos al oficialismo, o que incluso fueron dirigentes del partido, como Damián Condori en Chuquisaca, o Regis Ritcher, en Pando.

Esa ola fue iniciada por la ex líder del partido en el Senado, la aimara Eva Copa, que triunfó en El Alto, un importante bastión del MAS, después de haber roto con Morales y la formación donde había desarrollado su carrera política.

Copa se presentó a los comicios dentro del partido de corte indígena Jallalla, que también ha ganado ahora la gobernación de La Paz, con el médico Santos Quispe, hijo del histórico dirigente campesino, Felipe Quispe, el Mallku, que falleció en precampaña.

En sectores del MAS hay inquietud por el efecto que el dedazo de Morales habría jugado en la expansión de un partido que era minoritario hasta hace unos meses.

La población «espera renovación, cambios de la política, que los políticos cumplan con su palabra y dejen de lado la discriminación, el racismo y el separatismo», señaló Copa tras conocer los resultados del domingo, denunciando que hay una «cúpula del MAS que se cree todopoderosa».

Morales se mostró, por otro lado, complacido con la victoria del ultraizquierdista Pedro Castillo en la primera ronda de las presidenciales peruanas, celebradas el sábado, generando críticas en el país vecino por un supuesto intervencionismo.