La CUP se ofrece a entrar en el Gobierno catalán si se alcanza un «acuerdo profundo»

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN / LA VOZ

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Los diputados de la CUP Xavier Pellicer, Basharat Chqngue, Eulalia Reguant, Carles Riera y Dolors Sabater, este jueves en rueda de prensa
Los diputados de la CUP Xavier Pellicer, Basharat Chqngue, Eulalia Reguant, Carles Riera y Dolors Sabater, este jueves en rueda de prensa Quique García | EFE

JxCat afirma que hay que «desmitificar» la propuesta que les ha remitido ERC

19 abr 2021 . Actualizado a las 12:14 h.

La negociación para la formación de un nuevo gobierno en Cataluña sigue sin dar pasos definitivos,un diálogo inmerso en la fase de gestos e intenciones. Ayer, la CUP, un partido que se declara antisistema, no se cerró a la posibilidad de poder entrar a formar parte de un hipotético ejecutivo nacionalista. El secretario tercero de la Mesa del Parlamento, Pau Juvillà, afirmó que se trata de un debate que no está cerrado pero puso como condición que se llegue a un acuerdo con los republicanos que sea «suficientemente profundo y suponga una «voluntad de transformación».

Juvillà reivindicó la «actitud proactiva» que está manteniendo la CUP después de las elecciones para alcanzar un pacto con ERC que se ha plasmado en un programa de diez puntos que contempla el «nuevo embate democrático por la autodeterminación» en el que caso de que no llegar a un acuerdo con el Gobierno central antes del 2023. «El referendo lo tenemos que meter en este proceso de acumulación de fuerzas y de sumas de desobediencias institucionales en los diferentes planos, no solo en el Parlamento, acompañadas de acción de calle», sostenía ayer de nuevo Juvillà.

El pacto con ERC incluye además un amplio catálogo de medidas de corte social y «un nuevo modelo de policía en Cataluña». Desde la CUP reconocen el entendimiento inicial con los republicanos, no así con Junts, ni mucho menos con Puigdemont, el hombre que desde el exilio pretende coordinar la estrategia del independentismo a través del consejo de la república, una organización paragubernamental que no es del agrado de los antisistema ni de los republicanos.

Las negociaciones entre ERC y Junts para la investidura entraron en una nueva fase, después de que se hayan empezado a implicar directamente los dos primeros espadas de cada una de las formaciones. Pere Aragonès, candidato republicano a la presidencia de la Generalitat, y Carles Puigdemont, expresidente y máximo ejecutivo de Junts, mantuvieron recientemente una conversación para tratar de desencallar la formación de gobierno, según desveló el dirigente de ERC.

Pero este viernes, la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi rebajó las expectativas y «desmitificó» la propuesta global de la que hablaron Aragonès y Puigdemont, formalizada en un documento que incluye la estrategia independentista, el programa del Ejecutivo, la estructura del gobierno —que no entra en el detalle de que departamentos debe dirigir cada partido—, y los mecanismos de coordinación para mejorar la relación del gobierno de coalición.

«Quería desmitificar el documento de ERC, porque no es más que un compendio de los textos que nos hemos intercambiado. Y es evidente que lo responderemos», aseguró. Según Artadi, la prioridad de su partido es buscar un buen acuerdo porque siempre les ha interesado más «el resultado final que no ir marcando perfil cada semana».

«El texto último que nos envía ERC no es una gran sorpresa —reiteró Artadi—. No hay ningún elemento nuevo que no supiéramos». A pesar de todos los matices, la vicepresidenta de Junts considera que el acuerdo con los republicanos «está más cerca», pero lo sustancial queda por definir, según Junts.