4M: Sánchez echa un pulso a Ayuso

ACTUALIDAD

J. Hellín | Europa Press

La irrupción del presidente del Gobierno aumenta el impacto nacional de las elecciones de Madrid. Pablo Iglesias se lo juega todo; Unidas Podemos, mucho

18 abr 2021 . Actualizado a las 10:59 h.

Las elecciones en la Comunidad de Madrid van a tener un fuerte impacto en el escenario nacional. La irrupción de Pedro Sánchez en la campaña convierte el 4M en un duelo con Isabel Díaz Ayuso, en el que esta parte con ventaja, según las encuestas. El anuncio de que la ministra de Industria, Reyes Maroto, sería la vicepresidenta económica de Ángel Gabilondo si forma gobierno contribuye aún más a dar a estos comicios un carácter nacional. En el espacio de centroderecha, todo indica que empezará el proceso de reagrupamiento en torno al PP como partido hegemónico. Los expertos consultados por La Voz analizan todos estos factores.

LA IRRUPCIÓN DE SÁNCHEZ

Duelo cara a cara con Ayuso. «El hecho claro de haber tomado las riendas de la campaña en Madrid supone, en sí mismo, para Sánchez emitir un signo de debilidad política», estima Carlos Barrera. «La iniciativa en la agenda y en los marcos de referencia la ha tomado Ayuso», explica. «Significa además visibilizar la confrontación como una lucha entre él y la presidenta madrileña, opacando al verdadero candidato, Ángel Gabilondo», continúa. En su opinión, esto «conlleva el riesgo de que, en caso de batacazo electoral, las principales culpas van a ir dirigidas a él». Al contrario, «si le sale bien la jugada y consigue que Ayuso no siga como presidenta, se adjudicaría el tanto». 

Según Santiago Martínez, «la irrupción de Sánchez era inevitable tratándose de la Comunidad de Madrid, máxime cuando la campaña de Gabilondo necesita de cualquier elemento que permita impulsarla; y él es el presidente del Gobierno, por lo que puede ayudar a marcar el timing de campaña». Pero «otra cosa es que al hacerlo, haya podido ensombrecer un tanto a Gabilondo, y por otro lado haya entrado en el frame (marco) de Ayuso, la libertad y los ataques a su gestión durante la pandemia».

Además, contribuye «a establecer una polarización de campaña entre PSOE y PP, aunque sea a costa de su candidato y de su gestión propia como presidente, para evitar la polarización Ayuso-Iglesias». Para el consultor político, lo ha logrado en parte, ya que «el efecto Iglesias no parece lograr el enorme tirón que necesita para liderar la campaña, y ya no digamos un futuro gobierno de la izquierda en Madrid». 

IMPACTO EN EL PP

Ayuso puede convertirse en alternativa. «El presumible rotundo éxito de Ayuso podría plantear una alternativa a Pablo Casado al frente del partido», sostiene José Rama. «No olvidemos que Ayuso tiene como oposición a Sánchez, incluso ha conseguido que Iglesias ‘vuelva' a Madrid, y parece un verso suelto en el PP, como Feijoo», concluye. Para Magda Gregori, «si Ayuso consigue buenos resultados, puede dificultar las cosas a Casado, teniendo en cuenta el congreso nacional del partido al otoño». Barrera estima, sin embargo, que «si se cumplen los vaticinios demoscópicos, el 4M significaría un subidón de autoestima para el PP, del que está muy necesitado; y también un respaldo a la política, ya iniciada antes de la convocatoria electoral, de agrupamiento del voto del centroderecha, que podría reproducirse en otros territorios». En este sentido, «Casado saldría ganando, pues no hay que olvidar que Ayuso está ahí por él, aunque luego haya tenido que ‘currárselo'».

En opinión de Martínez, «una mejora sustancial en diputados fortalecería el discurso de Ayuso, y el PP podría usarlo para legitimarse como el claro discurso opositor a Sánchez, algo que beneficiaría a Casado». Pero «una victoria muy cercana a una mayoría absoluta, sin duda reforzaría enormemente la figura de Ayuso y Casado empezaría a tener algo que hasta ahora solo ocurre con Feijoo, que es barones territoriales que puedan condicionar o marcar su discurso, así como exigencias de cuotas de poder dentro del partido». Al contrario, «la pérdida de la presidencia de Madrid sería la puntilla para el PP, tras la gran derrota en Cataluña, y dejaría muy tocado a Casado».

CENTRODERECHA

El inicio del reagrupamiento. «Todo apunta a que van a ser unas elecciones de antesala de lo que se aproxima a nivel nacional», afirma Rama. «Esto de que Madrid es un laboratorio de lo que luego pasa en elecciones generales ya lo vimos en otras ocasiones, en las que los partidos de ámbito estatal experimentan subidas y bajadas muy homogéneas en ambas arenas electorales», explica. De este modo, «serán el primer pistoletazo para la concentración en el PP del centroderecha, pero Vox seguirá siendo el canalizador del voto de la derecha más radical».

«Si Vox consigue buenos resultados y son determinantes para formar gobierno con Ayuso se verá con más fuerza para seguir aglutinando los votos, algunos provenientes de Ciudadanos», opina Gregori. «Marcará tendencias respecto a la redistribución del espacio político del centroderecha», señala Barrera. Sostiene que «Vox salió reforzado de las elecciones catalanas, pero en Madrid puede ser opacado por Ayuso». La gran incógnita «es qué pasará con Ciudadanos, si no obtiene representación en Madrid, el voto útil huiría al PP, sobre todo, y algo a Vox». En opinión de Martínez, para Cs «estas elecciones pueden suponer ya el último coletazo con el que podría desmoronarse y descomponerse».

GOBIERNO Y PSOE

Reto a la estabilidad. Rama señala que «la visibilidad de Madrid es notable, y el éxito de la dicotomía maniquea comunismo o libertad pueden ser un primer reto para la estabilidad de la coalición entre PSOE y Unidas Podemos». Pero Gregori no cree que «un fracaso de Gabilondo tenga un efecto directo para Sánchez». «Si el PP pacta con Vox, el PSOE liderará el discurso de parar a la ultraderecha en el caso de que Unidas Podemos no logre un buen resultado», dice Martínez. «Si Iglesias fracasa, el Gobierno verá debilitado a su rival dentro de la izquierda mientras se mantiene el PP en la derecha, por lo que en el corto medio plazo, el PSOE saldría mejor posicionado paradójicamente, pese a una posible victoria del PP», explica.

Según el profesor Barrera, «tras el fiasco de las mociones de censura en Murcia y Castilla y León, un triunfo del PP en Madrid sería otro golpe a la estrategia socialista, a quien interesa la supervivencia de Ciudadanos», pues si no es así «el posible giro al centro pensando en las próximas generales carecería de asidero».

Pablo Iglesias se lo juega todo; Unidas Podemos, mucho 

¿Cómo pueden repercutir los resultados de las elecciones madrileñas en UP y en su líder? «Si el salto de Iglesias a la política autonómica no consigue los resultados esperados para convertir a UP en fuerza hegemónica a la izquierda del PSOE; dicho en otras palabras, si Más Madrid le gana la partida, puede ser su tumba política», señala Barrera.

Para Rama, «sin haberse celebrado aún, las elecciones de Madrid ya han tenido un efecto en UP: han evidenciado la fractura de la izquierda radical (Más Madrid y Podemos) y han supuesto un movimiento de retirada de Iglesias al ‘feudo' madrileño». Ahora bien, «si el resultado de Iglesias está muy alejado del de PP y PSOE, todo parecerá indicar que las elecciones madrileñas habrán terminado por enterrar a UP, aunque Iglesias siempre podrá echarse atrás y volver a la política nacional, no sería nada nuevo ...».

En opinión de Gregori, «determinará su capacidad de resistencia, este es un proyecto político que nace en Madrid y que ahora su futuro o su desenlace se juega también aquí». Martínez considera que «necesita un gran resultado, y en todo caso, Iglesias se verá muy debilitado porque baja de primera división estatal a autonómica, abandonando una vicepresidencia. Por tanto, «su resultado es crucial para que pueda tener un discurso de que quiere parar a la ultraderecha en Madrid, pero necesitará un grupo muy fuerte en caso de que no llegue a conformarse un gobierno de izquierda».