La Justicia alemana despeja el último escollo para ratificar el fondo europeo

Pablo L. Barbero E. LA VOZ / BERLÍN

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CHRISTIAN MARQUARDT | Efe

El Constitucional rechaza los recursos contra el plan de recuperación

21 abr 2021 . Actualizado a las 19:19 h.

Alemania tiene, por fin, vía libre para aprobar el plan europeo de reconstrucción diseñado para impulsar la recuperación tras la crisis del coronavirus, los llamados fondos Next Generation, dotados con 750.000 millones de euros. El Tribunal Constitucional Federal desestimó este miércoles una solicitud urgente que buscaba detener el proceso de ratificación de estos fondos, un proceso imprescindible para que el dinero fluya hacia los respectivos países.

«Un examen sumario no reveló ninguna probabilidad de violación» de la ley fundamental, explicó en su página web la máxima jurisdicción del país, que suspendió el proceso de urgencia a petición de un grupo de profesores cercanos al partido euroescéptico Alternativa por Alemania (AfD).

El recurso buscaba bloquear el plan de recuperación europeo y apuntaba principalmente contra el mecanismo que ampara mutualizar la deuda de los países del bloque. Quienes se oponen al texto alegan que la Constitución alemana prohíbe al país compartir el peso de la deuda con otros Estados. Así, en marzo el tribunal prohibió al presidente federal Frank-Walter Steinmeier firmar la ley que ya había sido aprobada en el Bundestag (Cámara Baja) y en el Bundesrat (Cámara Alta) hasta que se tomara una decisión sobre el recurso de urgencia. Esto buscaba evitar de forma preventiva el desarrollo de los acontecimientos.

Evitar daños «irreversibles»

Este miércoles el tribunal levantó dicha prohibición. Los jueces de la Sala Segunda dictaron que un retraso en la entrada en vigor del plan «comprometería el objetivo de política económica». Además, estimó que «los inconvenientes podrían resultar irreversibles», dada la necesidad de incentivar la recuperación frente a la pandemia. Un retraso también conllevaría «fricciones considerables en materia de política exterior y europea». No obstante, el tribunal dijo que estudiará el texto más profundamente.

De momento solo 17 de los 27 Estados de la UE, incluida España, han ratificado la llamada decisión de recursos propios, la legislación que permitirá a la Comisión Europea emitir deuda en los mercados con el respaldo de los márgenes del presupuesto europeo para financiar el fondo de recuperación.

Entre los diez países que faltaban —Alemania, Austria, Hungría, Polonia, Países Bajos, Lituania, Estonia, Finlandia, Rumanía e Irlanda— preocupaba principalmente la situación en Berlín y que el veredicto de la Corte pudiese retrasar la ratificación. Despejada esta vía, la Comisión Europea prevé tener todo listo para acudir a los mercados el 1 de junio y, si para ese mes todos los países han ratificado la legislación, iniciar las emisiones en julio.

Alivio en Bruselas

La Comisión y el Parlamento Europeo celebraron la decisión. «Saludo la decisión del Tribunal Constitucional. La UE mantiene el curso de su recuperación económica tras esta pandemia sin precedentes», dijo en Twitter la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, nada más conocerse la noticia. El jefe de la Eurocámara, David Sassoli, también celebró que tras el veredicto «el camino está despejado para que Alemania finalice la ratificación para financiar el fondo de recuperación de la UE».

El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, consideró en una rueda de prensa que la decisión del órgano alemán es una «buena noticia» porque «refuerza la confianza» en que el proceso de ratificación haya finalizado en todos los Estados miembros de la UE para finales de junio, «lo que permitirá que los fondos empiecen a fluir en julio, por supuesto, sujeto a la aprobación de los planes» nacionales por parte de la Comisión y el Consejo (los Estados miembros).

De momento ningún país ha enviado formalmente su plan a Bruselas, aunque la Comisión espera recibir la mayoría antes de finales de abril o en las primeras semanas de mayo.

El fondo, de 750.000 millones, se desembolsará en forma de transferencias directas y préstamos a los países europeos, sobre todo a los más afectados por la pandemia. La mayor parte, unos 670.000 millones, se destinarán a reformas e inversiones. España será el segundo país que más se beneficiará de los fondos, con unos 140.000 millones.