La campaña se le puede hacer larga a Ayuso si no hay un cambio de guion que le devuelva la iniciativa

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, en un acto de campaña celebrado este lunes en Torrejón de Ardoz.
La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, en un acto de campaña celebrado este lunes en Torrejón de Ardoz. FERNANDO VILLAR

Tras un arranque errático, la izquierda ha encontrado una bandera a la que agarrase con las cartas de amenaza y el PP necesita salir del debate sobre Vox

27 abr 2021 . Actualizado a las 09:19 h.

Si estas fueran unas elecciones autonómicas como cualquiera de las que hemos vivido hasta ahora, el pescado estaría ya vendido. Las diferencias que marcan todos los sondeos -excepto el CIS- resultarían irrecuperables para la izquierda en los seis días que restan de campaña. Y nos encaminaríamos hacia una victoria inapelable de Díaz Ayuso y a un Gobierno en solitario del PP, apoyado por Vox. Pero, con balas y navajas circulando en aparente libertad por los buzones, llegando incomprensiblemente hasta los despachos oficiales, estamos muy lejos de la normalidad. Y a Díaz Ayuso estos seis días se le pueden hacer muy largos.

 De pronto, Una bandera

Un elefante que no se puede ignorar. El PSOE había planteado una campaña errónea, centrada en pescar en un caladero de Cs que estaba seco para la izquierda. Alguien confundió Madrid, donde el voto naranja es de derechas, con Cataluña, donde procede del PSC. Pablo Iglesias parecía perdido. Pero, a mitad de campaña, la izquierda ha encontrado en las amenazas a sus dirigentes una bandera que agitar. Siete balas y una navaja ensangrentada son un elefante demasiado grande como para que el PP trate de ignorarlo.

  La pandemia sale del foco

Ayuso necesita algo más. La pandemia ya no es el foco único del debate. Y el nuevo marco favorece a todos -PSOE, Podemos, Más Madrid, Vox y Cs- menos al PP. Ayuso va a necesitar algo más que dejarse impulsar por la corriente si quiere llegar al 4M con la presidencia asegurada. En la competición tremendista, el «fascismo o democracia» le sirve ahora a la izquierda como némesis del «comunismo o libertad». Y si Ayuso no tiene algo más en la recámara, una semana huyendo de las preguntas sobre Vox es demasiado. El PP necesita un cambio de guion.

 Gabilondo mira atrás

Más Madrid, a por el «sorpasso». La rueda de la campaña ha girado. Pero lo ha hecho para todos. Gabilondo no es el candidato adecuado para una competición tan crispada. Sube la izquierda, pero baja el PSOE. Y los socialistas empiezan a imaginar un sorpasso de Más Madrid. Algo que ha dejado de ser una quimera.