El Ártico enverdece pero lo suficiente

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

ACTUALIDAD

XURXO GAGO

No llega para absorber mucho CO2 , tal y como evidencia un estudio

30 abr 2021 . Actualizado a las 08:57 h.

Un investigación dirigida por científicos de la Universidad de California y la Universidad de Boston revela que el Ártico se está volviendo más verde a medida que el clima se calienta, pero no lo suficientemente rápido como para absorber mucho dióxido de carbono, según publican en la revista Nature Climate Change.

Existía la esperanza de que, a medida que crecieran más plantas en las latitudes árticas y boreales, a medida que el calentamiento del clima hiciera que esas regiones fueran más acogedoras para las plantas, esas plantas fotosintéticas trabajarían para ayudar a secuestrar el dióxido de carbono atmosférico que las ayudó a florecer en primer lugar. Pero esta investigación sugiere que toda la nueva biomasa verde no es un sumidero de carbono tan grande como el esperado.

«¿Podemos confiar realmente en que nos salve del cambio climático? -se pregunta Jon Wang, científico del sistema terrestre de la UCI que dirigió el trabajo junto con el profesor de Tierra y Medio Ambiente de la BU, Mark Friedl-. Una gran pregunta es: ¿Qué pasará con el carbono que actualmente está almacenado en estos bosques como biomasa sobre el suelo ante un clima cambiante?».

La respuesta es que gran parte del carbono no se queda almacenado en las plantas, porque como los incendios y las cosechas de madera en esas latitudes son cada vez más comunes a medida que el cambio climático hace que esas partes del mundo sean más cálidas, más secas y más cultivables a un ritmo que a veces duplica el observado en latitudes más bajas, gran parte de la nueva biomasa verde no está almacenando carbono, sino que se quema durante los incendios forestales.

«Lo que hemos encontrado en general es que en todo este dominio, durante los últimos 31 años, las reservas de carbono han aumentado modestamente -señala Wang-. Calculamos que se han acumulado 430 millones de toneladas de biomasa en los últimos 31 años, pero en todo el territorio habría sido casi el doble si no fuera por los incendios y las cosechas». Wang explica que antes se suponía que el reverdecimiento estaba ocurriendo y que iba a ayudar a reducir las concentraciones de dióxido de carbono que calientan el clima, pero nadie sabía el alcance exacto de esa ayuda.

Para poner a prueba esta hipótesis, Wang y su equipo combinaron los datos de observación de dos misiones satelitales diferentes del Servicio Geológico de Estados Unidos y la NASA, Landsat e ICESat, para poder modelar la cantidad de carbono almacenado en la biomasa en una región de 2,8 millones de kilómetros cuadrados que abarca Canadá y Alaska.