El líder laborista, contra las cuerdas tras el batacazo en las municipales inglesas

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Starmer TOBY MELVILLE | Reuters

Por primera vez en 57 años los conservadores les arrebatan el escaño parlamentario de Hartlepool por 16 puntos de ventaja

08 may 2021 . Actualizado a las 10:10 h.

Cuando Keir Starmer fue elegido líder del Partido Laborista en abril del 2020, muchos en la formación británica creyeron haber encontrado al guía capaz de poner fin a las derrotas electorales que venían sufriendo desde el 2010. El batacazo en las municipales inglesas del pasado jueves no solo ha esfumado esas esperanzas, sino que ha colocado contra las cuerdas a Starmer.

Las encuestas ya vaticinaban que los conservadores del premier Boris Johnson se impondrían en el superjueves electoral. Sin embargo, los primeros datos oficiales del lento recuento de votos han resultado ser para los laboristas peores que los pronósticos más pesimistas.

El caso más simbólico es la pérdida de uno de sus bastiones en el nordeste de Inglaterra: Hartlepool, donde se elegía a un diputado de la Cámara de los Comunes. El amplio triunfo tory por 16 puntos de ventaja pone fin a 57 años de dominio laborista. A este se añadía el fallido intento de recuperar la Alcaldía de Tees Valley, otro de sus antiguos feudos. El alcalde conservador Ben Houchen no solo fue reelegido sino que consiguió el 72 % de los votos, casi triplicando a su rival laborista, Jessie Jacobs.

Boris Johnson celebró con la candidata Jill Motimer el triunfo consevador en Hartlepool.
Boris Johnson celebró con la candidata Jill Motimer el triunfo consevador en Hartlepool. LEE SMITH | Rreuters

Hartlepool y Tees forman parte del llamado muro rojo, zonas desindustrializadas del norte de Inglaterra que eran un tradicional feudo laborista y que en las elecciones generales del 2019 comenzó a ser derribado por los conservadores. Una tendencia que había comenzado tres años antes con su apoyo al brexit en el referendo.

Hasta el recuento de este viernes, los laboristas habían perdido tres ayuntamientos y 129 concejales, mientras los tories habían logrado cuatro concejos más y 129 ediles, informó The Guardian.

Con los primeros resultados oficiales comenzaron a llegar los reproches a la estrategia de Starmer. «No se puede ir a unas elecciones sin un programa, sin explicar qué tipo de sociedad quieres. No puedes enviar a los candidato desnudos», se quejó el diputado John McDonell, cercano al anterior líder laborista, Jeremy Corbyn. Las primeras peticiones de dimisión llegaron de la facción corbynista, pero también hubo voces en el sector centrista como Andrew Adonis, ministro con Tony Blair.

«No se puede ir a unas elecciones sin un programa»

Starmer asumió «toda la responsabilidad» por el batacazo electoral. «Hemos perdido la confianza de los trabajadores», dijo, antes de avanzar que «en los próximos días» anunciará los «cambios» que considera necesarios, sin especificar más.

Los laboristas esperan que los resultados de Gales y Londres sirvan de bálsamo. Aunque en Gales ya habían perdido un escaño y los primeros datos en la capital británica apuntaban a que la diferencia entre el actual alcalde, Sadiq Khan, y su rival conservador, Shaun Bailey, era más ajustada de lo que se preveía. En Escocia los nacionalistas ya tenían 32 escaños asegurados, y parecían encaminados a la mayoría absoluta o a rozarla para buscar otro referendo de independencia.