EE.UU. negocia con Maduro en busca de acuerdos políticos en Venezuela

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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Maduro, durante una comparecencia este miércoles en Caracas
Maduro, durante una comparecencia este miércoles en Caracas

La oposición plantea un calendario para renovar las instituciones en las urnas

13 may 2021 . Actualizado a las 10:01 h.

El juego político en Venezuela se ha desbloqueado, y entre EE.UU. y el régimen de Nicolás Maduro se están produciendo, en suelo estadounidense, negociaciones que a su vez han generado un tsunami hacia abajo, con conversaciones entre portavoces del chavismo y de la oposición, y de los propios opositores entre sí.

El objetivo de Estados Unidos, según dijeron a La Voz fuentes cercanas a las negociaciones, es lograr una redemocratización de Venezuela, que tendría como punto culminante más lejano el 2024, fecha de unas eventuales elecciones presidenciales.

Mientras, el objetivo del chavismo es el levantamiento de las sanciones a las empresas estatales; y el de la oposición, que se le permita ir unida, con garantías y con sus candidatos más fuertes, a los próximos procesos electorales, cuyo orden está por determinar.

Para el régimen, que el martes movió ficha, este año habrá elecciones regionales y municipales, para las que el nuevo presidente del Consejo Electoral, el chavista Pedro Calzadilla, ha ofrecido garantías amplias y la participación de observadores internacionales.

Por su parte, la oposición, representada por Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional electa en el 2015, espera un cronograma que priorice las elecciones presidenciales y parlamentarias, ya que las realizadas en el 2018 y el 2020, respectivamente, carecen de reconocimiento internacional. Guaidó presentó un Acuerdo de Salvación Nacional, pocas horas después de que se hicieran públicas las negociaciones directas entre EE.UU. y el régimen de Maduro.

El opositor afirmó, no obstante, que en las eventuales negociaciones que se abran con el Gobierno, también se tendrá presente a los líderes locales, que quieren acudir a los comicios más próximos, y que se presentará una fórmula que permita ir a la oposición tan unida como sea posible.

Ese acuerdo incluye una negociación con el régimen de Maduro, que ya está en curso, como informó Freddy Guevara, uno de los principales portavoces de Voluntad Popular, partido de Guaidó; la rehabilitación de todos los políticos inhabilitados; y la liberación total de los casi 400 presos políticos que hay en Venezuela.

Estas condiciones fueron puestas en la oferta de elecciones regionales hecha también el martes por el Consejo Electoral, aunque Calzadilla aclaró que no todas dependen de ese organismo.

La declaración de Guaidó fue inmediatamente respaldada por el embajador de EE.UU. en Venezuela, James Story (que ejerce desde Bogotá porque las relaciones entre Caracas y Washington están rotas desde el 2018), así como por Julie Chung, subsecretaria para el hemisferio occidental del Departamento de Estado, y por Juan González, asesor de la Casa Blanca para América Latina. También España ha dado el visto bueno a la propuesta del opositor.

Ataques a Guaidó

Maduro, por su parte, siguió azuzando verbalmente a Guaidó, y lo acusó de «querer colarse» en un diálogo en el que no era protagonista principal, aunque lo invitó a sumarse como «uno más». «Nosotros hemos conversado con todos los factores de la oposición. Menos con uno: el extremista y terrorista», señaló el mandatario en rueda de prensa pocas horas después de los anuncios de Guaidó y del Consejo Electoral.

Las mismas fuentes que anunciaron las conversaciones entre el régimen y EE.UU. informaron de que la comunidad internacional está promoviendo negociaciones internas de los partidos de la oposición ilegalizada por Maduro para que vaya unida a las elecciones regionales cuya fecha se anunciará en los próximos días.

Para la comunidad internacional, que ha sustituido su ambición de que Maduro deje el poder por una escalada de acuerdos mínimos que reinstitucionalicen Venezuela a medio plazo, existe el riesgo de que, ante una oposición fragmentada, el chavismo gane con comodidad las elecciones regionales y justifique así un nuevo endurecimiento autoritario.

En el seno del Partido Demócrata de EE.UU., no obstante, existe la certeza de que las sanciones a empresas estatales venezolanas son insostenibles éticamente; más no las sanciones a personas del régimen, que quedan fuera de la negociación y se mantienen.

EE.UU. ha propuesto que cada avance sea correspondido con la retirada de una sanción o un grupo de ellas, y ha señalado, según las fuentes, que una ley de amnistía es fundamental para comenzar a rebajar la presión financiera contra el régimen de Maduro.