Más de 150 republicanos amenazan con crear un partido «anti-Trump»

esperanza balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Liz Cheney, tras ser destituida de su puesto en el Congreso
Liz Cheney, tras ser destituida de su puesto en el Congreso ROD LAMKEY | Europa Press

Piden la vuelta a los ideales de impulso económico y unidad de Lincoln

14 may 2021 . Actualizado a las 12:18 h.

Más de un centenar de antiguos altos cargos republicanos han firmado una carta en la que amenazan con formar un tercer partido si su formación continúa sometida al dominio del expresidente Donald Trump. La iniciativa fue lanzada un día después de que los conservadores votaran para apartar de su puesto de número tres en la Cámara de Representantes a la congresista Liz Cheney por sus críticas a la mentira sobre el fraude electoral en la victoria del demócrata Joe Biden.

La solitaria batalla emprendida por la disidente ha encontrado su estela en este movimiento nacido bajo el lema: «Una llamada a la renovación estadounidense» para reclamar al partido que vuelva a los ideales del impulso económico, la igualdad y la unidad de su fundador Abraham Lincoln. «No podemos quedarnos callados ante el creciente extremismo político. Debemos levantarnos y defender nuestra república», proclaman los 152 firmantes de la misiva, entre los que se encuentran excongresistas, gobernadores, embajadores, secretarios de gabinete y legisladores estatales de las Administraciones de Trump, Ronald Reagan, George H.W. Bush y George W. Bush.

El repliegue de los actuales líderes del Partido Republicano en torno a Trump es visto por sus detractores internos como la claudicación definitiva de la formación «a las fuerzas de la conspiración, la división y el despotismo» que han dominado la política estadounidense durante los últimos cuatro años.

La presencia de Trump parecía desvanecerse durante sus primeros meses fuera de la Casa Blanca y bajo la censura impuesta por las redes sociales. La purga impuesta esta semana a Cheney ha dejado claro que los conservadores están dispuestos a continuar bajo el yugo del culto a la personalidad del magnate, pese a que el precio a pagar sea seguir perpetuando la falsa teoría del robo electoral que provocó el asalto de sus fieles al Capitolio del 6 de enero con el objetivo de boicotear el triunfo de Biden.

Origen de la campaña

La insurrección abrió la guerra de Cheney contra Trump. Fue la más explícita de los siete republicanos que votaron a favor de su impeachment y la censura ha acabado con su liderazgo. La amenaza de acelerar una alternativa política abre la posibilidad de cambiar un sistema que siempre ha favorecido el bipartidismo. Un reto que ni la propia Cheney está dispuesta a asumir.

La congresista por Wyoming ha rechazado la idea de una escisión al considerar que solo lograría dividir los votos conservadores y ayudar a los demócratas en las elecciones. Una resistencia compartida por algunos de los republicanos más duros con Trump que subraya la extrema dificultad de tal revolución política. Tras el castigo, Cheney redobló su apuesta por pelear contra Trump desde dentro en una entrevista en la cadena NBC.

«Este es, creo, el punto de partida de esta batalla», dijo sin entrar a valorar si pretende presentarse a las presidenciales del 2024. Puede contar con el apoyo de los nuevos insurgentes, liderados por Miles Taylor, el exfuncionario de la Administración Trump que escribió un libro y un artículo anónimos sobre los pecados de su jefe.