Chile confía la redacción de su nueva Constitución a los progresistas

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Piñera, en rueda de prensa tras conocerse los resultados electorles
Piñera, en rueda de prensa tras conocerse los resultados electorles Marcelo Segura | Efe

Los electores optan por un cambio de modelo económico y político. La derecha oficialista es la gran perdedora en las elecciones constituyentes

17 may 2021 . Actualizado a las 21:27 h.

Chile le dio el domingo un sonoro portazo al modelo económico y político surgido durante la dictadura de Augusto Pinochet. El progresismo del país arrasó en las elecciones constituyentes y redactará en los próximos meses la nueva Constitución, que sustituirá a la aprobada en 1980 durante el régimen militar.

«Ahora la carga de la responsabilidad recaerá en nosotros, los que hemos luchado por cambios. Ya no se podrá esgrimir la excusa del bloqueo de la derecha. Tenemos el deber histórico de abrir el proceso, que el pueblo participe, ponernos de acuerdo. Humildad y generosidad», expresó el izquierdista Gabriel Boric, líder del Frente Amplio, uno de los vencedores de la noche electoral.

Ganaron los comicios, de forma sorpresiva, los candidatos independientes, de distintas tendencias progresista. Lograron 48 de los 155 escaños de la convención que redactará la Carta Magna, a los que hay que añadir los 17 delegados reservados para representantes de los pueblos indígenas.

La alianza conservadora consiguió apenas 37 escaños, quedando lejos de superar un tercio de los votos, su objetivo principal. Cada artículo constitucional puede ser aprobado con una mayoría de dos tercios de los constituyentes. De esa forma, los defensores del statu quo económico no tendrán poder de veto, y su papel en la elaboración del nuevo texto podría ser testimonial.

«La ciudadanía nos ha enviado un claro y fuerte mensaje, tanto al Gobierno como a todas las fuerzas políticas tradicionales. No estamos sintonizando adecuadamente con sus demandas y anhelos», admitió el presidente chileno, el derechista Sebastián Piñera, tras conocer los resultados de unos comicios con escasa participación. Apenas el 42,5 % de los chilenos acudieron a las urnas, por la pandemia y el desencanto político, según los analistas.

La lista Apruebo Dignidad, de partidos de izquierda como el Frente Amplio y el Partido Comunista, logró 28 constituyentes, superando a los 25 que obtuvo la alianza de centroizquierda de la Concertación, que gobernó el país entre 1990 y el 2010.

Los izquierdistas lograron también importantes victorias en las municipales, celebradas también este fin de semana, junto a las regionales y las constituyentes. Por primera vez la capital, Santiago, será gobernada por el Partido Comunista. Ganó los comicios locales Irací Hassler, de 30 años.

Giro político

Las elecciones muestran un claro giro de política en el país, iniciado durante las protestas de octubre del 2019, que dejaron 30 muertos. El nuevo texto constitucional generará cambios en la organización económica del país.

El modelo de libre mercado ortodoxo es defendido a ultranza por parte de la población, que destaca que Chile se ha convertido en el país con mayor índice de desarrollo humano de América Latina, según la ONU, por encima de Argentina y Uruguay. Pero ese mismo arquetipo es criticado ahora por la gran mayoría de los chilenos, como confirmaron las elecciones del domingo. Consideran que genera amplia desigualdad, además de endeudamiento de los ciudadanos, y reclaman sanidad, educación y pensiones públicas.

Esos objetivos estarán, a buen seguro, sobre la mesa, en una constituyente en la que también se debatirá el modelo de Gobierno y que, a buen seguro, reducirá los poderes del presidente y la centralización del país. Chile podría pasar a tener un modelo semipresidencialista y algunos ni siquiera descartan el parlamentarismo, tras unas elecciones que han supuesto un terremoto político para el país.