La postura de EE.UU. impide a la ONU una llamada unánime al alto el fuego en Oriente Medio

mario villar NACIONES UNIDAS / EFE

ACTUALIDAD

El secretario general de la ONU, António Guterres
El secretario general de la ONU, António Guterres JASON SZENES | EFE

Israel lanzó su ataque más letal con un bombardeo que causó 42 muertos

17 may 2021 . Actualizado a las 08:38 h.

Israel y Palestina intercambiaron este domingo acusaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde la mayoría de las potencias reclamaron un fin inmediato de las hostilidades, aunque el sólido apoyo de Estados Unidos a las tesis israelíes ha impedido hasta ahora un mensaje común y una muestra de unidad.

Tras dos reuniones a puerta cerrada esta semana, el Consejo de Seguridad abordó por primera vez en público la última crisis en Oriente Próximo y lo hizo en plena intensificación de la violencia sobre el terreno.

Durante la madrugada de este domingo, los bombardeos israelíes causaron la muerte en Gaza de al menos 42 personas, entre ellas diez niños y 12 mujeres, en el que fue el ataque más letal desde el inicio de la escalada el lunes, que se ha cobrado ya la vida de 188 personas en Gaza, 55 de ellas menores de edad, según el Ministerio de Sanidad de la Franja.

Del otro lado, continuaba el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás y otras milicias contra Israel, donde en total han muerto diez personas y al menos 270 han resultado heridas.

Horas después de la operación contra Gaza, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que el combate contra Hamás «continúa a plena potencia» y pidió más tiempo para resolver la situación. Apeló además al apoyo de la comunidad y particularmente de EE.UU., a quien agradeció su respaldo.

Ante este escenario, el secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó este domingo que la prioridad es que se detenga la violencia cuanto antes. «La lucha debe terminar. Debe detenerse de inmediato. Los cohetes y morteros por un lado y los bombardeos aéreos y de artillería por el otro deben cesar», dijo Guterres, quien advirtió de que los combates pueden arrastrar a «israelíes y palestinos a una espiral de violencia con consecuencias devastadoras para las dos comunidades y para toda la región».

Esos llamamientos a detener la violencia fueron la tónica general en las intervenciones de los miembros del Consejo de Seguridad, que en los últimos días ha estado discutiendo una posible declaración en respuesta a la escalada de la tensión, pero por ahora no ha logrado ponerse de acuerdo.

Según fuentes diplomáticas, EE.UU. ha frenado textos propuestos por otros países, defendiendo que serían contraproducentes y que es mejor dar algo más de tiempo a la diplomacia. China señaló públicamente a Washington y aseguró que «únicamente la obstrucción de un país» es la que ha impedido que el Consejo de Seguridad hable «con una voz» sobre la situación en Oriente Medio. «Llamamos a Estados Unidos a asumir sus debidas responsabilidades, tomar una posición justa y, junto a la mayoría de la comunidad internacional, apoyar al Consejo de Seguridad para mejorar la situación, reconstruir la confianza y avanzar una solución política», dijo el ministro chino de Exteriores, Wang Yi.

China, que este mes preside el Consejo, anunció al finalizar la reunión que va a volver a plantear una declaración común junto a Noruega y Túnez y confió en que pueda salir adelante.

Gestiones diplomáticas

Mientras tanto, siguen las gestiones diplomáticas para tratar de calmar la situación, con participación de la propia ONU, actores regionales como Egipto y Jordania, y EE.UU., entre otros. La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield defendió que «es hora de acabar con el ciclo de violencia» y ofreció el apoyo de EE.UU. para lograr un alto el fuego en caso de que las partes lo soliciten, pero sin pedir explícitamente el cese de las hostilidades, lo que sí hicieron la mayoría de las potencias. Reino Unido y Francia insistieron en que la violencia debe detenerse y expresaron su preocupación por el alto número de víctimas civiles, pese a reconocer el derecho de Israel a defenderse.