La abstención del PSOE pone en riesgo la ley trans

redacción LA VOZ

ACTUALIDAD

La Alianza contra el Borrado de Mujeres protestó ante el Congreso por la ley trans
La Alianza contra el Borrado de Mujeres protestó ante el Congreso por la ley trans Eduardo Parra

El grupo socialista no apoyará la proposición de ley impulsada por ERC y otras formaciones políticas. Aseguran que los colectivos LGTBI prefieren que la iniciativa legislativa parta del Gobierno y no del Congreso

18 may 2021 . Actualizado a las 14:08 h.

El grupo socialista se abstendrá este martes en la votación de la proposición de ley trans impulsada por ERC y otras formaciones políticas en el Congreso, una posición que pone en riesgo que se tramite la iniciativa y que muestra las discrepancias con su socio de Unidas Podemos, que votará a favor.

Con la abstención socialista, la iniciativa, muy similar a la elaborada por el Ministerio de Igualdad, pende de un hilo en estos momentos, ya que Vox votará en contra y es previsible que el PP haga lo mismo y, de esta manera, no se pueda tramitar.

Fuentes socialistas han explicado a Efe que su grupo se abstendrá y que una abstención implica facilitar una tramitación, «otra cosa es que no salga porque otros grupos parlamentarios voten en contra», por lo que no se sienten responsables de que no fructifique. Las mismas fuentes aseguran que los colectivos LGTBI prefieren que la iniciativa que regule los derechos trans parta del Gobierno y no del Congreso.

Los socios del Gobierno han emplazado a los socialistas a reconsiderar su posición y a aprovechar un momento que consideran histórico para ampliar los derechos del colectivo trans. Esta tarde, la ministra de Igualdad, Irene Montero, subirá a la tribuna de la Cámara Baja para defender la postura del Ejecutivo, han avanzado fuentes de su Ministerio.

El texto de la proposición -diseñado por la Federación Plataforma Trans y registrado por ERC, JxCat, Más País, Compromís, la CUP y Nueva Canaria- despatologiza la transexualidad y regula la autodeterminación del género, permitiendo el cambio de sexo registral sin necesidad de informe ni tratamiento médico. 

Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha prometido a todas las personas trans de España que «sus derechos serán ley» con la norma específica que se debate este martes en el Congreso al margen de la Ley LGTBI, con el objetivo de reparar «todo el daño causado».

«Estamos llegando tarde», constataba el lunes en Valencia, donde defendió como «argumento muy poderoso» el acuerdo de gobierno que firmó Unidas Podemos con los socialistas y que incluía las dos leyes. También ha destacado la «fuerte carga simbólica» de la Ley Trans: «Queremos deciros que no solo sabemos que existís, que no habéis tenido los derechos que os corresponden, sino de alguna manera con vuestra propia ley que estamos llegando tarde a legislar sobre personas trans».

Es más, ha hecho hincapié en que se debe a una decisión «política» de saldar una deuda específica con el colectivo trans, sin negar que esta ley puede estar sujeta a «diferentes opiniones» y que la tramitación parlamentaria se alarga cuando parte del Gobierno.

La titular de Igualdad ha lamentado que son personas que sufren falta de reconocimiento o de acceso efectivo a sus derechos, sumado al estigma que arrastran y a «la patologización de una realidad». «Todo el mundo en nuestra sociedad lo sabe», ha recalcado.

Por todo ello ha garantizado que en el Gobierno harán «todo lo necesario» para que sus derechos estén blindados, insistiendo en que separar su ley de la LGTBI es «más justo para las personas trans».

Montero, en general, ha lamentado la «deuda» de la sociedad española y europea con las personas LGTBI, «particularmente las trans», aunque ha celebrado que 14 comunidades autónomas ya han legislado al respecto.

«Mi compromiso es firme en que esos derechos van a ser ley», ha reiterado, prometiendo utilizar todos los elementos al alcance de la Constitución para que «España vuelva a ser vanguardia de los derechos de las personas trans y LGTBI».

Ha rechazado además que derechos como el de la autodeterminación no estén «apegados a la realidad material» porque «precisamente estas leyes hablan de las cosas de comer», como el acceso a la salud, la vivienda, el transporte o a simplemente pasear por la calle. Son, a su juicio, derechos fundamentales que un gobierno está obligado a reconocer.

PRIMERA CATEDRÁTICA TRANS: «QUE LOS PARTIDOS SE RETRATEN»

En la jornada Una mirada transformadora. El sindicalismo del XXI y las personas LGTBI', a un día del 43 Congreso Confederal de UGT que se celebra durante esta semana en Valencia, también han participado Marina Sáenz, catedrática de Derecho Mercantil y activista trans, y Leo Mulio como activista trans de Transgender Europe.

Sáenz, primera catedrática trans de España, ha advertido al Gobierno que sería «indecente» que se retrasara más la ley y ha coincidido con la ministra en que es una decisión política y en que hay que defender tanto esta como la LGTBI «a muerte». «No podemos seguir esperando. Ya no permitimos que se nos trate como tontas. Exigimos a los partidos políticos que se retraten», ha enfatizado agradeciendo la posición de Igualdad.

Al margen de la ley ha repasado todos los prejuicios que han tenido que sufrir las personas trans, «de criminales a enfermas mentales, 'lo tuyo no es normal' o un control médico». «Alguien tenía que acreditar que nosotras éramos nosotras», ha constatado dejando claro «todos los diagnósticos científicos se han caído».

La activista ha lamentado que «últimamente» se sienten atacados y denigrados, lo que demuestra que «esos prejuicios están ahí y pesan», y ha rechazado que su colectivo interfiera en el feminismo: «Las personas trans no somos un obstáculo. Aquí no hay luchas contradictorias». También ha agradecido a UGT y CCOO que les ayudaran hace décadas cediendo sus espacios cuando «nadie» les quería prestar un sala.

Bajo el mismo prisma, el representante de Transgender Europe ha recordado que ningún derecho humano va en contra de otro --«esto no es un pastel a repartir»-- y ha defendido que la autodeterminación de las personas trans simplemente es equipararlas al resto y «no puede poner en peligro a nadie».

Se ha mostrado optimista a pesar de los «discursos en contra» y el «ruido», porque cree que mucha gente en España está en «silencio» y no se posiciona claramente porque no acaba de entender los términos de sus reivindicaciones, un error que ha asumido por parte del activismo trans.