El Sáhara Occidental, cuatro meses a la espera de que Biden tome una decisión sobre su futuro

Beatriz Pascual Macías WASHINGTON / EFE

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Jose Biden, en una rueda de prensa en el exterior de la Casa Blanca.
Jose Biden, en una rueda de prensa en el exterior de la Casa Blanca. KEVIN LAMARQUE | Reuters

Desde que el demócrata se instaló en la Casa Blanca en enero, la antigua colonia española aguarda para saber si el presidente revocará la decisión de Trump de reconocer la soberanía marroquí de este territorio

20 may 2021 . Actualizado a las 16:24 h.

Tras cuatro meses de silencio sobre esta cuestión, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afronta una creciente presión internacional e interna para aclarar si mantendrá o no el acuerdo de su antecesor, Donald Trump, con el que Washington reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a cambio de la normalización de relaciones diplomáticas con Israel.

Senadores demócratas y republicanos, así como poderosos grupos de presión proisraelíes, han instado al mandatario norteamericano a adoptar cuanto antes una decisión al respecto. Además, algunos de sus aliados tradicionales en Europa, como Madrid y Berlín, atraviesan ahora crisis diplomáticas sin precedentes con Marruecos.

Pese a todo, el Departamento de Estado repite lo mismo que lleva diciendo desde que Biden llegó a la Casa Blanca el 20 de enero pasado.

La línea oficial reitera que «no se ha tomado ninguna decisión» y que se está realizando una revisión de la política de Washington en esa parte del mundo, como se ha hecho con Corea del Norte o con Cuba. «Estamos haciendo consultas en privado con las partes sobre el mejor camino a seguir y no tenemos nada más que anunciar», se limitó a decir a Efe un funcionario del Departamento de Estado, que habló a condición de mantener su anonimato.

El silencio es lo que predomina en este asunto, aunque hace dos semanas el portal Axios informó de que, durante una conversación telefónica, el secretario de Estado, Antony Blinken, había dicho a su homólogo marroquí, Nasser Bourita, que por el momento Washington no tenía previsto revertir la decisión de Trump. En ese momento, la respuesta del Departamento de Estado fue la misma: estamos revisando esa política y no hay nada que anunciar.

Sin embargo, en opinión de varios analistas, la Casa Blanca no podrá mantener ese silencio durante mucho tiempo más y está abocada a elegir entre tres posibilidades.

Tres posibles escenarios

La primera opción que tiene Biden es dar marcha atrás y volver al statu quo de antes de Trump, es decir, no reconocer la soberanía marroquí sobre los territorios que ocupa desde 1975 en la antigua colonia española del Sáhara Occidental, considerada por la ONU un territorio no autónomo en proceso de autodeterminación.

Otra opción sería mantener el reconocimiento a la soberanía marroquí, pero condicionarlo a progresos diplomáticos para resolver el conflicto, explica Jacob Mundy, profesor de la Universidad Colgate en el estado de Nueva York.

El tercer escenario sería mantener la proclamación presidencial de Trump, pero no tomar ninguna decisión que la «haga realidad». Por ejemplo, Biden podría negarse a destinar fondos a la apertura de un consulado estadounidense en el Sáhara Occidental, tal y como había anunciado su antecesor.

«Lo cierto es que no sé qué dirección tomará la Administración», reconoce Mundy.

¿Cuánto durará el silencio?

El mutis actual de EE.UU., sin embargo, es «insostenible» porque podría tener consecuencias nefastas para la estabilidad del norte de África, tal y como muestra la situación en Ceuta, apunta Riccardo Fabiani, director del International Crisis Group para esa región.

«Lo que está pasando en Ceuta muestra muy bien que si dejas el problema sin tratar, al final ese problema vuelve y hay consecuencias», argumenta Fabiani.

Especialmente preocupante para Washington podría ser la actitud de Marruecos, que ha vivido unas duras horas de tensión con España después de la llegada a la ciudad española de Ceuta de más de 8.000 migrantes.

Además, Marruecos mantiene un pulso diplomático con Berlín y ha suspendido todos sus contactos con la embajada alemana en Rabat aparentemente por desacuerdos sobre el Sáhara Occidental.

Para el investigador del Real Instituto Elcano Haizam Amirah Fernández, el «envalentonamiento» de Marruecos es consecuencia de las concesiones de Trump a Rabat.

Múltiples presiones

A esas dificultades se suma la presión interna que Biden ha recibido por parte del principal grupo proisraelí en EE.UU., AIPAC, que teme que un cambio de postura de Washington sobre el estatus del Sáhara Occidental lleve a Rabat revocar su reconocimiento de Israel como Estado.

Frente a ello, un grupo de 27 senadores —13 republicanos y 14 demócratas— enviaron en febrero una carta a Biden para que revirtiera la «decisión equivocada» de Trump y renovara su compromiso con un referendo para determinar el futuro de la antigua colonia española.

Otros actores que tratado de ejercer su influencia sobre Biden son los legisladores de origen cubano, que se oponen al apoyo que Cuba presta a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y, por tanto, suelen apoyar a Marruecos.