Hacienda multa a Miguel Bosé por deducirse gastos personales, entre ellos la compra de jamones, a través de una de sus empresas

La Voz REDACCIÓN

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Miguel Bosé, en una imagen reciente en televisión
Miguel Bosé, en una imagen reciente en televisión .

El cantante pierde un juicio por intentar desgravarse su entrenador personal o el servicio doméstico. La Agencia Tributaria reclama al artista 55.350 euros más otros 23.536 de sanción

26 may 2021 . Actualizado a las 17:08 h.

Miguel Bosé continúa bajo la lupa de Hacienda. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha desestimado un recurso del cantante contra una multa de la Agencia Tributaria por deducirse gastos de sus empresas que en realidad eran de índole personal. Según la sentencia dictada el pasado 3 de marzo, el controvertido músico, a través de una de sus empresas, Costaguana, se dedujo el IVA de gastos como la compra de jamones y embutidos, tratamientos de fisioterapia, su entrenador personal, el servicio doméstico, reparaciones en el jardín de su vivienda, el renting de su coche -un Audi de alta cilindrada- o las reparaciones de un Mercedes y un Toyota, según revela El País. En total la Agencia Tributaria reclama al cantante 55.350 euros más otros 23.536 euros de sanción al entender que esos gastos son de «índole personal».

El artista decidió  recurrir ante los tribunales una sentencia previa del Tribunal Económico Administrativo Regional de Madrid, que le reclamaba a su empresa esas cantidades por el IVA del segundo trimestre del año 2010 y el cuarto trimestre del 2011. Miguel Bosé alegó que se anulara la inspección de Hacienda «porque no le fue notificado correctamente». 

Los problemas del cantante con el fisco no son nuevos. Fue en el año 2019 cuando abandonó su lista de morosos al abonar parte de la deuda de 1,8 millones que mantenía con Hacienda.

El cantante de las teorías negacionistas

Con esta multa Miguel Bosé regresa al ojo del huracán mediático tras un año de epidemia en el que, en realidad, nunca lo abandonó. Fue en el 2020 cuando el artista protagonizó una cadena de polémicas por sus cuestionables declaraciones sobre el coronavirus y su apoyo a las teorías conspiratorias en torno a la pandemia, «la gran mentira de los gobiernos», palabras que levantaron ampollas en una España confinada y con miles de muertos. Tras ello llegó, desde agosto del año pasado, el silencio y un alejamiento de las redes sociales, después de que sus declaraciones sobre la pandemia trajesen, en su opinión, una ola de ataques llenos de «insultos, denigraciones, mofas» orquestados por «los partidos políticos y la (industria) farmacéutica».

Hace un mes Miguel Bosé regresó al prime time televisivo con una entrevista con el periodista Jordi Évole para el programa Lo de Évole (La Sexta) en la que, de nuevo, defendió sus teorías negacionistas sobre el covid-19 y la vacunación contra el virus. «Quítate esa mascarilla, yo no hablo con gente con máscara» llegó a espetarle al presentador en una charla durante la que, sin tapujos, relató que lleva «con la cabeza bien alta» el hecho de ser un negacionista y que no se arrepiente de nada de lo que ha dicho en anteriores ocasiones porque está «en el lado de la verdad». De hecho, el cantante piensa que está colaborando con la sociedad al difundir estos mensajes ya que «la verdad no se sabe o no se quiere saber porque hay un plan urdido para que no se sepa y porque no ha habido debate».

Unas convicciones desarboladas por Jordi Évole al revelar las exigencias del equipo de Miguel Bosé para la entrevista. El periodista le detalló todo lo que le había pedido «nos han recomendado que nos hiciésemos test PCR en vez de antígenos, que fuésemos un equipo reducido, que guardásemos la distancia entre nosotros y que el espacio donde lo hiciésemos estuviese ventilado», aseguró. «Yo, a favor, ¿eh? Pero claro, luego oigo lo que tú dices y digo, 'el equipo y Miguel no van por el mismo camino'», prosiguió. «Te diré más, no nos habían hecho tantas recomendaciones para una entrevista en este sentido de la pandemia, ni cuando entrevistamos a Fernando Simón», reveló Évole. 

En un plano más personal, Miguel Bosé confesó durante la entrevista sus adicciones: «He llegado a consumir dos gramos de cocaína al día». El cantante achacó sus problemas de voz a algo «emocional» tras la ruptura de su relación con Nacho Palau, al que en ningún momento nombra. También seguró que su madre no murió de covid-19 y confesó haber vivido «años salvajes. Drogas, sexo a lo bestia... y un buen día me desperté y me dije: 'se acabó'».