Veto en Hong Kong y silencio en Pekín en el 32.º aniversario de la masacre de Tiananmen

jesús centeno PEKÍN / EFE

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Mujeres con velas en el parque Victoria pese a la prohibición policial
Mujeres con velas en el parque Victoria pese a la prohibición policial LAM YIK | Reuters

Al menos seis personas han sido detenidas en la excolonia británica

05 jun 2021 . Actualizado a las 10:04 h.

La masacre de la plaza de Tiananmen cumplió este viernes 32 años con el mutismo habitual en Pekín, mientras que en Hong Kong la Policía local prohibió la vigilia anual en recuerdo de las víctimas y detuvo a una activista por promocionarla en las redes sociales.

La noche del 3 al 4 junio de 1989, soldados y tanques del Ejército de Liberación Popular chino se abrieron paso hasta la céntrica plaza de Tiananmen de Pekín, donde se manifestaban desde hacía semanas cientos de miles de estudiantes y trabajadores por el fin de la corrupción y por una mayor apertura política. La cifra de muertes por la represión militar de aquellos días aún se desconoce y oscila entre cientos y miles, dependiendo de la fuente.

En Hong Kong se celebró hasta el 2019 una vigilia anual en honor de las víctimas, pero, al igual que en el 2020, este año la Policía vetó el evento alegando medidas contra el covid.

Además, la Policía detuvo este viernes a la activista Chow Hang-tung, vicepresidenta de la Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Patrióticos y Democráticos de China, la organización que convoca la vigilia, por «publicitar una manifestación no autorizada».

Chow fue arrestada cerca de su oficina después de afirmar que encendería «una vela donde todo el mundo pueda verla» para conmemorar la efeméride. Podría afrontar hasta cinco años de prisión, «al igual que cualquiera que participe» en el vetado evento, según advirtió un portavoz del cuerpo.

La organización intentó que se retirase la prohibición para poder celebrar la vigilia, pero al final pidió a sus simpatizantes que no se reunieran en el parque Victoria, donde tiene lugar cada año. La Policía hongkonesa acordonó el parque y sus aledaños y desplegó a 7.000 agentes antidisturbios como precaución, según el diario South China Morning Post. Pese al veto, muchos hongkoneses encendieron velas a lo largo de la ciudad.

Hacia las 23.00 hora local (17.00 hora peninsular), al menos seis personas habían sido detenidas por delitos como incitar a otros a participar en una manifestación no autorizada, alteración del orden público y obstrucción a la policía, informó el cuerpo.

El año pasado, pese a la prohibición, miles de personas se congregaron en ese parque para rememorar la masacre.

Además, la Alianza también desconvocó un homenaje en línea por miedo a incumplir la ley de seguridad nacional que Pekín aprobó en el 2020, aunque estudiantes de la Universidad de Hong Kong sí emprendieron su tradicional limpieza de un monumento conmemorativo.

«Un asunto interno»

En estos años, el Gobierno chino ha eludido explicaciones y negado a los familiares de las víctimas -que viven bajo vigilancia- su derecho a recordar la masacre que puso fin a las protestas.

De hecho, las autoridades se han referido a estos hechos en contadas ocasiones: en coincidencia con el trigésimo aniversario, el entonces portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, indicó que sobre aquella «agitación política» el Gobierno había llegado a una conclusión: «El enorme éxito económico que hemos logrado muestra que el camino de desarrollo que elegimos es el correcto».

El actual portavoz, Wang Wenbin, tiró este viernes de la manida expresión de que el episodio es «un asunto interno de China».

En esta línea, el director del diario nacionalista Global Times, Hu Xijin, afirmó este viernes que «China seguirá reflexionando en virtud de su camino de desarrollo y de la situación en muchos países que vivieron ‘revoluciones de colores'. Es inútil que Occidente provoque a la sociedad china conmemorando esto», aseveró en un editorial.

Entretanto, intelectuales como el escritor Ma Jian, que vive en el Reino Unido, recordó en Twitter su participación en las protestas de 1989 y pidió que no se olvide la masacre «en honor de los manifestantes pacíficos que fueron asesinados», «para evitar que tragedias similares ocurran de nuevo» y «porque la verdad importa».

Igualmente, la oenegé Human Rights in China incidió en un comunicado en que «el régimen comunista optó no solo por la fuerza, sino también por la amnesia forzada» en «sus intentos de enterrar la verdad de los crímenes brutales que cometió contra su propio pueblo».

«A los que vivieron la masacre se les ha prohibido hacer preguntas y [el régimen] ha hecho que los jóvenes ignoren este trauma histórico. Los familiares han sido vilipendiados y no han podido ni siquiera llorar públicamente a sus seres queridos», afirmó la organización.

También la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, enfatizó este viernes que la isla «no olvidará nunca la represión» del Gobierno chino y que «Taiwán mantendrá inquebrantable su fe en la democracia».

«No nos olvidamos de los jóvenes que se sacrificaron en la plaza de Tiananmen hace 32 años o de los amigos de Hong Kong que cada año honraban con velas el aniversario», aseguró Tsai en Facebook.