El encuentro entre Sánchez y Biden se reduce a un paseo de 20 metros y 45 segundos en un pasillo

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno afirma que en menos de un minuto hablaron de los lazos militares, la actualización del acuerdo bilateral y la situación en Latinoamérica, y tuvo tiempo además de felicitar al estadounidense por su «agenda progresista»

14 jun 2021 . Actualizado a las 20:40 h.

El anunciado encuentro entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente norteamericano, Joe Biden, se quedó finalmente en un recorrido de poco más de 20 metros y apenas 45 segundos por el pasillo durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas. Estados Unidos no incluye este breve contacto entre los dos dirigentes en la agenda oficial de los encuentros mantenidos por su presidente.

En las imágenes se puede observar cómo Sánchez busca a Biden y se acerca a él tras la foto oficial con todos los dirigentes de la cumbre y camina durante unos segundos a su lado dirigiéndose al presidente de Estados Unidos, que parece permanecer en silencio tras su mascarilla y mirando al frente. El propio Biden pone fin al contacto alargando el brazo, tocando la espalda de Sánchez y dirigiéndole unas palabras.

«No tengo un cronómetro», dijo Sánchez al término de la cumbre al ser cuestionado sobre la brevedad de ese encuentro, aunque aseguró que fueron «un poco más» de los 20 segundos por los que se le preguntó. Pese a ello, afirmó que en la «breve conversación» le dio tiempo a hablar sobre el reforzamiento de los «lazos militares» entre ambos países y plantear la actualización del acuerdo bilateral. Además, trasladó a Biden sus impresiones sobre la situación en Latinoamérica tras su gira por ese territorio. Según indicó, le comunicó su preocupación sobre la situación migratoria y económica de esa región a causa de la pandemia del coronavirus. Y tuvo tiempo incluso, en menos de un minuto, de felicitar al norteamericano por su «agenda progresista» que, según dijo, ha inspirado a su propio Gobierno.

En rueda de prensa junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el jefe del Ejecutivo explicó que «más allá» del tiempo durante el que pudo conversar con Biden, esta primera «toma de contacto» ha servido para un acercamiento en «cuestiones que nos unen». «Hemos quedado en continuar colaborando y seguir en contacto», concluyó Sánchez a modo de resumen de su primer cara a cara con el presidente norteamericano.

 Desde el Gobierno se había transmitido que el jefe del Ejecutivo tendría oportunidad de «intercambiar puntos de vista y conversar al margen de la cumbre» con el presidente estadounidense en un «breve encuentro» y en citas más formales con otros líderes como el británico Boris Johnson, el canadiense Justin Trudeau o el turco Recep Tayyip Erdogan. Pero finalmente, en lo que afecta a Biden, todo se limitó a un paseo de 45 segundos. Desde la Moncloa no prevén que haya más contactos entre ambos dirigentes durante esta cumbre. Biden y Sánchez no han hablado ni siquiera por teléfono desde que el norteamericano llegó a la presidencia el pasado 20 de enero.

«El presidente del Gobierno y el presidente de Estados Unidos han mantenido una breve conversación tras la foto de familia. Tal y como se había señalado previamente, ambos querían saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto. Así lo habían pactado sus respectivos equipos», señala la nota difundida desde la Moncloa.

«Entre otras cosas, se había acordado que su saludo fuera captado por las cámaras como prueba de la excelente relación que existe entre ambos países», precisa el comunicado, que añade que «sobre los temas que hayan apuntado en esta conversación y más novedades para España en la Cumbre, debemos esperar a que el presidente Sánchez y el resto de líderes concluyan la reunión a puerta cerrada del Consejo Atlántico». 

Pese a la importancia que el Gobierno español concede al primer contacto mantenido entre Pedro Sánchez y Joe Biden desde que el norteamericano asumió la presidencia de su país, el breve saludo entre ambos dirigentes no figuraba en la agenda oficial de Sánchez ni en la de Biden.

En el caso del inquilino de la Casa Blanca sí constaban en esa agenda del día una reunión conjunta con los mandatarios de Estonia, Kaja Kallas, Letonia, Egils Levits, y Lituania, Gitanas Nauseda. La Casa Blanca informó de que Biden expresó el apoyo «firme» de su país a la seguridad de los países bálticos. Los cuatro mandatarios se comprometieron a «fortalecer aún más su colaboración política, militar y económica, incluyendo el trabajo dentro de la OTAN para abordar los desafíos que suponen Rusia y China». Además, Biden se reunió con el presiente turco, Recep Tayyip Erdogan. En este último caso, la cita bilateral estaba ya concertada y anunciada desde la semana pasada.

España albergará la próxima cumbre de la OTAN

España será la sede de la próxima cumbre de la OTAN en el 2022, según han decidido los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica durante su reunión de este lunes en Bruselas, recoge Efe.

«Esperamos volver a reunirnos en España en 2022, a la que seguirá nuestro próximo encuentro en Lituania», indican los líderes aliados en las conclusiones acordadas en la cumbre de este lunes.

España será anfitriona así 25 años después de una cumbre de la Alianza: en julio de 1997 Madrid acogió una reunión de líderes en un momento en que el José María Aznar presidía el Gobierno español y Bill Clinton estaba al frente de Estados Unidos.

La cumbre en España tendrá lugar en un momento en que la OTAN espera tener preparado su nuevo concepto estratégico, en el que los aliados esperan reflejar cómo la Alianza se enfrenta a nuevos desafíos o amenazas.

Durante la cita de este lunes en Bruselas, los 30 países miembros de la OTAN decidieron abrir un «nuevo capítulo» en la relación trasatlántica, con directrices que la organización debe seguir para incrementar su poder de disuasión y defensa de cara al 2030.

En ese camino han identificado retos conocidos, como la «agresividad» de Rusia, pero también nuevos, como la rivalidad militar de China o la necesidad de alcanzar juntos más avances tecnológicos.