El ocio nocturno presenta una propuesta de reapertura con pasaporte de vacunación

redacción LA VOZ

ACTUALIDAD

Mariscal

Proponen abrir las pistas de baile con mascarillas e ir ampliando horarios a medida que mejore la situación, para estar abiertos al 100 % a finales de agosto

23 jun 2021 . Actualizado a las 08:56 h.

El sector del ocio nocturno ha reclamado «valentía» a los responsables políticos para recuperar su actividad, y ha elaborado un plan en el que se aboga por el uso del «pasaporte Covid» y las mascarillas en la pista de baile para eliminar cuanto antes las restricciones en materia de distancia interpersonal.

Su propuesta, presentada este martes, estima que en 2020 cerraron definitivamente 690 discotecas en España (el 46 % del total) y más de 4.200 pubs y bares musicales (un 28 %), ya que la inmensa mayoría no pudieron reabrir ni un solo día desde marzo de 2020.

El plan, elaborado por la consultora EY y la plataforma Juntos por la Hostelería —que además de a bares, restaurantes y hoteles aglutina al sector de gran consumo y a la industria alimentaria—, también recoge el interés de los empresarios del ocio nocturno por presentar proyectos para recibir fondos europeos Next Generation.

Según el presidente de la asociación España de Noche, Ramón Mas, las discotecas, salas de concierto y bares musicales «se juegan este verano más de 5.000 millones de euros vitales para la reconstrucción del sector económico más perjudicado por el coronavirus», y ha incidido en que su futuro depende «de las decisiones que adopten las comunidades autónomas» en los próximos días.

Discotecas y pubs apuestan por una «reapertura gradual» que sirva de «dique de contención frente a las actividades irregulares», y en este sentido sus impulsores han recordado las imágenes de fiestas callejeras y botellones registradas en algunas ciudades durante los últimos meses. Han alegado, asimismo, razones relacionadas con la salud mental y los niveles de felicidad de la ciudadanía para promover esta reapertura cuanto antes.

Por todo ello reclaman «recuperar la autenticidad de la experiencia» y que se vaya ampliando sus horarios de apertura conforme avance la vacunación; en un primer momento defienden que se permita el uso de las barras para pedir y recoger las bebidas, pero evitando que la gente pueda consumirlas en estas zonas. También instan a reabrir ya las pistas de baile, aunque con un aforo del 33 % respecto a su capacidad habitual «y haciendo obligatorio el uso de mascarillas».

Respecto a la distancia interpersonal, apuestan por aplicar un metro y medio entre los diferentes grupos aunque confían en que se acabe eliminando este tipo de restricciones a lo largo del verano. La estrategia anunciada este martes también incluye implementar «sistemas de rastreo» y que se deje a los establecimientos que lo deseen poder exigir a los usuarios el certificado de vacunación o un test de antígenos negativo.

Asimismo, el sector defiende que con el actual ritmo de vacunación pronto se alcanzará la inmunidad de grupo —cuando el 70 % de la población haya recibido la vacuna—, por lo que espera estar «abierto al 100 % y con la pista de baile recuperada» para finales de agosto.

 Cantabria da un paso atrás

En Cantabria, la Consejería de Sanidad está estudiando volver a implantar el horario límite de cierre de los locales de ocio nocturno a las 3.00 horas de la madrugada tras los últimos brotes registrados y vinculados a este ámbito. Además de esta medida, Sanidad extenderá a los restaurantes la obligación de hacer un registro de todos sus clientes, una norma que ya estaba impuesta para los locales de ocio nocturno. Así lo ha dicho el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, quien señaló que en las visitas de inspección que se harán a los establecimientos se insistirá en este registro, porque sin él «el rastreo se complica muchísimo» y «podemos llegar tarde»,

 En este sentido, Rodríguez ha puesto en valor la dificultad del rastreo de los casos detectados los últimos días entre los jóvenes relacionados con fiestas y celebraciones en Cantabria -la única comunidad que permite actualmente el cierre a las 6.00 de la mañana-, así como el dispositivo de pruebas que se ha tenido que organizar y los «miles de euros» que ha costado.

Más de 100 contagios

En él se han detectado más de un centenar de casos vinculados con el ocio nocturno y algún brote relacionado con la hostelería, según el consejero, que ha hecho un llamamiento a los jóvenes a seguir cumpliendo las medidas de seguridad y ha alertado de que, a pesar de que en general no requieren hospitalización por su edad, también «es posible que alguno acabe ingresado» o que el virus llegue a familiares mayores, porque «el que juega con fuego se acaba quemando».

Según ha dicho, la incidencia en población mayor de 65 años actualmente es baja -en un nivel 0, aunque «rayando» el 1 por algunos casos en residencias-, pero la de los jóvenes está «disparada». En concreto, en el grupo de 10 a 19 años, que «básicamente» ocupa a personas de 16 a 19 años, la incidencia acumulada a 14 días es de 231 casos por 100.000 habitantes, una cifra «altísima».

Por ello, es probable que Sanidad imponga desde este fin de semana el cierre a las 3.00 horas porque «está claro no se puede mantener en el tiempo esta situación» y que «no podemos mirar a otro lado y que la transmisión siga incrementándose», ha sostenido Rodríguez.

Para ello, la Dirección General de Salud Pública está analizando los datos del virus y la justificación para aplicar esta medida, ya que tendrá que ser ratificada por la Justicia si los hosteleros vuelven a recurrir. «Tenemos que actuar con la convicción de los datos» y en base a criterios epidemiológicos y «luego la Justicia si no lo ve oportuno ya lo dirá», ha defendido el consejero.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ya había avanzado esta mañana en declaraciones a los medios que Sanidad tomaría medidas esta semana, porque en el Gobierno están «muy preocupados».

Y aunque comprende que «todo el mundo quiere salvar sus negocios», ha defendido que la actuación de Sanidad con las restricciones aplicadas a la hostelería porque «se veía venir que si no se toman medias aumentan los casos». «La vía que ha seguido Sanidad ha sido la correcta más allá de que yo haya tenido que sufrir en mis carnes improperios, escraches y una situación familiar complicada de acoso», ha subrayado Revilla, que ha lamentado que «por un grupo determinado de un gremio del sector que no cumpla las normas nos vamos a cargar la imagen de una región segura».

Eso, a su juicio, sería «muy grave» porque el Ejecutivo ha trabajado en llegar al verano «con una imagen de Cantabria segura, que lo es», ha dicho, ya que sigue en nivel de alerta sanitaria 1.

La «ventaja» es que los últimos brotes se han producido entre jóvenes y por ello no ha aumentado la presión hospitalaria, ha destacado Revilla, que ha pedido «tener un poco de cuidado» para «no estropear la labor durísima» que se ha hecho para mantener la el virus en unos limites «tolerables».