El sueño del «brexit», una pesadilla para los británicos cinco años después

Juan Francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Boris Johnson, durante una visita el lunes a un centro de vacunación.
Boris Johnson, durante una visita el lunes a un centro de vacunación.

El referendo marcó unas expectativas que se han convertido en incertezas

23 jun 2021 . Actualizado a las 11:25 h.

23 de junio del 2016. Ese día el continente se acostó con la inesperada noticia de que una mayoría -exigua, pero mayoría al fin- de británicos decidía ponerle fin a su pertenencia de más de cuatro décadas a la Unión Europea (UE). El sorpresivo resultado del referendo abriría, según los partidarios de la salida, una nueva era dorada para el Reino Unido. Sin embargo, cinco años después de la consulta, y a casi seis meses de la materialización del divorcio, las incertidumbres y tensiones, dentro y fuera del país, que el inédito proceso abrió parecen estar lejos de resolverse y se están volviendo una pesadilla.

«Creo que aquellos que hicieron campaña por la salida se habrían sorprendido al ver lo difícil que se han vuelto nuestras relaciones con la UE», admitió el ministro para el brexit, David Frost, al comparecer este martes ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, donde explicó el estado de las actuales conversaciones con Bruselas sobre el Protocolo para Irlanda del Norte

Los problemas que el acuerdo para el conflictivo territorio está provocando en el comercio entre el Úlster y el resto del Reino Unido han vuelto a agriar las relaciones entre Londres y los Veintisiete, a un punto no visto desde las interminables negociaciones entre el 2018 y el 2020 para pactar el divorcio y definir la relación futura de los británicos con los países e instituciones comunitarias. La decisión del Gobierno de Boris Johnson de dejar de aplicar unilateralmente normas del protocolo norirlandés ha puesto en pie de guerra a sus otrora socios, quienes amenazan con imponer aranceles y cuotas a las importaciones británicas si reincide en esta actitud en los próximos días.

El próximo día 30 vence el actual período de gracia dado en el texto a los ganaderos ingleses, escoceses y galeses para que puedan vender a Irlanda del Norte sus productos sin controles. No obstante, a menos de una semana casi nadie en el Reino Unido está listo para las nuevas regulaciones y, por eso, las autoridades británicas han pasado las últimas semanas negociando con Bruselas para conseguir una extensión del período de gracia o la flexibilización de las inspecciones.

«El problema con el protocolo es que nadie sabía sus efectos hasta que lo comenzamos a aplicar», admitió Frost, quien dio por hecho que la UE aceptará modificarlo, tarde o temprano. 

División total

Pese a que la pandemia del covid-19 ha desplazado de la agenda informativa al brexit, la sociedad británica sigue tan polarizada sobre el asunto como hace un lustro. Una encuesta de la empresa Statista arrojó esta semana que el 45 % de los consultados cree que el Reino Unido hizo lo correcto al dejar la UE, frente al 44 % que considera que erró. 

La crisis sanitaria tampoco ha permitido cuantificar el impacto del divorcio. Así, aunque en los primeros tres meses de este año las exportaciones británicas a los Veintisiete cayeron un 47 %, en comparación con el mismo período del 2020, según la Federación de Alimentos y Bebidas, muchos expertos creen que esta reducción no es solo por culpa de la salida del país del bloque, sino también por el parón provocado por el coronavirus.

Otro efecto del brexit es el resurgimiento del secesionismo escocés, que amenaza con poner en riesgo la integridad del Reino Unido. La recién reelecta ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, se ha trazado como meta celebrar una nueva consulta sobre la independencia a más tardar en el 2023 y acto seguido volver a la UE. 

Jeffrey Donaldson se convierte en el nuevo líder del DUP, el tercero en las últimas semanas 

Jeffrey Donaldson será el nuevo líder del Partido Unionista Democrático (DUP,), siendo el tercer jefe de la formación probritánica en las últimas semanas en medio de una revuelta interna en el partido, que se suma a la crisis social y política que vive Irlanda del Norte. Tras la dimisión la pasada semana de Edwin Poots, con tan solo 21 días en el cargo, Donaldson fue el único que presentó su candidatura y, por tanto, accedió al puesto, aunque todavía deberá ser ratificado por la formación.

En un comunicado, Donaldson, de 58 años y actual portavoz del los unionistas en la Cámara de los Comunes, se comprometió a «sanar las divisiones del pasado» y construir una Irlanda del Norte para el siglo XXI, donde gente «de todas las identidades» pueda convivir, al tiempo que advirtió de que las dificultades con el protocolo norirlandés son un obstáculo para esa estabilidad. «La tarea que tenemos por delante es grandiosa», añadió, para asegurar que no «subestima el desafío», pero sabe que «la inmensa mayoría de las personas quieren que Irlanda del Norte siga avanzando», recoge BBC.

Donaldson adelantó que, cuando asuma el cargo, hablará con el primer ministro británico, Boris Johnson, para transmitirle que «no es realista» esperar estabilidad política en la provincia británica cuando «todos los representantes unionistas se oponen al protocolo» norirlandés, incluido en el acuerdo de retirada del Reino Unido de la UE.