Los jubilados españoles, los cuartos con las pensiones más generosas de la UE

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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PEPA LOSADA

Un trabajador en España cotiza hasta 8 años y 8 meses menos que un sueco

04 jul 2021 . Actualizado a las 10:26 h.

Salarios precarios, carreras de cotización cortas o interrumpidas y pensiones más abultadas que la media europea. Así es la transición del mercado laboral a la jubilación en España. Esta ecuación es la que sitúa nuestro sistema de pensiones entre los menos sostenibles y robustos de la OCDE. Su reforma apenas ha echado a rodar. Esta semana se llegó al primer acuerdo, pero los grandes retos por resolver quedan en el aire.

 Tasa de actividad

Casi un 30 % más baja que en el Norte. Uno de los indicadores que apuntan a problemas estructurales graves tiene que ver con el porcentaje de trabajadores sénior (entre 55 y 64 años) en el mercado laboral. Mientras en los países nórdicos y centroeuropeos representan entre el 70 y el 77 % de la masa laboral, en España ese porcentaje se desploma al 54,7 %, según Eurostat. Los datos revelan que los trabajadores de edad avanzada tienen problemas para extender su vida laboral, ya sea porque se ven expulsados antes de tiempo o porque optan por retirarse antes de la edad legal de jubilación -casi cuatro de cada diez trabajadores-. No solo hay menos sénior trabajando sino que también hay menos jóvenes cotizando y, los que cotizan, lo hacen con salarios precarios, mermando la capacidad de las arcas públicas de recaudar: «Un sistema de pensiones contributivo con una tasa baja de actividad de los jóvenes deja de tener suficientes ingresos en su base. De igual forma, si los que tienen 55 años o más son poco numerosos, sus aportaciones al sistema serán más reducidas y eso impactará en el cálculo de las bases de cotización que luego se usarán para determinar la cuantía de la pensión», explica el profesor de EAE Business School, Juan Carlos Higueras, en un informe sobre pensiones.

Cotización

Carreras cortas, pensiones desproporcionadas. Precisamente, los problemas para mantener el empleo al rebasar los 50 años y la tentación de las prejubilaciones hacen que los españoles se anoten unas de las carreras de cotización más cortas de la UE, junto con los italianos y los griegos. Un trabajador en España cotiza de media 8 años y 8 meses menos que un sueco y lo hace cotizando con salarios más bajos. Sin embargo, percibe una compensación proporcionalmente mayor al retirarse. De hecho, las pensiones españolas son las cuartas más generosas de la UE. Y eso tiene que ver con la tasa de sustitución (cantidad que se cobra al inicio de la jubilación en relación al último salario percibido). Solo Luxemburgo, Grecia e Italia son más espléndidos con sus jubilados. Mientras un español cobra al retirarse el 70 % de su último salario, un alemán apenas alcanza a recibir el 44 %. «Hay grupos de trabajadores que tienen cuantías más elevadas en su pensión y deciden formar parte del sistema antes. El problema no está en el importe sino en el hecho de que a edades tempranas dejan de contribuir al sistema, razón por la cual es necesario revisar las condiciones de acceso a la jubilación», matiza Higueras en el informe. Y el primer pilar de la reforma camina en esa dirección, con la introducción de incentivos para alargar la jubilación (incrementar en un 4 % la pensión por cada año retrasado o recibir un pago único de hasta 12.000 euros) y de penalizaciones progresivas por no cumplir con la edad legal.

Ingresos

Menos años trabajados que un portugués, más renta. Esos salarios, tasas de actividad y carreras de cotización tan dispares se traducen en ingresos desiguales al llegar a los 65 años. Los españoles disponen de una renta media anual de 14.996 euros, frente a los 20.425 euros de un alemán o los escasos 9.369 de un portugués, que por más que trabaja (2,8 años más), apenas ve mejoras.

 Gasto público

Casi el doble que la UE. El mercado laboral español está más envejecido y cada vez entran menos jóvenes, sin embargo, el gasto en pensiones en los últimos 10 años en España se ha disparado casi un 40 %, frente al 27 % de la media europea. El primer pilar de la reforma de las pensiones pactada esta semana supone un desvío adicional del 4 % del PIB, según Bruselas. Son casi 50.000 millones de euros más en el horizonte del año 2050. ¿Por qué? Porque la revalorización de las pensiones se ha vuelto a vincular al IPC en lugar de la esperanza de vida.

Penalizaciones de hasta el 40 % por retirarse cuando no toca

De entre las grandes potencias europeas, solo Italia tiene un sistema de pensiones más tambaleante que el español. Aunque el Gobierno las reformará, las prejubilaciones todavía están reguladas por la llamada cuota 100, que permite convertirse en pensionista a partir de los 62 años si se ha cotizado 38 años. Este sistema cambiará. Habrá que tener al menos 64 años, por lo que se pasará a la llamada cuota 102 (38+64). Ahora mismo pueden acceder tanto asalariados como funcionarios y autónomos, y no se les permite que combinen la pensión con ningún trabajo. Hay que tener 67 años y al menos 20 años de cotizaciones para poder jubilarse de forma legal. Quienes no cumplan con estos requisitos, sufrirán un recorte en la pensión de hasta el 40 %.

Alemania solo permite prejubilarse sin penalización con un mínimo de 45 años cotizados. La edad de jubilación es de 67 años y se debate un aumento a 68. Quien solo tiene 35 cotizados o menos debe contar con una pensión menor. Eso sí, el tiempo destinado a la formación profesional o estudios universitarios cotiza. La prejubilación es penalizada con un 3,6 % por año o 0,3 % por mes. La penalización máxima es del 14,4 %. En Francia, la edad mínima es de 62 años. Es posible retirarse antes sin coeficiente reductor. Por ejemplo, un trabajador puede jubilarse a los 60 o antes si acredita un período mínimo de cotización y demuestra que comenzó a trabajar muy joven. También está la «jubilación progresiva» a partir de los 60, que permite cobrar una parte de la jubilación y continuar trabajando a tiempo parcial, pero se tiene que haber cotizado al menos 150 trimestres.