La red que cayó en Vilagarcía ocultaba un millón de euros en una vivienda

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA / LA VOZ

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MONICA IRAGO

Un automóvil fue interceptado cuando viajaba hacia Asturias con cocaína

09 jul 2021 . Actualizado a las 08:45 h.

El Calexón de Ravella es lo que su nombre indica, un callejón sin salida situado a pocos metros de la plaza en la que se abre la Casa do Concello de Vilagarcía. Un lugar discreto, como discreto fue el operativo que la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) del Cuerpo Nacional de Policía desplegó allí mismo, el miércoles, en colaboración con el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil y la unidad de policía judicial de Cangas. A media tarde, mientras un agente aguardaba junto al portal, una máquina de contar dinero trabajaba a destajo en el interior de una anodina vivienda de dos plantas. El ruido del mecanismo era inconfundible, y existía una buena razón para que funcionase a pleno rendimiento: fuentes relacionadas con la investigación confirman que hallaron en ella más de un millón de euros en metálico.

No se trata de una cantidad que cualquiera pueda guardar sin más bajo el colchón. Su propiedad se le atribuye a una organización que, asentada en las Rías Baixas, se encargaría de mover cocaína hacia otros lugares del norte peninsular. Como mínimo, entre Arousa y Asturias. No han trascendido, por el momento, muchos detalles sobre la operación ejecutada por la Policía Nacional y la Guardia Civil, que contaron con el apoyo de agentes de la Comisaría de Vilagarcía. Más allá de que cuatro personas fueron detenidas y que los registros se prolongaron durante toda la jornada en la misma casa de Ravella en la que se ocultaba una verdadera fortuna en billetes.

Dos kilogramos por la A-8

El detonante de la caída de esta red fue la incautación de un modesto alijo de cocaína que viajaba sobre ruedas. Las fuerzas de seguridad interceptaron esta semana un automóvil de alta gama que circulaba por la A-8 en dirección a Asturias. Al peinar el vehículo, los agentes dieron con un par de kilogramos de la sustancia blanca, cuyo destino, por lo visto, era el mercado del Principado.

El volumen del envío hace pensar en una organización que trabajaría en el rango medio del negocio, capaz de suministrar material para que fuese cortado y distribuido en un escalón previo a su llegada a la calle. Nada que no se haya visto antes. Ahí está, sin ir más lejos, la condena que acaba de caerles encima a Juan Carlos Sotelo, yerno del histórico Manuel Vázquez, Piturro, y a otro vilanovés por haber urdido una red de abastecimiento de cocaína entre Galicia y Asturias (seis años y medio, y tres años de cárcel, respectivamente), que llegaba a ser colocada al menudeo desde un quiosco de Gijón. Lo que sorprende es la abultada cantidad de dinero que afloró en Vilagarcía. Los cuatro individuos que la investigación vincula con él todavía no habían pasado ayer a disposición judicial.