Se libra de la cárcel tras haber admitido que abusó sexualmente de su hijastra de 13 años en Viveiro

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

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Foto de archivo de la Audiencia Provincial de Lugo
Foto de archivo de la Audiencia Provincial de Lugo ÓSCAR CELA

Un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y la defensa cerró la condena en dos años de prisión, menos de la mitad de los que inicialmente se pedían para el condenado

22 jul 2021 . Actualizado a las 10:44 h.

A pesar de haber admitido que abusó sexualmente de la hija de su pareja, de solo 13 años, el hombre que se sentó en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo este martes se librará de entrar en prisión. La Fiscalía pedía para él una pena de cinco años de cárcel, ya que, según el escrito de acusación, «aprovechando los momentos en los que la madre no se encontraba en la casa, haciéndola creer que se trataba de un juego, se tiraba encima de la víctima y le tocaba los pechos por debajo de su ropa». Llegó a hacerlo hasta en seis ocasiones, según relata el escrito con el que este martes se mostró conforme tanto él como su defensa.

Un acuerdo entre su abogada y el Ministerio Fiscal propició una rebaja en su pena. De los cinco años que se pedían, su pena se quedará finalmente en dos años. Esta medida implica que la defensa pedirá la nulidad del castigo, por lo que no entrará en prisión, ya que no tiene antecedentes. Esta condena, como procede por normativa legal, quedará reflejaba en su expediente delictivo aunque no ingrese en la cárcel. No fue necesario ni que se procediera a la declaración de acusado, víctima o testigos, ya que existía un acuerdo de conformidad previo al juicio que ratificaron al inicio de la vista. También fue condenado a 10 años de libertad vigilada, en los que no podrá acercarse a la víctima, así como a una multa de 8.000 euros. 

Un relato que el acusado admitió como cierto

Los hechos por los que se condena al hombre sucedieron en Viveiro entre los meses de mayo y junio del año 2018. En el escrito de acusación indica que el acusado, con intención de satisfacer sus deseos sexuales, habría abusado de la menor, hija de su pareja sentimental y con las que convivía en el mismo edificio de una localidad mariñana. 

«Aprovechando los momentos en los que la madre de la menor estaba fuera de casa y se quedaba a solas con él, haciéndola creer que se trataba de un juego, se tiraba encima de ella, para hacerla cosquillas, momento este que aprovechaba para meter el acusado, su mano por debajo de la ropa de [...] y tocarle los pechos. Tocamientos y conducta sexual referida, que el acusado llegó a repetir, movido por el mismo ánimo libidinoso, hasta en seis ocasiones con la menor, bien en su dormitorio o en el salón, logrando siempre acariciarle los senos, sin que por su grado de madurez de esta le permitiese conocer el alcance de dichos actos», señala el fiscal.

Añade que como consecuencia de estos hechos, la víctima menor ha desarrollado una elevada sintomatología ansiosa, malestar emocional y problemas de autoestima.