El Congreso aprueba seguir sin mascarilla al aire libre pese a la explosión de la quinta ola

María Hermida
María Hermida REDACCIÓN / LA VOZ

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La ministra Carolina Darias, en su intervención de esta mañana en el Congreso de los Diputados
La ministra Carolina Darias, en su intervención de esta mañana en el Congreso de los Diputados Javier Lizón

La ministra de Sanidad considera que continuar sin la protección facial en el exterior es «prudente», mientras que parte de la oposición vota que se vuelva a imponer su uso

21 jul 2021 . Actualizado a las 18:50 h.

La pandemia del covid-19 nos ha enseñado que la realidad, desafortunadamente, es cambiante. Y que el virus casi siempre va por delante de las normas. Hoy, con la quinta ola explotando en toda España, en el Congreso de los Diputados se debatió si es conveniente seguir adelante con el decreto que permite ir sin mascarillas en el exterior cuando hay distancia de seguridad o si, por el contrario, conviene volver atrás y recuperar su uso al 100 % al aire libre (en interiores sigue siendo siempre obligatoria). Aunque el Gobierno llevaba al Congreso de los Diputados ese decreto aprobado en su Consejo de Ministros a finales de junio para ratificarlo, es decir, para seguir adelante sin las mascarillas en el exterior, los datos epidemiológicos invitaban a pensar que quizás el Ejecutivo diese marcha atrás. De hecho, así lo piden muchos científicos consultados y así lo demandan ya abiertamente comunidades autónomas como el País Vasco.

Pero no. Carolina Darias, ministra de Sanidad, ha dicho en el Congreso de los Diputados que «es prudente» seguir adelante con la retirada de la mascarilla al aire libre, sobre todo porque el decreto contempla que solo se lleve cuando no hay distancia de seguridad suficiente. Y el diputado socialista gallego Guillermo Meijón se ha postulado en la misma línea, recordando además que muchos líderes políticos, como Alberto Núñez Feijoo, pidieron la retirada de la mascarilla. Y obviando en su discurso, por supuesto,que entre la demanda de Feijoo y la actualidad hay un cambio abismal: la incidencia se ha multiplicado de una forma descomunal en Galicia y en España. 

La ministra Darias dejó claro desde el minuto cero en el Congreso de los Diputados que el Gobierno, digan lo que digan los datos de incidencia, sigue su hoja de ruta. Y que quiere ratificar el decreto de mediados de junio mediante en el que se libró a los españoles de llevar la mascarilla siempre en el exterior. Eso sí, Darias evitó en todo momento la euforia que había exhibido Pedro Sánchez el día que, sin previo aviso y reservando para sí mismo una de las noticias más jugosas de la pandemia, anunció que se terminaba el uso de las mascarillas al aire libre y que los españoles volveríamos a vernos las sonrisas y los rostros. Darias, consciente de que la situación epidemiológica es terriblemente peor que entonces, fue mucho más contenida. Dijo que la mascarilla solo puede retirarse en circunstancias muy concretas, básicamente cuando hay distancia, y defendió el decreto por la cobertura vacunal que ha alcanzado el país y la baja hospitalización de los infectados. Habló también de que esta medida, la de no llevar protección facial al aire libre en determinados supuestos, cuenta con el aval de la comunidad científica. Nuevamente, a propósito o no, obvió decir que los mismos científicos que hace un mes validaban quitarse la máscara ahora recomiendan llevarla porque la quinta ola no toca techo y la infectividad de la variante delta está siendo realmente llamativa. 

Sea como fuere, Darias sigue hacia adelante con la desescalada de la mascarilla. Y lo hace pese a que gran parte de la oposición le avisó hoy en el Congreso de que los datos no avalan esa decisión y España «está siendo el peor país de Europa en la gestión de la pandemia». Por parte del PP tomó la palabra la diputada Elvira Velasco Morillo, que se refirió al decreto de la retirada de las mascarillas como «el de las sonrisas» y culpabilizó a la euforia de Pedro Sánchez, «que dijo que habíamos derrotado al virus», de que la quinta ola esté explotando de una forma tan contundente. Insistió Velasco Morillo en que los españoles están confundidos por los mensajes contradictorios de Sanidad y por la «falsa sensación de seguridad que transmite el Gobierno». Y confirmó lo evidente: que el Partido Popular no será cómplice con su voto en el Congreso de la retirada de la mascarilla al aire libre. 

Desde otros grupos, como el PNV, también afearon a Sanidad que no dé marcha atrás con la retirada de la protección facial en el exterior pese al aumento de la incidencia. La diputada Josune Gorospe, a la que hay que agradecerle la intervención más conciliadora, dijo que no podían apoyar el decreto porque la mascarilla es una de las pocas herramientas que se ha demostrado como eficaz para parar el virus. Y le rogó a Sanidad que esa empatía que ella utilizaba desde el micrófono la usase también Sanidad para ayudar a las comunidades a frenar la ola. Reclamó, sin mucho éxito, herramientas para que las autonomías puedan parar el virus. 

Vox también le arreó al Gobierno. Pero el grupo de ultraderecha, como suele ser habitual, se salió del guion para hablar de lo de siempre: los indultos catalanes o la inconstitucionalidad del estado de alarma, demostrando que lo de las mascarillas solo era para ellos una excusa para tomar la palabra y crispar el hemiciclo. 

El diputado socialista Guillermo Meijón cerró el turno de intervenciones con respecto a las mascarillas. Transitó el mismo camino de la ministra Carolina Darias, señalando que es prudente ratificar la desescalada del uso de la protección facial. Y aprovechó también para saltarse el guion y, en su caso, ir a la vacunación, el asunto en el que el Gobierno se siente más cómodo. Meijón se deshizo en elogios a la ministra por el avance en la inmunización y así acabó el debate

Tras seguir adelante con el orden del día, sobre las cuatro de la tarde, siete horas después de haber empezado la sesión, el pleno votó sobre el decreto de las mascarillas. Hubo 180 votos favorables a ratificar el decreto para que se siga sin mascarilla al aire libre, frente a 90 diputados que votaron en contra y 78 abstenciones. Así que quedó aprobado el decreto, es decir, en España se continuará como hasta ahora, con la proteccíon facial al aire libre únicamente obligatoria cuando no hay distancia social.