Tomás Gimeno envió un audio con la voz de Olivia a la madre de la niña minutos antes de matarla

La Voz REDACCIÓN

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Tomás Gimeno, Olivia y Anna
Tomás Gimeno, Olivia y Anna

Joaquín Amills, portavoz de la familia de las pequeñas asesinadas en Tenerife, sostiene que se trató de un plan premeditado y que el hombre se suicidó por cobardía

22 jul 2021 . Actualizado a las 16:45 h.

Tomás Gimeno parecía un hombre con dos caras. Sus amigos más cercanos lo describían como un padre que se preocupaba por sus hijas, una tesis que también sostuvieron desde el entorno más cercano a Anna y Olivia, las dos hermanas de uno y seis años asesinadas por su progenitor antes de que este se suicidarse, en un caso que conmovió al país. Pero se trataba solo de una estrategia. O eso sostiene que el fue el portavoz de Beatriz Zimmerman, la madre de las dos pequeñas.Joaquín Amills sostiene, en una entrevista publicada en el diario Almería hoy,  que Gimeno diseñó con precisión su plan para hacer el mayor daño posible a Beatriz, de la que se había separado, y solo se suicidó por cobardía, al ver que no podría escapar tras asesinarlas.

«La verdad es que ya nos temíamos un desenlace como el que ha sucedido, pero albergábamos la esperanza de descubrir al asesino. Sabíamos que encontrar a Anna era muy difícil debido a la rotura de la bolsa en la que su padre lanzó el cuerpo de la niña al mar. No obstante, era preciso reunir las pruebas del crimen. Beatriz, la madre, fue consciente de esa dificultad antes que nadie. Sin embargo, mantuvo en todo momento una admirable entereza. Estaba en paz y agradecida a los agentes de la Guardia Civil y a la tripulación del buque que se emplearon a fondo en la búsqueda de sus hijas», sostiene el portavoz familiar.

Amills mantiene que se apuntaron a la tesis de que Gimeno era un buen padre por una cuestión estratégica. «La psicóloga elaboró un perfil de Tomás y aconsejó en un primer momento, cuando aún cabía la posibilidad de que las niñas estuvieran vivas, apelar a su corazón. Eso significaba evitar revelar lo sinvergüenza que era», sostiene en la misma entrevista.

Gimeno lo tenía todo perfectamente diseñado para hacer el mayor daño posible a su exmujer, de la que se había separado. Amills cree que mató a las niñas en su casa, antes de ir al Puertito de la Cruz por su barco. Las asfixió y minutos antes de hacerlo hizo que Olivia grabase un audio que envió a su madre en el que la instaba a recoger unos cuadros. «Le envió un último recuerdo, una maldad propia de un ser depravado». Amills sostiene que Gimeno había previsto también suicidarse. Luego le entró miedo, pero tras ser detectado casualmente por la Guardia Civil el día que mató a las niñas, se dio cuenta de que no podría escapar y acabó con su vida.