López Obrador mantiene su popularidad tres años después de llegar a la presidencia de México

Héctor Estepa BOGOTÁ, E. LA VOZ

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Sáshenka Gutiérrez | Efe

Su gestión es aprobada por un 58 % de los ciudadanos, según una encuesta

25 jul 2021 . Actualizado a las 10:50 h.

«No voy a decepcionarles», dijo Andrés Manuel López Obrador, el primero de julio del 2018, ante un público enfervorecido, en el Zócalo de Ciudad de México, después de arrasar en las elecciones presidenciales, con un 53,9 % de los votos. Tres años después, mantiene su popularidad intacta, a pesar del traspiés de las elecciones intermedias del mes pasado, cuando su partido, el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) perdió presencia en el Legislativo y no consiguió hacer realidad la aspiración de controlar dos tercios de la Cámara, para así aprobar algunos de los proyectos pendientes del programa de gobierno.

Su gestión fue aprobada en junio por un 58 % de los encuestados por la agencia Mitofski, cifras altas para un presidente en su tercer año de mandato, en un país en el que sí comienza a apreciarse una polarización entre sus partidarios y los detractores. «Estamos bien calificados, pero aspiramos a convencer a más gente. Que haya más revolución de las consciencias», dijo López Obrador cuando presentó un informe sobre la actividad de su Gobierno, afectado, en el último año, por la pandemia de coronavirus.

El discurso del presidente fue comedido. Habló poco de grandes logros y sí subrayó que el país no está peor que antes de su llegada al poder. Destacó la subida del salario mínimo un 44 %, a pesar de que la economía cayó un 8,5 % en el 2020, por los efectos de la crisis mundial. Subrayó también que el peso mexicano no se ha devaluado, y que los precios de la energía se mantuvieron, un tema crucial para los ciudadanos. «Se logró que ningún enfermo se quedara sin cama», aseguró, sobre su criticada gestión de la pandemia, subrayando que México no se encuentra entre los primeros países en muertes por cada millón de habitantes.

Se refirió también López Obrador al talón de Aquiles de todos los gobernantes mexicanos desde hace décadas: la violencia, que ha continuado registrando cifras récord durante su mandato, en un país donde casi 100 personas son asesinadas al día. «Hemos avanzado», dijo el presidente. «Estamos combatiendo carteles como el de Jalisco o Guanajuato, pero sin declararles la guerra, porque la violencia no se puede enfrentar con violencia», señaló, ante quienes señalan la tibieza de la Guardia Nacional, creada en su primer año de Gobierno.

No es la violencia el único tema al que se aferran los opositores. En los últimos meses López Obrador ha sido criticado por haber señalado a jueces y a periodistas. De estos destaca supuestas noticias falsas, y con los tribunales tiene sus más y sus menos. El Tribunal Electoral confirmó una condena por haber hecho propaganda electoral en el ejercicio de su cargo.