Vox rebaja la tensión con el PP, pero fuerza otra votación para retirar la reprobación de Abascal en Ceuta

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El portavoz del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, en una imagen de archivo.
El portavoz del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, en una imagen de archivo. Óscar Cañas | Europa Press

Aclara que no va a votar «sistemáticamente» contra las propuestas de los populares tras romper relaciones y que no peligran los gobiernos de Andalucía, Madrid y Murcia

28 jul 2021 . Actualizado a las 11:23 h.

Vox rebajó ayer el grado de tensión con el PP al aclarar que la ruptura de relaciones con los populares que anunció el lunes por no haber impedido que Santiago Abascal fuera declarado persona no grata en Ceuta no significa que a partir de ahora vayan a votar «sistemáticamente» en contra de las propuestas del PP en aquellas comunidades donde sus votos son necesarios para que la derecha tenga mayoría. Vox precisó además que no están en peligro los Gobiernos de Madrid, Murcia o Andalucía.

Pero el partido de Abascal mantiene, sin embargo, la presión para forzar a la dirección nacional del PP a desautorizar explícitamente a su presidente en Ceuta, Juan Vivas, que ayer insistió en defender su abstención en la moción. En esa estrategia, Vox ha presentado en la Asamblea de Ceuta una propuesta para revocar la reprobación de Abascal. De este modo, los populares se verán obligados a votar de nuevo sobre la cuestión. En caso de que no rectificaran y repitieran la abstención que Vivas ordenó al plantearse la moción de reprobación, esta permanecería vigente. En aquella ocasión, Abascal fue declarado no grato con los votos del PSOE, los tres diputados de los partidos localistas, MDyC y Caballas, y la abstención del PP.

La formación de Abascal trata así de reflejar las contradicciones entre la dirección nacional del partido, que ya se ha desmarcado de cualquier «señalamiento», incluido el de Abascal, y el presidente de Ceuta, con el que mantiene un abierto enfrentamiento desde que los representantes de Vox aseguraran que en la Asamblea ceutí había políticos que trabajan a favor de «los intereses de Marruecos».

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, entró ayer en el debate y aseguró que, «con carácter general», a él no le gusta declarar persona no grata a ningún dirigente político. Consideró un «error» ese tipo de propuestas, pero matizó que el PP «no incentivó ni propuso» la reprobación de Abascal. «No es bueno entrar en descalificaciones personales», sostuvo, pero tampoco «que haya políticos que exageren» tras ser reprobados, en referencia a Abascal.

Desde la dirección nacional, el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Montesinos, aclaró que a su partido «no le gustan los cordones sanitarios» ni «la figura de persona no grata», y añadió que el PP está centrado «en la defensa del interés general y si otras formaciones están en otras cosas, serán las que tendrán que explicar su posición».