La tensa relación entre Nancy Pelosi y McCarthy toca un nuevo fondo

Sarah D. Wire

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María Pedreda

El líder de la minoría bromeó con golpear con un mazo a la presidenta de la Cámara

08 ago 2021 . Actualizado a las 09:55 h.

El líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy, se enfrenta a críticas tras confesarle el pasado fin de semana a sus partidarios que «sería muy difícil no golpear» con el mazo a la líder demócrata Nancy Pelosi si los republicanos recuperan el control de la Cámara a medio mandato. Pese a que los dos son de California, mantienen una relación mucho más complicada que la que había tenido la propia Pelosi con los dos predecesores de McCarthy, cuando al menos hubo un mínimo de civilización entre ellos.

Pero la reciente avalancha de insultos y maniobras políticas cruzadas entre los dos ha llevado su ya tensa relación a un mínimo. El jueves de la semana pasada, Pelosi llamó «idiota» a McCarthy por cuestionar el uso de las mascarillas para prevenir el contagio de covid-19. Los republicanos se han rebelado ante la decisión de la Cámara de exigir llevar mascarillas en el hemiciclo ante el incremento de casos de la variante delta. McCarthy respondió públicamente cuestionando ciertas inversiones tecnológicas hechas por el marido de Pelosi que habían sido noticia y se refirió a ella como una «presidenta patética».

En los republicanos se ha incrementado la confianza de que recuperarán la mayoría en la Cámara después de las elecciones de noviembre del 2022. En la cena de recaudación de fondos del partido en Tennessee el pasado sábado, a McCarthy le entregaron un mazo. Fue coreado cuando dijo a la multitud: «Quiero que veáis a Nancy Pelosi entregándome el mazo [en el 2023]... Será difícil no golpearla con él».

Los demócratas, que exigen una disculpa, acusan a McCarthy de promover la violencia contra las mujeres utilizando la misma retórica que llevó al asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. Muchos representantes han pedido su dimisión.

«América ya ha sufrido suficiente violencia en la política. McCarthy es ahora un posible agresor de Pelosi. Tiene que dimitir», escribió en un tuit Eric Swalwell. «Querido McCarthy, ¿no crees que América ha tenido suficiente violencia política? No deberías haber alentado, ni amenazado ni bromeado con ejercer violencia sobre nadie, incluida la presidenta de la Cámara. Debes pedir disculpas o dimitir», dijo Ted Lieu. Desde la oficina de McCarthy restaron importancia a las quejas. «Obviamente, estaba bromeando», dijo uno de sus portavoces.

El deterioro actual llega después del rechazo sin precedentes de Pelosi el pasado mes a sentar a dos de los candidatos que había propuesto McCarthy en el comité investigador del asalto al Capitolio. Según Pelosi, Jim Banks y Jim Jordan denigraban el prestigio del comité y trataban de poner en duda el hecho del ataque, por lo que no eran adecuados para el puesto. Fue toda una sorpresa, pues normalmente el presidente defiende la selección del líder de la minoría de los miembros que formarán parte del comité.

La llamada en la que Pelosi informó a McCarthy de su decisión terminó con gritos y, como represalia, McCarthy retiró todas sus elecciones. En cambio, Pelosi propuso a dos miembros republicanos más moderados y anti-Trump para formar parte del comité.

El llamado Freedom Caucus, un grupo de parlamentarios de la línea dura del Partido Republicano, presionó a McCarthy para que tratara de destituirla como presidenta, algo para lo que los republicanos no cuentan con los votos necesarios sin la ayuda de los demócratas.

Pelosi y McCarthy nunca han tenido una buena relación. Esta solo ha ido a peor desde la era Trump, que fue sometido a dos procesos de impeachment bajo el mandato de Pelosi. McCarthy trató de captar la simpatía de Trump con la esperanza de recuperar la mayoría en la Cámara en el 2020, algo que los republicanos estuvieron más cerca de conseguir de lo que se esperaba.

El actual margen de control de los demócratas de tres escaños en la Cámara ha alimentado la lucha por el poder entre Pelosi y McCarthy. La próxima gran prueba podría ser cuando llegue a la Cámara el proyecto de ley de infraestructuras que se está negociando en el Senado.

«Todavía hay un número significativo de los republicanos moderados a los que Pelosi podría recurrir para pedirles el voto», señaló John Hudak, experto en el Congreso de la Brookings Institution. «McCarthy podría intervenir y amenazar a quienes trabajen con Pelosi».

Si bien la mayoría en la Cámara puede actuar sin necesitar el apoyo de la minoría, su tensa relación podría empeorar el partidismo en Capitol Hill. Algo que complicaría la aprobación de proyectos de ley en la Cámara mediante la aprobación mediante voz, en lugar de por una votación registrada, según indicó Matthew Green, profesor de política de la Universidad Católica de América. Cualquier miembro puede oponerse al proceso de voto por voz, lo que requeriría una votación nominal mucho más larga. «Hay muchos asuntos en los que las dos partes deben ponerse de acuerdo», explicó Green. «Sería digno de ser aplaudido -aunque no lo hemos visto, podría ocurrir- que el partido minoritario dijese que pedirán votaciones registradas para todo», concluyó.

Sara D. Wire cubre la información del Congreso en Los Angeles Times. ©2021 Los Angeles Times. Distribuido por Tribune Content Agency. Traducido por Sara Pérez.