Los fieles a Maduro eligen candidatos entre trifulcas y escasa participación

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

LEONARDO FERNANDEZ VILORIA | Reuters

Las primarias del chavismo movilizaron al 17 % del padrón electoral

10 ago 2021 . Actualizado a las 10:26 h.

Al menos 150 incidentes se produjeron en las primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en el poder desde 1999, para elegir a sus candidatos a alcaldías y gobernaciones, de cara a los comicios regionales del 21 de noviembre, según un sondeo independiente.

Denuncias de ventajismo, acompañadas de peleas, en algunos casos a pedradas o cuchilladas, y algunos disparos al aire, acompañaron la jornada del domingo, en la que, según cifras de Diosdado Cabello, número dos del chavismo, participaron unos 3,5 millones de electores, aproximadamente 17 % del padrón electoral total venezolano.

Las primarias del PSUV (las primeras de su historia, que se inició en 1997), arrojaron resultados bastante previsibles, incluso en las regiones donde había candidatos discutidos desde el propio Palacio de Miraflores, cuyo ocupante, Nicolás Maduro, catalogó a las votaciones como «hito histórico», cuando votó en Caracas, mientras las redes sociales ardían en imágenes de conflictos.

Los portales web, mientras, destacaban también numerosos retrasos en las mesas de votación. El proceso fue prorrogado hasta las 9 de la noche (cuatro horas) por la supuesta presencia masiva de votantes chavistas.

«Se desbordaron los centros de votación», señaló Cabello, aunque las cifras siguen mostrando el descenso del interés de los votantes del chavismo, incluso si los números son ciertos: en las elecciones parlamentarias del pasado diciembre, boicoteadas por la oposición, el voto chavista, nuevamente según cifras oficiales (frecuentemente cuestionadas), fue de 21 % del electorado, y el total de 30 %.

Palos, puños y denuncias

Aparte de las 150 denuncias de agresiones, con puños, cuchillos y con algunas armas (contabilizadas por el politólogo exchavista y ex preso político Nicmer Evans), se registraron numerosas denuncias de amedrentamiento o presiones a empleados públicos para que concurrieran a votar.

También se impidió a la prensa independiente cubrir el proceso interno del partido de Gobierno. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa denunció al menos cuatro casos en los que reporteros fueron obligados a borrar las grabaciones de sus móviles.

Más allá de estos hechos los resultados fueron los que se esperaban, con la mayoría de los gobernadores renovando candidaturas para el próximo proceso, y con la actual ministra del Interior, Carmen Meléndez, elegida como candidata del estratégico municipio Libertador de Caracas, con más población que 16 de los 23 estados del país. Solo no renovaron aquellos gobernadores a los que Maduro les pidió abrir espacio a nuevos liderazgos.

Analistas políticos señalaron que, en muchos casos, las disputas se produjeron por la conciencia de que buena parte de los elegidos el domingo serán simplemente ratificados el 21 de noviembre, sobre todo si, como ha venido ocurriendo desde el 2015, las elecciones de este año no terminan siendo competitivas y vuelven a ser boicoteadas por la oposición, que, a tres meses de los comicios, deshoja la margarita sobre si participa o no.

La decisión final dependerá de las negociaciones que se emprenderán en breve en México, con el auspicio de Noruega. Maduro dijo ayer que se está preparando un «memorando de entendimiento» para las negociaciones, e incorporó el domingo una cuarta exigencia a las tres solicitadas: que se acepte en las discusiones «a todas las oposiciones» y no solo a la que conforman los partidos elegidos en la Asamblea Nacional en el 2015, que han sido primero ilegalizados y luego reducidos por vía judicial y mediante persecución y cárcel a sus dirigentes.