Pedro Sánchez rentabiliza el apoyo europeo a su gestión de la crisis de los refugiados afganos

Ramón Gorriarán COLPISA | MADRID

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Reivindica la presencia española en Afganistán: «Estos 20 años no han sido en balde». Deja en el aire sus explicaciones en el Congreso e ignora a la oposición. Casado no se fía de Sánchez y teme que todo se va a limitar a un álbum «de fotos para la galería»

21 ago 2021 . Actualizado a las 23:17 h.

Pedro Sánchez se dio este sábado un baño de europeísmo durante la visita al centro logístico de acogida a los refugiados afganos en la base de Torrejón de Ardoz. Acompañado de los presidentes de la Comisión y del Consejo europeos, hizo profesión de fe comunitaria y escuchó los elogios y los agradecimientos de Ursula von der Leyen y Charles Michel. Unas palabras que debieron sonarle a música celestial ante las desabridas críticas de la oposición a su gestión de la evacuación de Afganistán.

La Moncloa preparó con mimo la puesta en escena de la visita organizada por los ministros de la Presidencia y Asuntos Exteriores en sintonía con Bruselas. Con el presidente del Consejo a su derecha y de la Comisión a su izquierda, Sánchez quiso dejar claras dos ideas.

La primera, que España está con Europa «a las duras» (la crisis afgana) «y a la maduras» (fondos europeos para afrontar las consecuencias de la pandemia). Reclamó la paternidad de la iniciativa de convertir Torrejón en el «hub» europeo para la acogida y redistribución de los refugiados. Y aunque su protagonismo y su idea serán probablemente un capítulo menor cuando se escriba la historia de un éxodo histórico, Sánchez trabaja para labrarse un nombre en Europa y devolver a España el protagonismo de antaño en el concierto comunitario. De entrada, logró el reconocimiento de los líderes de la Unión. «Gracias de todo corazón Pedro. España es el ejemplo de lo que es el alma Europa», concedió Von der Leyen. «La decisión es fundamental porque muestra la solidaridad europea», completó Michel.

Desmontar el pesimismo

Su segunda idea se centró en desmontar la ola de pesimismo que se ha instalado en la sociedad por la inutilidad de dos décadas de presencia de la OTAN en Afganistán para reconstruir el país tras la derrota talibán en el 2001. «Estos 20 años no han sido en balde» porque «la siembra de la semilla de libertad germinará», vaticinó con un entusiasmo de difícil comprensión a la vista de la situación en Afganistán.

La presidenta de la Comisión compartió el optimismo y, aunque reconoció que el retorno de los integristas al poder ha sido «un golpe muy duro y una tragedia», resaltó que lo que se ha avanzado en estos 20 años «no se lo quita nadie» a los afganos, sobre todo «a las mujeres y a las niñas». Von der Leyen aprovechó su intervención para reconocer que la UE mantiene contactos con los líderes del movimiento talibán para «salvar vidas» y facilitar la evacuación de los colaboradores con los países occidentales.

Pero precisó que este diálogo en ningún caso supone un reconocimiento de su legitimidad. La ayuda humanitaria a Afganistán, subrayó, «estará condicionada al respeto a los derechos humanos» y «mediremos a los talibanes por sus actos, no por sus palabras». 

Casado no se fía de Sánchez y teme que todo se va a limitar a un álbum «de fotos para la galería»

«Desde el primer minuto» Sánchez —que por la crisis de Afganistán ha decidido suspender el viaje a Egipto y Kenia que tenía previsto realizar la próxima semana— no quiso teñir de cuitas domésticas su reaparición tras las vacaciones. Evitó responder a las ácidas críticas por su silencio estival en medio del caos de Kabul, pero tampoco las pasó por alto. Aseguró que en la residencia de la Mareta, en Lanzarote, estuvo «desde el primer minuto» al frente de la operación de evacuación. Dejó en el aire si iba a aceptar las peticiones de la oposición para que acuda al Congreso a explicar la gestión de la crisis.

El líder del PP, sin renunciar a la crítica, bajó el tono, respaldó la operación de evacuación porque es «política de Estado», y en ese terreno «el PP siempre va a apoyar al Gobierno». Consideró también «un acierto» la presencia de los líderes de la UE en Torrejón. Pero Pablo Casado no se fía nada de Sánchez y se teme que no va a estar «a la altura de la confianza que nos da Europa» y todo se va a limitar a un álbum «de fotos para la galería».

Lo que tiene que hacer el presidente, según el jefe de la oposición, es acudir al Congreso a explicar su gestión «como ya han hecho Merkel, Macron o Draghi». Más rotunda fue la portavoz popular en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, que acusó a Sánchez de «camuflar su desgobierno» haciéndose acompañar en Torrejón por Von der Leyen y Michel.