Afganistán deteriora la «relación especial» entre el Reino Unido y EE.UU.

Juan Alonso LONDRES / CORRESPONSAL

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KEVIN LAMARQUE | Reuters

Londres rechazó ser el culpable del atentado terrorista de la semana pasada en Kabul, como insinuaron en Washington

01 sep 2021 . Actualizado a las 09:06 h.

La «relación especial» que el Reino Unido y Estados Unidos mantienen desde hace décadas parecía destinada a robustecerse tras la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden. Sin embargo, la desordenada retirada militar estadounidense de Afganistán ha colocado a la misma en una situación aún peor que la vivida durante los tormentosos años del republicano Donald Trump. Prueba de ello es que Londres no ha dudado en desmentir las insinuaciones de Washington que pretenden achacarle la culpa por el atentado terrorista que la semana pasada se registró en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul y que dejó casi dos centenares de víctimas.

«Nos coordinamos muy de cerca con los EE.UU., en particular en torno a la amenaza del ISKP (rama afgana del Estado Islámico), la cual anticipamos, aunque trágicamente no pudimos prevenir. Ciertamente sacamos a nuestros civiles por la puerta de Abbey (del aeropuerto de Kabul), pero no es cierto sugerir que presionamos para dejarla abierta», declaró este martes el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab. Las palabras de Raab se produjeron después de que la revista norteamericana Politico publicara un documento donde el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, Peter Vasely, asegurara que quiso cerrar los accesos al aeropuerto, por la amenaza terrorista, pero que las mantuvo abiertas a petición de los británicos.

El desmentido es el último de una serie de hechos que revelan que las relaciones trasatlánticas se han deteriorado desde que Biden decidió sacar a sus tropas de Afganistán. La semana pasada el ex premier laborista Tony Blair, uno de los grandes defensores de la alianza angloestadounidense, calificó de «imbecilidad» el repliegue. En similares términos se expresó días antes el actual ministro británico de Defensa, Ben Wallace. «Es muy triste lo que Occidente ha hecho. 20 años de sacrificio desperdiciados», dijo el funcionario, quien prestó servicio militar en ese país.

La prensa británica, por su parte, ha pasado los últimos días ahondando en el malestar de su Gobierno, así como el de otros aliados de la OTAN, ante la decisión de Biden de salir de Afganistán, obviando las advertencias sobre el colapso del régimen de Kabul a manos de unos envalentonados talibanes. No obstante, analistas como Hugo Gye, consideran que las relaciones bilaterales están mejor que hace un lustro y que al Gobierno de Boris Johnson le es más fácil lidiar con Biden que con Trump en temas como el cambio climático o el comercio.

El futuro de los evacuados

Aunque la evacuación desde Afganistán ha terminado, y las fuerzas armadas británicas sacaron a 16.000 personas del país, decenas de diputados están solicitando al Gobierno que rescate a 7.000 más, reveló The Guardian. El diario publicó que los legisladores estarían elaborando listas de posibles evacuados a partir de solicitudes que les hacen sus representados.

Mientras en el Parlamento piensan en nuevas evacuaciones, el Ejecutivo estudia qué hacer con los afganos que ya tiene bajo su protección, en particular con los soldados del Ejército de ese país que colaboraron con los británicos durante los últimos 20 años. Las autoridades estarían pensando en incorporarlos a su Ejército siguiendo el modelo de la Brigada Gurka nacida en la India colonial.