El bloqueo del CGPJ forma parte de la estrategia política de Casado

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El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, en una imagen de archivo
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, en una imagen de archivo PACO RODRÍGUEZ

Los expertos lo enmarcan en su línea de confrontación total con el Gobierno, que cree que le beneficia en su competencia con Vox

05 sep 2021 . Actualizado a las 09:22 h.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha cumplido más de mil días con el mandato caducado. Pablo Casado ha dejado claro que no va a levantar el bloqueo, salvo que el PSOE acepte una reforma en el sistema de elección para que los 12 vocales que, según la Constitución, proceden de la judicatura, sean elegidos directamente por los jueces, y no por el Congreso y el Senado como sucede ahora. Si no es así, «que abandone toda esperanza», dijo hace unos días. El PSOE se niega a cumplir esa condición.

¿Quién es el responsable?

Casado no cumple el compromiso. Xavier Arbós apunta al PP como responsable del bloqueo y recuerda que «hubiera podido cambiar el sistema de elección cuando disponía de la mayoría absoluta en el Congreso con la fórmula que ahora propone, no lo hizo, y tengo la impresión de que quiere prolongar la actual mayoría en el CGPJ». Para Verónica Fumanal, «el bloqueo es parte de una estrategia política». Añade que «el PP, por su miedo a que a Vox le acuse de cómplice con el Gobierno, ha decidido asumir el coste de no renovar las instituciones». Carmen Lumbierres también señala a Casado, que rechaza la renovación «a menos, eso sí, que se haga con las reglas del PP». Recuerda que «no es un comportamiento nuevo en el PP, que ha bloqueado la renovación en las dos únicas ocasiones en que ha dejado de ocupar la presidencia del Gobierno; lo hizo tras perder las elecciones del 2004 y ahora, tras haber sido desalojado Mariano Rajoy de la Moncloa en el 2018».

En la misma línea, Santiago Martínez asegura que «hay que recordar que no es la primera vez que el PP, al perder unas generales, bloquea la renovación de los órganos constitucionales, pero esto, entre su electorado, supuestamente constitucionalista, no le pasa factura». Explica que «históricamente hay un acuerdo entre PP y PSOE para repartir las designaciones de vocales en función de sus escaños, pero esto supondría para el PP perder la mayoría conservadora actual, especialmente en salas muy sensibles como la de lo Penal, por cuestiones evidentes que le afectan», como los casos de corrupción que se tienen que juzgar. «Por lo tanto, el PP por un interés partidista no está cumpliendo con ese compromiso», concluye. 

Consecuencias políticas

Gran desprestigio y más tensión. «Provoca un enorme desprestigio al poder judicial y proyecta la imagen de que los intereses partidistas pueden controlar la justicia», asegura Lumbierres. Resalta que «hay una composición del Consejo que se ajusta a las mayorías conservadoras, incluidas las de las asociaciones judiciales, porque los últimos nombramientos se realizaron cuando el PP era el grupo mayoritario en el parlamento». Por tanto, «se trasluce claramente así el interés partidista por encima de las políticas de Estado y una apropiación política de las instituciones para salir beneficiado en un todavía largo camino de enjuiciamiento de los casos de corrupción en los que se halla inmerso el PP». 

Para Arbós, «el mecanismo constitucional actual es discutible, pero dentro de lo que cabe, otorga legitimidad política a los miembros del CGPJ elegidos por las cámaras, pero esta se pierde cuando se mantienen tras haber caducado su mandato». Según Fumanal, lo que está pasando es «muy preocupante», porque el bloqueo podría lanzar el mensaje de que «la democracia no funciona y los mecanismos de relevo del CGPJ no se van a poner en marcha en años o hasta que el PP vuelva a tener mayoría».

Martínez pone la cuestión en el contexto del clima político de «oposición total sin visión de Estado». Señala que si Casado hubiera aceptado desbloquear la renovación «le habría granjeado sin duda enormes beneficios en la constitución de su carisma y marca política, pues aún está buscando su propio relato como tal». «Esto sin duda provoca que el ambiente político esté enrarecido, haya más tensión y que se tenga a uno de los tres poderes del Estado bloqueado por culpa de las peleas entre partidos», concluye.

Los motivos de Casado

No a todo y presión de Vox. ¿Por qué Casado está dispuesto a mantener el bloqueo?. Martínez ve dos motivos: «Ha decidido no perdonarle una a Pedro Sánchez y considera que la confrontación total en todos los frentes es la mejor baza para ganar terreno en las encuestas». Lo cual «es cortoplacista porque el PSOE tiene muchas posibilidades de remontar con la baza de la recuperación económica, ciertas medidas de índole social, y si logra ir apagando el fuego en Cataluña». Y añade que «por el camino va perdiendo oportunidades para mostrarse como un estadista que ve más a largo plazo creciendo sobre cimientos más sólidos». Y, segundo, «la presión externa de Vox, y la interna de Ayuso, le imposibilitan hacer cualquier gesto de acercamiento al Gobierno por miedo a bajar en las encuestas». 

Lumbierres considera que el bloqueo tiene su origen en el discurso del PP de que «el Gobierno es ilegítimo, que lleva manteniendo desde la moción de censura, y el no a todo para desestabilizarlo, económica, sanitaria o institucionalmente». Ve muy difícil que Casado dé un paso atrás: «¿Cómo va a decirle a los militantes y votantes del PP que ahora sí se puede pactar con un presidente ilegítimo como Sánchez?». 

Sistema de elección

La posición de las asociaciones. Tres asociaciones conservadoras, la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura, la Francisco de Vitoria y el Foro Judicial Independiente se han manifestado a favor de que sean los jueces los que elijan a esos 12 vocales, aunque no entran en que sea una condición para renovar ya el CGPJ. Juezas y Jueces para la Democracia culpa al PP del bloqueo y ha lanzado una campaña de firmas para exigir la renovación. Arbós no está de acuerdo con el actual sistema de elección. «Creo que el CGPJ debería estar compuesto por jueces únicamente, pero designados por sorteo, para desvincular su composición de cualquier vínculo a asociaciones o partidos». Ahora bien, «mientras exista el actual modelo constitucional, hay que cumplir sus reglas, afirma.