El covid-19 lleva a Johnson a romper su palabra y anunciar subida de impuestos

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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El premier británico anunció que a partir de abril se elevarán las contribuciones a la Seguridad Social para dotar a la sanidad pública de fondos adicionales

08 sep 2021 . Actualizado a las 08:51 h.

Boris Johnson está comprobando que el filósofo griego Aristóteles tenía razón cuando decía: «El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras». En las últimas horas el primer ministro británico está recibiendo duros ataques tanto desde las filas opositoras como desde las de su propio partido por su decisión de romper su promesa electoral y elevar los impuestos para financiar la sanidad pública y tapar el enorme agujero que ha dejado la pandemia del covid-19 en sus cuentas.

«Sería un error decir que podemos pagar esta recuperación sin tomar decisiones difíciles (…) Sería irresponsable hacer frente a los costes a partir de un mayor endeudamiento», dijo Johnson este lunes en el Parlamento, y en una rueda de prensa posterior desde Downing Street, en las que anunció que a partir de abril próximo las contribuciones que trabajadores y empresas británicas hacen a la Seguridad Social se elevarán 1,25 %.

La medida, que supone el mayor ajuste impositivo en una década, persigue recaudar unos 12.000 millones de libras (13.961 millones de euros) anuales, que se destinarán a reducir las listas de espera, que se han visto incrementadas por la pandemia; así como a financiar la atención de la población mayor y de personas discapacitadas.

Reacción de los conservadores

El anuncio del primer ministro ha caído como una bomba en las propias filas conservadoras. ¿El motivo? Viola una de las principales promesas electorales que el Johnson hizo en la campaña de las generales del 2019: no aumentar los impuestos.

«No me siento cómodo incumpliendo el programa electoral», declaró este martes mismo el ministro de Vacunación, Nadhim Zahawi, quien no es el único disconforme. La prensa aseguraba que varios legisladores tories podrían votar junto a la oposición laborista en contra de la medida, cuando esta sea sometida a consideración del Parlamento, pues temen que los electores les pasen factura en las próximas elecciones.

Pese a que son muchas las posibilidades de otra revuelta en las filas tories, Johnson ha defendido su decisión y ha asegurado que la subida de los impuestos es la única vía para garantizar la supervivencia de la sanidad pública. «Acepto que esto incumple un compromiso del manifiesto [programa electoral], algo que no hago a la ligera, pero una pandemia mundial no estaba en el manifiesto de nadie», zanjó.

La pandemia ha disparado la deuda del Reino Unido, que se sitúa en cerca del 100 % del producto interior bruto (PIB), unos niveles nunca vistos desde la Segunda Guerra Mundial.

Esta no es la primera vez que Johnson se ve obligado a romper una promesa electoral. Ya en el presupuesto que este año presentó su ministro de Economía, Rishi Sunak, figuraba una subida de seis puntos en el impuesto a los beneficios empresariales, que pasará al 23 % en el 2023.

Ni siquiera las tensiones con Francia a cuenta de las cifras récord de inmigrantes ilegales que han cruzado el canal de La Mancha -alrededor de un millar diarios- sirvieron para distraer la atención del ajuste fiscal, que representará hasta 180 libras anuales (209 euros) de promedio para cada trabajador.