Condenan a dos años y medio a un joven que amenazó a un chico de A Coruña con hacer público que era homosexual hasta llevarlo al suicidio

Alberto Mahía A CORUÑA

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Sede de la Audiencia Provincial en A Coruña
Sede de la Audiencia Provincial en A Coruña EDUARDO PEREZ

Se conocieron en una aplicación de contactos y le exigió a la víctima dinero porque de lo contrario «toda A Coruña se enteraría» de su condición sexual. Deberá indemnizar con 9.000 euros a un familiar de la víctima

10 sep 2021 . Actualizado a las 18:19 h.

Un joven coruñés acabó por quitarse la vida porque ya no podía más. Porque alguien lo estaba extorsionando con desvelar «a toda la ciudad» que era homosexual. Le pidió dinero, y el fallecido se lo dio. Y le volvió a exigir una nueva cantidad. Fue entonces, según el titular del juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña, cuando el fallecido «se vio perturbado y angustiado, optando por ese dramático final». Se suicidó el 8 de octubre del 2019.  Por ello, el inductor fue juzgado por un delito de amenazas condicionales y condenado a dos años y medio de cárcel. Al carecer de antecedentes y haber ya cumplido ocho meses en prisión provisional, es probable que no regrese a la celda. Eso sí, para ello deberá indemnizar al tío de la víctima —único familiar vivo— en 9.000 euros.

A este trágico final se llegó por culpa de un joven que en hace dos años se suscribió a la aplicación Bender, una plataforma de contactos entre homosexuales, para extorsionar a los usuarios. Uno de ellos era este joven coruñés que, sin imaginarse las oscuras pretensiones del ahora condenado, se puso en contacto con él, intercambiándose los móviles.

Pero el acusado sacó pronto sus garras. Le exigió 100 euros a cambio de no difundir capturas relativas a su vida íntima u orientación sexual. El chico pagó. Sin embargo, ese mismo día, el procesado envió a la víctima, según recoge la sentencia ratificada por la sección primera de la Audiencia Provincial, una serie de mensajes de wasap «en los que le siguió presionando para que le entregara más dinero so pena de revelar su condición sexual». Con frases tales como «¿tú quieres que me olvide de ti y no le diga a nadie que eres gay? A mí nadie me vacila. Pues ahora ya veremos. Me voy a chivar a toda A Coruña. Porque ahora toca algo más. Pues tiembla. Mira, si quieres que te deje en paz y bloquearnos y no saber nunca más el uno del otro, ya sabes lo que tienes que hacer. ¿Qué estarías dispuesto a dar para ganarte mi silencio?».

La víctima, continúa el fallo, respondió a tales mensajes poniendo de manifiesto al acusado que ya le había dado el dinero y que no tenía más, limitándose el ahora condenado a responderle: «Tú mismo». Ante ello, el fallecido «expresó su desasosiego por la situación a la que estaba siendo sometido por el acusado y le escribió: «Si no te hablo más [es que] me maté. No aguanto más».

Al condenado por amenazas no le importó lo más mínimo y continuó exigiéndole dinero. En otro mensaje le escribió: «Mira, a mí chantajes emocionales no. Conmigo eso no funciona. Yo ya te dije lo que hay. Yo paciencia tengo poca. O si no dime cuánto puedes y me lo pienso». Tras responderle la víctima que cobraba en tres semanas, el acusado le dijo que no iba a esperar.

Minutos después, sobre las 03.45 horas del 8 de octubre del 2019, el joven, «preso de la desesperación y angustia en la que se hallaba sumido, se precipitó al vacío desde su ventana después de dejar una nota manuscrita. En ella dejó dicho cosas como «esto fue lo que colmó mi paciencia. Prefiero estar muerto que dominado por quien sea».

El acusado, desconocedor de tal circunstancia, en la mañana y la tarde de aquel mismo día envió dos mensajes más al móvil del entonces fallecido de la misma naturaleza: «Tranquilo que ya te verán, y tengo ya impresas las capturas. Mira chaval, me voy a encargar de amargar tu vida».

El tribunal de la Audiencia Provincial sostiene que «tales hechos generaron gran angustia en la víctima y han afectado duramente a su familia, huérfano de padres. En particular, a su tío, causando al mismo un traumático y prolongado duelo hasta el día de hoy».

La defensa del condenado, en su recurso ante la Audiencia Provincial, alegó que la muerte del joven no tenía relación directa con los hechos de su cliente, pues el fallecido ya había pensado en suicidarse en el pasado. El tribunal respondió con estas palabras: «La importancia y la eficacia de la amenaza condicional está en conexión directa con el ataque a la libertad personal en su aspecto psicológico, en su fase de formación que lastra el ulterior proceso de toma de decisión por el amenazado. Este dramático final, pese a ser ajeno a la voluntad del acusado y no ser objeto de juicio, es el mejor reflejo de la perturbación y angustia creadas en la víctima por la presión a la que le sometía el apelante». Por todo ello, «la presión continua, la reiteración de la petición de dinero tras haber recibido el primer pago, fueron suficientes para llevar a la víctima a adoptar una decisión irreversible y gravísima».