Aemet estudia crear un centro para vigilar los ciclones tropicales

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El ciclón Julia sobre el Atlántico
El ciclón Julia sobre el Atlántico

El cambio climático está favoreciendo que se aproximen cada vez más a la Península

14 sep 2021 . Actualizado a las 09:09 h.

Hace tiempo que las borrascas ya no son lo que eran. El sistema de bajas presiones que afecta actualmente a Galicia es un buen ejemplo. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami, vigiló durante varias horas su evolución ante la posibilidad de que adquiriese características tropicales. A pesar de todo, los gallegos todavía siguen hablando de «temporales de toda la vida». Cada año, sin embargo, surgen nuevas situaciones que se escapan de lo normal.

Históricamente, las borrascas que afectan a la comunidad gallega obtienen su fuente de alimentación del aire frío polar, pero el cambio climático está alterando tanto el origen como el desarrollo. «Está aumentado la frecuencia de las borrascas de origen subtropical en la Península. En un mundo más caliente, las masas de aire cálido de origen subtropical son más determinantes en los procesos de ciclogénesis que dan lugar a las borrascas atlánticas», confiesa Francisco Infante, delegado de la Aemet en Galicia.

Y no solo está cambiando la propia naturaleza de las borrascas que impactan en la comunidad gallega, sino que los huracanes también se desvían de su ruta habitual con más frecuencia y viajan hacia el norte, situándose cerca de la costa peninsular. Desde la visita de Ophelia en el 2017, cada año un sistema de bajas presiones tropical ha pasado cerca. En el 2019 incluso se registró un evento que puso patas arriba décadas de investigación sobre la física de la atmósfera. El ciclón Pablo se transformaba en huracán de categoría 1 frente a las costas gallegas, donde las condiciones no pueden ser más hostiles para que algo así pueda ocurrir. Si la tendencia actual se mantiene o intensifica hay una posibilidad real de que alguno termine impactando con fuerza en España. Ophelia ya dejó patente el daño que ocasionan este tipo de fenómenos atmosféricos tan poco habituales por estas latitudes.

 

La Agencia Estatal de Meteorología parece haber captado el mensaje y está reaccionando en consecuencia. «Estamos trabajando en colaboración con el NHC, designado por la Organización Mundial de Meteorología como centro de referencia para la vigilancia. Lo que hacemos es coordinarnos para realizar las predicciones y emitir los avisos pertinentes por si algún fenómeno tropical o subtropical se aproxima a España», comenta David Suárez, delegado de la Aemet en Canarias.

Suárez es uno de los expertos designados por la agencia para desarrollar proyectos orientados a la investigación. Aunque los planes de la Aemet podrían ir más allá y estudia la posibilidad de que España pueda tener su propio centro dedicado a la meteorología tropical. «El interés de contar con un espacio propio es el de potenciar el conocimiento al margen de lo que se refiere estrictamente a la predicción y las alertas», reconoce. «Ante el aumento de estos movimientos anómalos durante los últimos años, se hace necesario estar preparados y proporcionar pronósticos cada vez con mayor antelación y calidad», añade Infante.

Transiciones atmosféricas

Las bajas presiones que se desarrollan entre los 0 y los 30 grados latitud norte pueden afectar a la Península de dos formas. Un ciclón subtropical altera su trayectoria hacia el este y se desvía hacia el norte. En este caso, irá perdiendo su característica tropical a medida que se aproxima a las latitudes medias. Aunque los casos recientes de Ophelia y Pablo demuestran que si se dan las condiciones pueden aguantar como huracán mucho más al norte de su zona de confort. En este sentido, el escenario de que uno toque tierra en España ya no parece tan remoto.

Además, están los llamados híbridos. Realizan una transición inversa y combinan las características de un ciclón tropical y otro de latitudes medias. Se forman cuando una borrasca se desplaza por debajo de los 35 grados. «A borrasca leva asociado aire frío en altura, e como nesa zona a temperatura do mar está por riba dos 20 graos, a inestabilidade aumenta a consecuencia dese contraste de temperatura entre as capas baixas e altas da atmosfera producindo correntes convectivas de aire que xeran tormentas. Cando a actividade convectiva se fortalece e organiza en torno ao centro da borrasca é cando aparece o sistema subtropical, que pode chegar incluso a ter un ollo coma o dos furacáns», explica Damián Insua, investigador del grupo de Física No Lineal de la USC. En los últimos años también se han registrado este tipo de transiciones muy cerca de la Península.