El «trabaje cuatro días y cobre menos» no convence

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

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María Pedreda

Los expertos no ven clara la implantación de ese tipo de medidas en España

19 sep 2021 . Actualizado a las 19:45 h.

¿Estaría usted dispuesto a tener una jornada laboral de cuatro días? ¿A cambio de qué? ¿Y a su empresa qué beneficios le reportaría? Mónica Pérez, miembro de Infojobs, explica que si se enfoca de forma correcta, la semana laboral de cuatro días puede ser una excelente herramienta de flexibilidad y también una fórmula de generación de nuevos puestos de trabajo si es necesario mantener la actividad durante cinco o más días a la semana. A su juicio, esto se traduce en empleados más motivados, eficientes y productivos. Pero advierte que si esa jornada no se implementa correctamente, puede derivar en más estrés y más presión.

José Manuel Casado González, socio fundador de 2.C Consulting, recuerda que «algunos llaman a esta fórmula de organización del trabajo ‘modelo escandinavo', que sostiene que la productividad aumentará si se disminuyen las horas de trabajo, algo que ha cogido más fuerza con la pandemia. Aunque, en el caso español, uno de los menos productivos de occidente, me ofrece algunas dudas». «Lo que ganaría la empresa, de ser cierta esta premisa, -añade- sería incrementar la productividad; algo que, en el modelo productivo español, como ya he connotado, nos vendría de maravillas».

Tampoco lo ve claro Alejandro Constanzo, director técnico de Asempleo, quien considera que la reducción de jornada es una cuestión de equilibrio al afectar a los ingresos y los gastos de la empresa, que son su columna vertebral. Por este motivo, la implantación de la medida debe realizarse desde el consenso y en el marco de la negociación colectiva. La reducción de una jornada, dice, supone un descenso de productividad y, en consecuencia, un aumento de los costes para producir los bienes o servicios. Y ¿quién tiene que pagarlos, el trabajador con una reducción de su salario o la Administración a través de más gasto público en uno de los países con más deuda de Europa, según los datos de Eurostat?

Los tres expertos coinciden en que una jornada larga y poco flexible tiene efectos negativos derivados del estrés, la fatiga o la imposibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar y «se traduce en absentismo porque los empleados hacen trampas para no ir a trabajar, pero una jornada corta tiene efectos sobre la productividad, su rendimiento, su carrera profesional», subraya Constanzo. Por lo tanto la siguiente pregunta sería: si se opta por una corta, ¿habrá que reducir los sueldos? Las empresas que en España le han ofrecido esta fórmula a sus empleados sí han considerado recortes salariales, y sus propuestas fueron rechazada por las plantillas. Sin embargo, lo que hoy puede ser considerado un experimento fracasado puede tener éxito dentro de unos años porque el trabajo y su organización serán de otra manera. Casado explica: «Una semana de cuatro días a cambio de reducción de sueldos supondrá más gestión para la compañía, pero ayudaría a repensar y configurar un modelo de trabajo que albergue y dé empleo a mayor número de trabajadores». «Personalmente -dice- estoy convencido de que uno de los cambios fundamentales, si no el más importante, que la humanidad tendrá que vivir en los próximos lustros será la forma en cómo se concibe y organiza el trabajo; puesto que, como diría el economista Philip Bobbitt, este es uno de los puntos de inflexión en la historia de la Humanidad».

Recuerda que el modelo actual de trabajo responde a la fórmula de organización industrial, en la que se requería juntar, en el mismo sitio y a la misma hora, capital y trabajo, para realizar una tarea. Hoy no siempre es necesario. Pensando en el presente, el experto entiende que si la empresa cuenta con un buen sistema de fijación de objetivos y seguimiento de la productividad, no es necesario rebajar sueldos.