El Banco de España adelanta la recuperación a mediados del 2022

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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miguel souto

La economía crecerá un 6,3 % este año aunque la inflación y los problemas de suministro amenazan el calendario

22 sep 2021 . Actualizado a las 08:26 h.

La economía española se recupera y lo ha hecho a un mayor ritmo del previsto hace solo tres meses. Así lo señala el Banco de España en las previsiones que ha presentado este martes. El organismo anticipa que España crecerá este año una décima más (6,3 %) -cinco menos de lo que calcula la OCDE (6,8 %) y dos menos que lo esperado por el Gobierno-. El consumo privado ha sido y seguirá siendo el gran motor de crecimiento en los próximos trimestres y el que impulse el repunte del PIB que, en el 2022, aumentará un 5,9 %, hasta recuperar el ritmo de crecimiento previo a la pandemia (2 %). Eso, claro, bajo la premisa de que los fondos de recuperación del Next Generation EU se destinen a proyectos apropiados y se ejecuten a tiempo, algo sobre los que el organismo tiene dudas por la escasa información disponible. «Bajo el escenario central de las proyecciones, la economía española alcanzaría el nivel de PIB previo a la crisis en el transcurso del 2022», señala el organismo. 

A pesar de los vientos de optimismo, el supervisor no esconde su preocupación por las incipientes señales de ralentización: recientemente «han comenzado a advertirse algunas señales tentativas de cierta desaceleración», admite. Y tiene que ver con las dificultades para poder satisfacer la demanda mundial de bienes intermedios, como los microchips. Una crisis de desabastecimiento que está propulsando los precios en el mercado y podría comprometer la recuperación. Fletar un contenedor para importar desde China es hoy más de un 715 % más caro y la electricidad se encuentra en los umbrales más altos de su historia. Todo esto está pesando sobre los hombros de empresas y consumidores, que lo están empezando a notar en la cesta de la compra -el IPC subyacente, sin la energía, ha crecido un 0,6 % en este trimestre-. «En efecto, en comparación con las proyecciones de junio, el grado de dinamismo de la actividad que se anticipa ahora para el segundo semestre del año es algo más reducido», señala en su informe en el que también cuestiona el impacto de los fondos europeos porque todo parece apuntar «a un cierto retraso en la ejecución». El consumo privado dio una sorpresa positiva entre abril y junio, pero se ha desacelerado y seguirá haciéndolo en los próximos trimestres por la presión inflacionista, que elevará el IPC este año al 2,1 %, según sus expertos. En el 2022 se situará en el 1,7 % y en el 1,3 % en el 2023.   

Inflación

A pesar de los lastres del comercio internacional, la economía española ha crecido en el tercer trimestre un 2,7 %, una décima menos que entre los meses de abril y junio. El empleo ha seguido recuperándose, igual que las rentas. Destaca la recuperación de los servicios en el mes de julio, impulsado por el turismo nacional -el gasto de los visitantes extranjeros está aún por debajo de la mitad de lo que se ingresó en el 2020-. Aunque se atisban problemas. Si los desequilibrios en los mercados se acaban traduciendo en subidas de precios, los consumidores españoles podrían corregir a la baja sus expectativas de compra. Además, el crecimiento de la actividad «podría verse entorpecido en los próximos trimestres por la prolongación en el tiempo de las limitaciones de oferta que aquejan a algunos procesos productivos»

El Banco de España pone el foco en la creciente preocupación por el alza de precios. No se trata de un fenómeno natural para revertir los efectos de la pandemia. El IPC se ha disparado, pero lo ha hecho en subsectores muy específicos como el del transporte, materias primas y energía. Los expertos creen que tendrá naturaleza «transitoria». Los factores que están detrás del alza «deberían debilitarse en el curso del 2022» aunque no descartan «una mayor persistencia» de la esperada si las empresas acaban trasladando el aumento de costes derivados de los cuellos de botella en las cadenas de suministro globales a los precios finales y si los trabajadores, al percibir un mayor encarecimiento de la cesta de la compra, también trasladan esos incrementos a sus demandas salariales. Sobre este punto, el supervisor alerta de que los «incrementos acordados para los importes de las pensiones y los salarios públicos» tendrán efecto llamada entre los trabajadores del sector privado.  

«No hay precedentes»

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, presentó este martes las previsiones actualizadas que acompañarán los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2022. En su intervención, en la que adelantó que mantendrán la proyección del PIB para el 2021 en el 6,5 % y un repunte de hasta el 7 % para el 2022, destacó que antes de que acabe este año, España habrá recuperado la actividad económica diaria previa a la pandemia y en el caso del empleo, «incluso antes». «No hay precedentes de una recuperación tan rápida del crecimiento y del empleo en crisis anteriores, gracias a las políticas monetarias y fiscales desplegadas para evitar daños permanentes», deslizó la ministra.