PSOE y PP evidencian su distanciamiento y persiste el bloqueo con el Poder Judicial
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Gabriel Rufián advierte al Gobierno que Esquerra venderá caro su apoyo a los Presupuestos: «El voto de ERC se suda»
22 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Oídos sordos a las presiones de Bruselas. El PSOE y el PP volvieron a evidenciar ayer la enorme distancia que les separa para alcanzar un acuerdo que permita desbloquear la situación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Mientras los socialistas reclaman la renovación inmediata de sus vocales conforme a la actual representación parlamentaria, para la que necesitan el visto bueno de Casado, al exigirse una mayoría reforzada, los populares demandan un compromiso previo por parte de Ferraz para que se modifique el sistema de elección, y que sean los jueces quienes nombren a sus representantes en el Poder Judicial.
El PSOE argumenta que su reivindicación es más urgente, ya que en un par de meses el órgano de gobierno de los jueces cumplirá tres años en funciones. «Ahora mismo la solución es acatar la ley», manifestó su portavoz parlamentario, Héctor Gómez. Y una vez renovado, ya habrá «tiempo» para estudiar la reforma en los mecanismos de elección. En Génova no se fían y exigen garantías antes de abordar cualquier acuerdo. El ministro de la presidencia, Félix Bolaños, y la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, mantuvieron ayer una reunión de 45 minutos de la que, según ambas partes, salieron tal y como habían llegado: muy distanciados.
El encuentro se produjo el día siguiente de que el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, urgiera a renovar el CGPJ y a modificar la ley, pero estas palabras fueron empleadas por ambas formaciones para reafirmarse en sus posturas. El voto en contra del PSOE fue decisivo para que el Congreso rechazase ayer la tramitación de una propuesta popular para abordar una modificación legal que permita a los magistrados escoger a 12 de los 20 vocales del CGPJ.
ERC: «Poca alternativa»
Bolaños también exploró el apoyo del PP a los Presupuestos del próximo curso, algo que Gamarra descartó por completo mientras el Ejecutivo «siga pactando con Bildu y los independentistas». Sánchez se mostró optimista unos días atrás, pero Gabriel Rufián advirtió ayer que venderán caro su apoyo: «El voto de ERC se suda», especialmente con la «poca alternativa» de la que disfruta el Gobierno.