Podemos exige como condiciones la reforma fiscal y una ley de vivienda
23 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Va a haber Presupuestos. Los vamos a presentar en tiempo y forma». El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reaccionó con contundencia a las advertencias lanzadas en los últimos días por sus potenciales aliados parlamentarios, que pusieron en duda su eventual apoyo a unas nuevas cuentas públicas.
Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, avisó el martes de que el Gobierno no puede dar «nada por seguro» y que tendrá que «sudar» su voto a favor. Ayer fue la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales quien advirtió a sus socios de Gobierno que no les pondrán las cosas sencillas, y que «ahora mismo» las posiciones entre socialistas y morados están «lejos» de llegar a un acuerdo, y que por lo tanto, considera «prematuro», «arriesgado» y «difícil» que el anteproyecto esté cerrado para comienzos del próximo mes, como auguró Sánchez en su día y volvió a reiterar ayer desde Nueva York, en donde se encuentra de viaje oficial para intervenir en la Asamblea de la ONU.
Siguiendo la misma táctica empleada el pasado curso, el jefe del Ejecutivo volvió a tender la mano ayer a «todos los actores políticos, a todos los grupos parlamentarios» para apoyar que muestren su respaldo a unos Presupuestos «necesarios» para que la «recuperación económica» tras la pandemia «sea justa», es decir, que «llegue a todos los territorios y a todos los ciudadanos», detalló.
Aunque el PSOE y Podemos mantienen diferencias sustanciales en determinadas materias, como la regulación del precio de la vivienda o el impulso de una reforma fiscal que grave con más impuestos a las rentas más elevadas, nadie pone en duda de que finalmente llegarán a un acuerdo, ya que cualquier otro desenlace haría saltar por los aires el Ejecutivo. La ley de vivienda lleva siendo un punto de desencuentro casi desde el inicio de la legislatura. Respecto a la reforma fiscal reclamada por Podemos y que Sánchez no se atrevió ayer a descartar, el sector socialista liderado por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, considera que podría retrasar la recuperación económica. «Vamos a ver cómo terminan las negociaciones. Nuestra prioridad es impulsar el crecimiento y la creación de empleo y los motores son el consumo y la inversión, y hay que seguir impulsándolos», afirmó en los micrófonos de RNE.
Lazos con la mesa de diálogo
En la Moncloa también dan por descontado el apoyo de ERC, aunque admiten que las presiones internas les empujan a escenificar más reticencias de las reales. Pese a que ambas partes se esfuerzan en desvincular las cuentas de la mesa de diálogo, son vasos comunicantes, y el fracaso en un ámbito provocaría daños casi irreparables en el otro.
El apoyo de Vox y del PP está más que descartado, tal y como evidencian continuamente sus portavoces. Ciudadanos tampoco se sumará a unas cuentas que el pasado año negoció hasta última hora. Su portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, avanzó ayer que votarán en contra de unos Presupuestos que, denunció, el Ejecutivo ya tiene «tiene atados y bien atados» con ERC y Bildu «mucho antes» de que arrancasen las negociaciones con el resto. PP y Cs coinciden al argumentar que además no pueden apoyar un proyecto del que no conocen ni una sola línea. Sánchez respondió ayer desde La Gran Manzana que «cuando se conozca el detalle, verán lo que contienen».