«El covid mostró que cualquier enfermedad animal puede proyectar en el ser humano»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

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LOLITA VÁZQUEZ

Una nueva asociación de farmacéuticos, presidida por Vicente Jairo Álvarez, aboga por el buen uso de los medicamentos veterinarios porque muchos animales son sacrificados para su consumo y estos fármacos acaban en el organismo humano

25 sep 2021 . Actualizado a las 10:06 h.

Entre los profesionales de farmacia hace años que ronda la preocupación por la dispensación de medicamentos fuera de las oficinas, sobre todo en lo que se refiere a los antibióticos. No los de ámbito humano -sobre los que existe una trazabilidad férrea-, sino los que se administran a los animales, en especial a aquellos que después son sacrificados para consumo humano. No es algo nuevo, de hecho varios colegios de farmacéuticos de España (entre ellos los de Ourense y A Coruña) ya contaban con una vocalía centrada en el buen uso de los medicamentos en animales; pero a raíz de la pandemia han visto la necesidad de dar un paso más. Y así nace Asfarvet (Asociación de farmacéuticos para el buen uso del medicamento veterinario), de ámbito estatal y con sede en el concello ourensano de O Bolo, donde está la farmacia de Vicente Jairo Álvarez, su presidente.

-El objetivo es considerar a los medicamentos de uso animal tan importantes como los de uso humano, porque con la pandemia ha quedado claro que hay que controlar los medicamentos que se dan a los animales.

-Porque pueden acabar en el organismo humano.

-Exactamente. La Organización Mundial de la Salud habla de Una sola salud, que quiere decir que la salud humana y la animal están comunicadas. Cualquier enfermedad animal puede tener proyección en el humano, y lo que queremos es evitar esos problemas.

-¿Cómo afecta al ser humano los antibióticos ingeridos por animales que después nos comemos?

-No lo sabemos, pero creemos que puede afectar. Lo dice la OMS. Va a haber que controlar muy bien qué medicamentos se da al animal, porque va a acabar en el humano. Solo hay que ver el covid. Todavía no se sabe bien el origen, pero la hipótesis fue que comenzó en un murciélago y que después un animal de consumo humano hizo de intermedio. Por eso es importante controlar el uso de los medicamentos de uso veterinario, para evitar que se cree una resistencia en el animal a un virus o una bacteria y se pase al humano. Porque es evidente que la salud animal y la humana están intercomunicadas.

-¿El covid ha ayudado a poner el foco sobre esta problemática?

-Evidentemente. Que sea una enfermedad que puede saltar del animal al humano hace que la gente y las administraciones sean más conscientes. Es un buen momento para tomar conciencia de que, para evitar o paliar los efectos de una futura pandemia, hay que tomar en serio este asunto.

-¿Puede suponer que algunos antibióticos dejen de tener efectividad en los humanos si antes han dejado de ser efectivos en animales?

-Muchos con los que pasa es porque lo han dejado de tener efecto en el animal, porque cuando consumimos carne podemos estar consumiendo antibióticos. Hay controles, pero hay que extremarlos.

-Los antibióticos de animales también van con receta. ¿Qué ocurre para que haya medicamentos que escapan al control?

-En teoría se deberían vender únicamente en las farmacias o en comerciales veterinarias con farmacéutico, pero muchos van por fuera. Porque el veterinario puede poner un antibiótico en su clínica, pero no venderlo. Y eso sucede. Por eso queremos implicarles en esto.

-¿Qué harán?

-El objetivo es hacer formación para nuestros socios, y convencer a las administraciones, a los compañeros, colaborar con los veterinarios... y transmitir a la ciudadanía este tipo de problema. De entrada el objetivo es contar a las instituciones nuestros temores sobre lo que está pasando y buscar juntos las mejores soluciones entre todos.

-Sus reivindicaciones están dirigidas al Ministerio de Sanidad, ¿no?

-El Ministerio de Sanidad no tiene la competencia total de los medicamentos de uso animal. Y en las autonomías vemos que en algunos casos se controlan desde la consejería de Medio Rural, y en otras, desde la de Medio Ambiente. Queremos que sea la consejería de Sanidad que asuma esas competencias.