Puigdemont reacciona al movimiento de Llarena y pide recuperar la inmunidad
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«Cataluña volverá a votar», dice el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en el aniversario del referendo ilegal del 1-O
02 oct 2021 . Actualizado a las 11:07 h.Carles Puigdemont mueve pieza en la partida de ajedrez judicial que mantiene con el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. El expresidente catalán reaccionó al escrito presentado por el magistrado español ante la Justicia italiana, en el que pide la «entrega inmediata» del fugado porque la orden de detención contra él sigue en vigor, presentado un recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) en el que reclama que se le devuelva la inmunidad como eurodiputado. El líder catalán había anunciado que no daría este paso tras ser detenido en Cerdeña, pero el rápido movimiento de Llarena le ha hecho cambiar de opinión ante la posibilidad de que los magistrados italianos acepten la petición de extradición. Puigdemont se ha comprometido a comparecer el próximo lunes ante el Tribunal de Apelación de Sassari.
Su abogado, Gonzalo Boyé, desligó este giro estratégico de su defendido de la vista que se celebrará este lunes en Cerdeña y explicó que se hace porque en la anterior ocasión en que solicitamos la devolución de la inmunidad «el Reino de España indicó que no existía riesgo de detención lo que se ha demostrado incierto» tras la detención de Puigdemont y la comunicación de Llarena. El instructor del Supremo reprendió en su escrito enviado a Italia a la Abogacía del Estado española por haber comunicado que su orden no estaba en vigor y recordó que la Abogacía no es un órgano judicial y depende del Gobierno.
La ministra de Justicia, Pilar Llop, contradijo sin embargo este viernes a Llarena y salió en defensa de la Abogacía del Estado afirmando que ha actuado con «pulcritud y respeto» hacia la justicia europea que, según su interpretación, ha determinado que mientras exista una consulta prejudicial del propio magistrado al tribunal con sede en Luxemburgo «se debe paralizar el procedimiento». El líder del PP, Pablo Casado, reclamó a Pedro Sánchez que «haga todo lo posible» para traer de vuelta a Puigdemont y señaló que «cuando un juez del Supremo está diciendo que prevalezca» su decisión «el Gobierno tiene que ir detrás» con independencia del criterio que adopte la Abogacía del Estado.
Unidad secesionista en el 1-O
En medio de este embrollo judicial, el independentismo trató de ofrecer este viernes una imagen de unidad en la conmemoración del referendo ilegal del 1 de octubre del 2017. El Gobierno catalán en pleno, con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a la cabeza, reivindicó ayer en un acto en Barcelona la vigencia del espíritu del 1-O que, según el presidente catalán, Pere Aragonés, fue un punto de inflexión en la historia de Cataluña y un «punto de no retorno».
Aunque aseguró que la vía del diálogo es la prioritaria en el objetivo de alcanzar la independencia, advirtió de que no renuncia «a nada». Abogó por la negociación, «pero no solo», haciendo así un guiñó a sus socios de investidura de la CUP, que exigen un referendo al margen de la mesa del diálogo con el Ejecutivo. «Cataluña volverá a votar», proclamó Aragonés en un acto en el que el vicepresidente Joan Puigneró, de Junts, calificó el 1-O como «el momento fundacional de la república catalana». Tras la cita institucional, Òmnium Cultural aglutinó a todos los partidos, el Gobierno y las entidades soberanistas en una conmemoración en la que se reivindicó la amnistía y la autodeterminación.