Los Presupuestos y la ley de vivienda agrandan la brecha entre el Gobierno y el PP

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El líder del PP, Pablo Casado, pregunta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una sesión de control al Gobierno en el Congreso.
El líder del PP, Pablo Casado, pregunta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una sesión de control al Gobierno en el Congreso. JUAN CARLOS HIDALGO

La posibilidad de alcanzar pactos de Estado en esta legislatura está más lejos que nunca

08 oct 2021 . Actualizado a las 20:25 h.

Todos los puentes están rotos. La presentación de los Presupuestos y el acuerdo para intervenir los precios del alquiler en la nueva ley de vivienda han agrandado la brecha entre el Ejecutivo y el PP, hasta el punto de que la hipótesis de que se alcance algún pacto de Estado en esta legislatura aparece ya como un imposible político. Pedro Sánchez parece decidido a desarrollar al máximo los pactos de Gobierno que permitieron su investidura sin buscar el consenso con el PP en ninguno de ellos. Y el líder de los populares, Pablo Casado, ha elevado su apuesta crítica contra el Ejecutivo hasta convertirla en una enmienda a la totalidad que promete derogar toda la obra legal del Gobierno de Sánchez cuando llegue al Gobierno. 

Renovación del CGPJ

Negociación encallada. El acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está definitivamente encallado. Aunque el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el portavoz de Justicia del PP, Enrique López, mantienen oficialmente abierta la negociación, todo indica que la legislatura concluirá con el CGPJ todavía en funciones. El PP se siente respaldado por la UE en su exigencia de que se modifique el sistema para que los jueces elijan a los jueces. Y no se moverá de ahí. Pero el Gobierno no contempla ningún cambio en el modelo sin que antes no se renueve el consejo con la ley vigente. 

Ley de vivienda

Acuerdo en el problema, disenso en la solución. Gobierno y PP están de acuerdo en la necesidad de facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda, pero difieren radicalmente en los métodos. Sánchez cedió a la exigencias de Unidas Podemos de intervenir los precios en zonas tensionadas y pretende que el PP se sume a un acuerdo «de Estado». Pero Casado lo considera un ataque a libertad de mercado. No solo rechaza negociar la nueva ley de vivienda, sino que la recurrirá ante el Constitucional y no se aplicará en comunidades y ayuntamientos donde gobierna el PP. 

Fondos europeos

Reparto sin acuerdo. Tampoco hay acuerdo posible en lo que afecta a la gestión de los fondos europeos Next Generation. El PP ha exigido incluso a la Comisión Europea que «controle» el uso que el Gobierno está dando a esos recursos. Destacados dirigentes destacados del PP como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, tachan de «arbitrario y sin criterio» el reparto que el Ejecutivo está haciendo de esas ayudas y rechazan también la exigencia de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, de que las comunidades limiten a «dos o tres» proyectos sus propuestas para recibir esos fondos. 

Pensiones

Más diferencias que nunca. Los puentes están también rotos en lo que afecta a la reforma de las pensiones, a pesar de que el Pacto de Toledo había convertido hasta hace poco este asunto en uno de los pocos en los que el consenso era la norma. Mariano Rajoy consideró en la pasada convención nacional del PP que indexar las pensiones al IPC es «una equivocación» que su partido tendrá que corregir cuando llegue al Gobierno. Y Casado acusa al Ejecutivo de ocultar los costes de la sostenibilidad del sistema, por lo que el PP acaba de votar en contra del proyecto de ley presentado por el Gobierno. El acuerdo parece imposible y cualquier reforma de las pensiones sin un amplio consenso parece condenada al fracaso. 

Reforma laboral

Posiciones contrapuestas. Todavía más lejos está un acuerdo para una nueva reforma laboral. Unidas Podemos presiona a Sánchez para su derogación completa y la aprobación de una contrarreforma, mientras que el PP apuesta no solo por mantener la reforma laboral aprobada por Rajoy, sino por profundizar en la flexibilización del mercado de trabajo. Un acuerdo imposible que reproduce las posiciones de los sindicatos y la patronal.