La crisis de los microchips llega hasta la cocina: ya faltan electrodomésticos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

BSH

Balay, Fagor o Samsung paran y las entregas se demoran hasta cuatro meses

26 oct 2021 . Actualizado a las 10:46 h.

La industria del automóvil es hasta ahora la más afectada por el desabastecimiento mundial de microchips. En función del modelo de coche deseado, las entregas ya superan los seis meses de demora y en el año largo que ya dura esta crisis se han dejado de fabricar en el mundo más de ocho millones de vehículos.

Pero los grandes productores de semiconductores, casi todos asiáticos, no dan abasto, y el desabastecimiento se extiende a todos los ámbitos, desde la telefonía a la electrónica de consumo (tabletas y videoconsolas) y llega ya hasta las cocinas, que empiezan a sufrir demoras en las entregas de electrodomésticos de entre dos y cuatro meses, porque los fabricantes también se están viendo obligados a parar.

Por ejemplo, el pasado mes de septiembre, la fábrica del grupo BSH Electrodomésticos ubicada en La Cartuja (Zaragoza) dejó de producir lavadoras durante dos semanas por la falta de piezas electrónicas. «El desabastecimiento de componentes está tensionando la cadena de suministro. Tratamos de minimizar el impacto en nuestras fábricas, pero lamentablemente en esta ocasión no ha sido posible continuar con la producción», explican fuentes del grupo, que incluye a la marca aragonesa Balay.

 Hasta mediados del 2022

Fagor Electronics también sufre el impacto en la bajada de producción y no descarta tener que parar «en algún momento, debido a la falta de microprocesadores o de algún otro componente semiconductor». El grupo estima que la situación pueda «normalizarse» para el segundo semestre del 2022.

En la misma línea, Samsung Electronics ha reconocido que su producción de teléfonos inteligentes, televisores y electrodomésticos se ha visto interrumpida por la carestía global de chips. «Estamos reequilibrando la producción con la esperanza de minimizar el impacto», ha afirmado.

Esta caída de la producción ya impacta en el mercado, a pesar de los mensajes tranquilizadores que llegan desde la gran distribución. «No va a haber un problema de desabastecimiento de lavadoras o neveras, pero sí en productos concretos, que se va a acentuar cuantos más componentes dependan de terceros», explican desde Aecoc, la asociación nacional que agrupa a productores, fabricantes y distribuidores de las principales cadenas de sectores que van desde el gran consumo a la electrónica. «Aún no lo está viviendo el consumidor general, pero si se mantiene la escasez, probablemente sí», consideran.

 Sin «stock» en fábrica

En cadenas de tiendas de electrodomésticos más pequeñas se ven mayores plazos de entrega para pedidos de aparatos que se salen de los más frecuentes. «Más o menos, todos tenemos mercancía porque estamos consiguiendo productos, si no es de un proveedor, es de otro, pero la demora se nota en aquellos aparatos en los que ya no queda stock y dependemos del fabricante», explican.

Algunos asociados de Applia España, la patronal del sector de fabricantes y distribuidores, apuntan que ante la escasez de chips «los fabricantes se están concentrando en los productos que requieren menos componentes de terceros para garantizar que la planta esté operativa y facilitar entregas al proveedor, poniéndoselo fácil». Añaden estas fuentes que «hay marcas que llevan demoras de hasta dos meses y lo normal es una o dos semanas. Especialmente los integrables».

Entre los modelos que más cuesta conseguir estarían los frigoríficos americanos de dos puertas porque «no hay en stock» y los fabricantes «no se atreven a decir cuándo estarán». Aseguran los empresarios consultados que un pedido de este tipo ha pasado de tardar antes dos semanas a cuatro meses ahora.

Televisores y todo tipo de pantallas se han encarecido un 30 %, y van a seguir subiendo

El aumento de la demanda de videojuegos, el teletrabajo y los problemas de la cadena de suministro mundial han llevado a los fabricantes a elevar el precio de los productos en función de la demanda, repercutiendo los costes adicionales sobre el cliente.

«Se espera que los aumentos de precios afecten a todo lo que tenga una pantalla, ya sean smartphones, televisores, ordenadores portátiles o cualquier otro producto que tenga que ocupar una parte de la producción mundial de paneles (smartwatchs, reproductores Hi Fi e incluso lavadoras o neveras inteligentes). Si a esto se le suma la escasez de chips que utilizan también todos estos productos, pues el aumento de precio es aún mayor», afirma la consultora analista de mercado NPD Group.

Esto explica que los televisores hayan experimentado en lo que va de año una subida de precios de hasta un 30 %. «Es solo el comienzo. Los precios seguirán aumentando», alerta NPD.

¿Puede haber desabastecimiento en los dos grandes períodos de ventas que se aproximan, como son el Black Friday y la Navidad? Desde la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) rechazan esa posibilidad y remarcan que las empresas que la integran, entre las que se encuentran El Corte Inglés, Alcampo, Carrefour, Ikea, Costco o MediaMarkt, no han notificado ningún problema en ese sentido. «Las empresas se han anticipado y han comprado con antelación para evitarse problemas en el futuro. Además contaban con mucho stock porque venían de una etapa de 18 meses con ventas bajo mínimos», recalcan.